sábado, 30 de mayo de 2009

Al redactor jefe de Alfa y Omega

Ayer, después de leer completo el artículo de la publicación Alfa y Omega al que hacía referencia Azotacuras, (el título era "La violación, ¿fuera del Código Penal?") le dirigí una nota a su autor a través de la dirección e-mail que figuraba a pie de firma. Por supuesto me identifiqué con nombre y dos apellidos y dejé a la vista mi dirreción de correo, por si quiere este buen hombre contestar.

Sr. Ricardo Benjumea:
Mi nombre es ----------. Me dirijo a usted para decirle que la lectura de su breve reflexión sobre el sexo, la violación y el código penal que ha publicado en un reciente número de "Alfa y omega" me ha producdo una tremenda repugnancia.
Si usted concibe el sexo como algo moralmente inaceptable fuera del matrimonio o practicado sin fines procreativos, pues no lo practique fuera de su matrimonio (si fuera el caso) o sin fines procreativos. Pero déjenos en paz a los mortales que no opinamos como usted. Le aseguro que yo nunca intentaría faltarle al respeto por pensar como piensa. No se me ocurriría demonizar sus costumbres y sus creencias por el sólo hecho de que no coinciden con las mías. No creo que deba pedir que ilegalicen y cierren los matederos porque yo sea vegetariano (si fuera el caso). Con su pregunta, no se si retórica, sobre la violación y su consideración de delito, usted insulta a la inteligencia y a la ética de las personas normales.

7 comentarios:

Melastregues dijo...

Podías haberle dado nuestra dirección del blog y decirle de paso que nos cagamos en su puta madre a la que (por supuesto) debe desconocer

Albino dijo...

Buena iniciativa Josefo, voy a copiar tu modelo y le escribiré mañana al Joven de Alfa y Omega, vaya majadero de tipo.

Albino dijo...

Al final no usado tu modelo para que no pareciera la típica carta en la que sólo cambiamos el nombre y apellido. Veremos que nos contesta, si conresta...
He leído con perplejidad su artículo referido a "despenalizar la violación". En la violación se produce un acto de violencia contra la mujer, al igual que en la pederastia se ejerce contra el menor, a pesar de las opiniones del obispo de Tenerife, en las que afirmaba : "hay menores que desean los abusos". Violación y pederastia son delitos recogidos en el código penal y no me parece legítimo banalizar sobre ellos o usarlos, como parece su caso, como una provocación. Usted cree que el único fin del sexo es la reproducción, bien, son sus creencias, defiéndalas, pero no utilice para ello ni el dolor ni el horror de las mujeres violadas.

Josefo el Apóstata dijo...

Buenos argumentos Morgan, y el tono muy respetuoso. A mi carta ya ha contestado. La copio aquí:

ESTIMADO SEÑOR XXXXXXX:
Muchas gracias por su carta, y perdón por el equívoco que haya podido crear. Mi intención en absoluto era condenar las actitudes de los demás, sino sólo advertir sobre los peligros de la banalización del sexo a la que estamos asistiendo. La gravísima consideración de la violación precisamente lo que demuestra es que lo que se intenta proteger es un bien precioso, la sexualidad humana. Quise llamar la atención sobre la contradicción entre esto y, al mismo tiempo, promover de otros modos una banalización de la sexualidad.
Créame que ni quiero ni puedo dar lecciones personales a nadie. Tan sólo pretendía suscitar una reflexión.
Atentamente,
Ricardo Benjumea

Está claro que esto lo ha escrito antes de leer tu carta porque pensar que la penalización de la violación es "proteger un bien precioso, la sexualidad humana", es como de risa, por no llorar. Hay que ser patán y retorcido...
En fin, no se si perder otro ratico más con este cenutrio. Ya veré si le contesto...

Albino dijo...

Respuesta a mi correo: La cuestión que intentaba plantear es: ¿no es contradictorio mantener la consideración tan grave de la violación, al tiempo que banalizamos aquello que pretendemos proteger, esto es, la sexualidad? Esto no me parece frivolizar, sino justamente lo contrario: plantear el tema en toda su crudeza y gravedad, para mostrar lo que está en juego.

Por lo demás, sin pretender dar lecciones a nadie de moral sexual, es evidente que la finalidad natural de la sexualidad es la procreación, aunque en el ser humano cumpla otras muchas funciones. Pero es que esa íntima relación sexo-vida es lo que convierte –directa o indirectamente– la sexualidad en un bien a proteger tan celosamente. De lo contrario –es lo que pretendía plantear en los artículos–, habría que equiparar la violación a cualquier otra forma de agresión personal
Doy por cerrada mi correspondencia. Creo que lo más importante es que sepa que no pensamos como él y que lo vamos a criticar.

Melastregues dijo...

Perder el tiempo con ese hijoputa es triste. Mejor dediquémoslo a beber, que llega el calorcito y apetecen una birras

Melastregues dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.