domingo, 8 de noviembre de 2009

El reverendo Melastregues


Reunido que estuvo con Rouco y Camino, fue nombrado confesor anticlerical y desde su nuevo cargo (sin sueldo) ha decidido impartir la bendición "Urbi et orbe" para todos nosotros. Le he borrado la cara, porque en su comunidad es muy conocido como vendedor de insignias en el mercadillo de los miércoles y su trabajo en una tintorería; no he sabido hacerlo mejor, así que, si alguno de vosotros sabe editar imágenes, éste es el momento.

3 comentarios:

Melastregues dijo...

Impartía la bendición Urbi et Orbi para todos los anticlericales en general y para Lisis en particular. El confesionario lo tengo apostado en el pasillo de mi casa para cuando me da el pronto redentor, que me meto allí y perdono las culpas a todos los pecadores. Morgan, literalmente me has tachado el careto, cosa que agradezco no vaya a ser perseguido por las hordas provida

azotacuras dijo...

Ahora que veo un cura enrrollado voy a aprovechar para confesarme. Estoy hasta los cojones de vivir en un pais y en una época que para retirar los crucifijos de las aulas haya que ir hasta Estrasburgo. Estoy hasta los cojones de vivir en pais y en una época en que unos cuantos quieran joder al resto de la población su derecho al aborto (esos que ahora lo niegan eran los que antes iban a Londres y de paso a Harrods). Estoy hasta los cojones de vivir en un pais y en una época en la que si te ocurre proponer que unos niñatos mal educados paguen impuestos como cualquier otro hijo de vecino tengas que aguantar a un montón de cretinos vomitar argumentos clasistas.
Y sabes, Melastregues, lo peor de todo es que no me arrepiento de querer quitar crucifijos de las aulas, de permitir el ejercicio del derecho al aborto y de pensar aquello de que quién mas tiene más debe de pagar, así que si quieres me absuelves y sino pues me dá igual.

Melastregues dijo...

Tabsuelvo pero me rezas 30 veces la alineación de la selección de waterpolo que ganó en la olimpiada de Grecia por orden alfabético e incluidos los reservas. Ve en paz hijo mío