miércoles, 23 de diciembre de 2009

Navidad




Observo en algunos cuadernos de bitácora un tímido debate sobre la Navidad, transformada para los que somos paganos en unos días de comer y beber. Es cierto que su origen fue pagano, después se cristianizó y no habría ningún inconveniente, por tanto, en volver a celebrar la entrada del invierno, sin matices religiosos. Aunque, por encima de todo, se ha impuesto el consumismo; ni cristiana, ni pagana, ¡capitalista!, el mercado ha devorado la fiesta y lo único importante es comprar, gastar, consumir sin sentido.
Reivindico las fiestas del fuego, de contar historias, contar mentiras, del bebercio, de los amigos, del sexo. Fuera los cuñaos, los regalos estúpidos, las cenas pantagruelicas --que decía Josefo-- en las que acabamos con dolor de estómago, corte de mangas a el corte inglés, reinvindico las fiestas de la sonrisa, de la risa, del afecto, de la amistad. ¿Cursi?.

4 comentarios:

Petri dijo...

De cursi nada, esa es la mejor fiesta..pero bueno, un poco hay que consumir que los que hacen turrones y los percebeiros tienen hijos pobrecillos.
un saludo

Melastregues dijo...

A mi que me pongan los langostinos que es lo mejor de todo (lo de comer, claro) y mañana te veo y te beso y abrazo y nos querremos fraternalmente (que me pongo tierno...)

Melastregues dijo...

Por cierto, que el respetable pero ridículo mito de la concepción, además de muy tardío en el tiempo, supuso dejar al señor José a la altura de tonto útil, claro que para compensarlo lo declararon santo ¿cómo es posible si no estaba bautizado?. En fin como lo de joder es de mucho pecado en la iglesia católica (única en la que persiste el mito y objeto de cisma de otras religiones cristianas)lo aderezaron con una paloma (supongo que sin salmonelosis, que sería palomo (digo). En fin que no ando fino y que corto el tema porque me da la risa...

Melastregues dijo...

Ah, que como toda esa historieta es "dogma de fe" y yo no me la creo, obtengo un argumento más para que me manden a la cloaca de los incrédulos. Además estoy dispuesto a cantar varios villancicos alegóricos a la navidad como el que hace años publicó El Jueves:

He bebido vino...
he comido pavo...
y ahora la vecina
me tocará el rabo