sábado, 1 de mayo de 2010

El crucifijo "es uno de los elementos más importantes de la historia del municipalismo"

Eso ha dicho el juez Merino en el dictámen por el que desestima la solicitud de retirar los crucufijos del Ayuntamiento de Zaragoza, y se ha quedado tan ancho. Al más puro estilo del nacional-catolicismo franquista este juez declara en una sentencia la importancia del crucifijo en el municipalismo. Dios, Patria, Municipio y Familia.
La demanda la puso el Movimiento hacia un Estado laico (MHUEL) que además pedía la derogación de los artículos del protocolo municipal que obliga a la corporación a asistir a un montón de actos religiosos, que el juez de marras también ha desestimado.
En la foto el Alclade de Zaragoza y el Presidente del Gobierno de Arágón, ambos del PSOE, le ríen las gracietas al Arzobispo de Zaragoza, por supuesto en un acto oficial.

3 comentarios:

Albino dijo...

Repito a Caballero Bonald:

"Líbrate compañero,
de esas iglesias y esos mentecatos".

Albino dijo...

Leí que los derviches practican una danza ritual, girando sobre sí mismos, con la que alcanzan un éxtasis místico al estilo de la avulense Teresa de Jesús.

Josefo el Apóstata dijo...

Eso es lo que se dice, aunque ahora los derviches giróvagos ni son monjes sufíes ni entran en éxtasis, símplemente ofrecen esas danzas como un espectáaculo folklórico para turistas por 30 liras turcas (unos 15 euros).