viernes, 4 de junio de 2010

Sloker y el Corpus

Triste y ya lejana fecha, aquel Corpus Christi, aposentada en su jueves, el de ayer, la traslación a la dominica siguiente, además de restar brillantez del más luminoso día, es logro conseguido de la paganización de las calendas. Razones sospechosas, hay que justificar: Dinámica de los tiempos, secularismo de costumbres, conveniencias laborales, al fin asentimientos eclesiales. En la sombra, uno de los esquemas del "Masterplan masónico" que en la oscuridad maneja todo. Ya S.S. Pablo VI en alocución 29/6/1972 denunció como "infiltración del humo de Satanás en el Templo". El expolio sacramental que este trabajo expone, advierte de un eslabón más en esta cadena de Apostasías... Su génesis intocable, mas la confusa actitud de los hombres, ha silenciado -como tantas veces- la Voz de Dios: fue el Papa Urbano IV, con su bula "Transiturus hoc Mundo", el 8/9/1264, quien ordenó la proclamación del Santísimo Cuerpo de Cristo, con el mayor esplendor en la Liturgia y la más deslumbrante festividad del cristiano año. Ha de ser precisamente el Jueves siguiente a la octava de Pentecostés, sexagésimo día después de la Pascua de Resurrección. Así lo pidió Dios a su santa vidente Juliana de Corneillon, quien siguiendo la voluntad divina, instigó al Obispo de Lieja Roberto de Torote a convocar un Concilio (facultad que entonces tenían los Obispos), para en esta intocable fecha, exaltar el Santísimo Sacramento. S.S. Urbano IV refrendó tan canónica proclamación. Hoy en la fatal diversidad, las diócesis más tradicionales se oponen: Sevilla, Daroca, Granada, etc. Santo Tomás de Aquino, compuso precisamente para este día, el más inmenso documento, de la Liturgia Católica: "Oficio del Santísimo Sacramento, mas desde hace unos años, las solemnísimas estrofas del "Tantum ergo", suenan diferentes, pues el Domingo no es su señalado día...".

Hoy estamos padeciendo los mayores ultrajes al Santísimo Sacramento: Sospechosamente arrumbados reclinatorios y aposentos para la postración orante, se obliga a la posición erguida. Olvidados y hasta despreciados los recuerdos de Juan Pablo II en su Alocución "Dominica Cenae": "El tocar las Divinas Especies con las propias manos es privilegio de ordenados". ¿Qué está pasando para la "praxis" de tan infinitos agravios, desprecios y sacrilegios hoy...

Abundosos también en el absentismo penitencial, que si secreto es en la intimidad de las almas, no parece muy pródiga en el estado de gracia sacramental...

Ayer, jueves santificado por los cielos, mas llevado por los hombres a tan cotidiano día, a 800 años de la Exaltación divina del Santísimo Sacramento, el pasaje evangélico de San Juan (Jn, 6,48/ 59) retumba apremiante: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre tiene vida eterna y Yo le resucitaré en el último día"... Esperanzador, mas también preocupante...

(Diario del Altoaragón, 4/6/2010)

4 comentarios:

Albino dijo...

Sospechosamente arrumbados reclinatorios y aposentos para la postración orante... Mi ídolo, mi corpus, Sloker eres.

Josefo el Apóstata dijo...

Qué verbo! Ni Góngora, ese curica a una nariz pagado, era tan chirpitifláutico...

Melastregues dijo...

Este tipo es acojonante, lo mejor lo de la traslación del corpus, que no rotación, aunque estaría bien que el corpus rotara sobre si mismo a toda hostia para ver si nos daba fresquito

Albino dijo...

Arrumbar: poner una cosa en un rincón o sitio apartado para retirarla del uso. Sospechosamente arrumbados. ¿Es un oxímoron?, algo así como: retumba el silencio. Porque los reclinatorios, imagino yo, han sido retirados porque ni dios se arrodillaba.