jueves, 18 de agosto de 2011

15-M vs. peregrinos.

Sintonicé Intereconomía. La puse para ver qué enfoque daban a la visita del pope. Me encontré con un debate en el que los contertulios establecían diferencias entre los jóvenes del 15-M y los peregrinos que acudían a Madrid para la JMJ. El núcleo común a ambos parecía ser la juventud de unos y otros.

Hago una reflexión sobre el breve tiempo --problemas estomacales--, en el que estuve visionando el programa.

Empezaré por el continente: los que allí debatían me parecieron (no sé donde leí esto) las típicas personas que al contemplar un hermoso paisaje, no lo ven como la obra acabada de dios, sino como una posibilidad para urbanizar; simplificación irónica que, me permite seguir la linea entrevista en el programa: era de un "feroz maniqueísmo": buenos: los peregrinos, malos: los del 15-M. Opinaban los tertulianos que los jóvenes religiosos, tenían valores. Muy cierto, la gran mayoría los tiene, o ellos, o sus padres, son poseedores de valores bursátiles. También tienen fe, aunque no sé si es un valor, la definen como "creer en lo que no veo". No parece una empresa muy fiable para invertir aunque, andando el tiempo...

Yo observo que los jóvenes, y no tan jóvenes, que han participado en los movimientos de protesta ligados al 15-M, han demostrado tener mucho valor: ante la policía, ante los ultras violentos, ante las condiciones adversas que han tenido que soportar, desde la incompetencia de los mandatarios locales a la ignorancia, cuando no desprecio de muchos políticos, y menciono también las condiciones materiales: acampar en una plaza pública y vivir en ella, respetando el entorno, con prudencia en los debates, con mesura en sus conclusiones  y con un valor que destaco: ciudadanía.

Enfrente los jóvenes religiosos (JR), para ellos  refugios, transporte, comida, desplazamientos, protección policial, confesonarios móviles, alabanzas. Hasta los jefes del gobierno y de la oposición han ido a recibir al pope, líder religioso y cabeza visible de los católicos.

Doy un salto en el tiempo, para no cansar. Los ricos, los poderosos, los que tienen privilegios, siempre han sabido como guardarlos: teniendo al ejercito y a la policía de aliados. Para conservar la virginidad de sus chicas, usaban a los eunucos, ese papel ahora lo tiene encomendado la iglesia pero, ya hemos denunciado en éste blog que algunos díscolos traicionan la confianza de los jefes, y para finalizar, la propaganda, papel que cumplen los mensajeros como los que he utilizado de excusa para éste post: predican los valores de otros para recibir así sus migajas.

1 comentario:

Josefo el Apóstata dijo...

Muy bien Morgan.
Veo que las montañas no nublan tu entendimiento, en cambio, aquí en el llano la caló ha conseguido el aplatanamiento total de mi espíritu...