miércoles, 7 de marzo de 2012

La tetera de Russell volverá a Madrid

 Los organizadores y organizadoras de la manifestación “Ningún privilegio a las iglesias. De mis impuestos a las iglesias cero” hacemos públicas las siguientes consideraciones:
La intención de este acto no es atacar a las creencias de nadie. El creyente no es nuestro adversario, sino la jerarquía que se aprovecha de él y usa las creencias como herramienta de opresión e imposición.
El motivo de pedir el acto en el día llamado Jueves Santo por la ICAR (Iglesia Católica Apostólica y Romana) es porque nos parece el día más indicado para decir ¡Ya no más privilegios al clero! En este día son tomadas las calles por procesiones haciéndolas prácticamente intransitables y ofendiendo la sensibilidad de quienes estimamos la vida en plenitud, felicidad y libre de todo sufrimiento. El gasto público que suponen estos actos religiosos es difícil de calcular y siempre excesivo, más aún en una época de crisis en la que se está recortando en servicios sociales esenciales. Queremos denunciar que el jueves de la primera luna llena de la primavera es de todos, no solo de la ICAR.
• Así mismo, pedimos respeto para los que no tenemos creencias sobrenaturales y que, sobre todo, no tratamos de imponer nuestra creencia o no creencia con actos proselitistas con cargo al dinero de todos. Exigimos libertad de conciencia.
• Porque nuestra libertad de expresión está siendo restringida y perseguida por una supuesta sensibilidad del creyente. Todas las ideas, creencias, opiniones pueden y deben ser expuestas a debate.
Fina y sutil la ironía de la ICAR cuando dice que no tiene privilegios sino exenciones fiscales. En este caso el privilegio son las exenciones fiscales; pero tiene otros muchos: la educación, el patrimonio artístico, la ocupación de la calle cuando considera oportuno…
No nos oponemos a que quien quiera tenga la religión que guste, pero defendemos que el costo de la misma debe ser sufragado por sus seguidores.
Porque los señores eclesiásticos están contra el amor libre, es decir, la libre unión de personas basada en el amor sin intermediarios ni mediadores.
Más evidente es la doble moral del clero en el aspecto sexual. Por un lado condenan la libertad sexual como pecado, y por otro las prácticas de abusos sexuales en la Iglesia son múltiples y encubiertas por la jerarquía.
No es menos conocido, aunque no lo suficientemente denunciado, la participación y encubrimiento de miembros del clero en la desaparición de recién nacidos; como en las cárceles de presas políticas regentadas por religiosas durante la dictadura franquista o en los casos que recientemente están saliendo a la luz ocurridos en los últimos 30 años
Porque quieren hacer de la enseñanza una forma de adoctrinamiento en sus creencias.
Por…
Ningún privilegio a las iglesias. De mis impuestos a las iglesias cero.
Grupos y Asociaciones organizadoras

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