martes, 2 de abril de 2013

Lámela



En alguna entrada anterior pusimos que el problema del ex-consejero de sanidad madrileño estaba en el acento. Él lo puso correctamente y empezó una brillante carrera. Proceso muy bien planificado por los populares: lanzaron una cortina de humo: un ataque frontal al Severo Ochoa de Leganés y como cabeza visible al Dr.Montes, a partir de ahí, guerra de guerrillas, destinando dinero público a sectores privados para gestionar la sanidad.
El mensaje recibido por los consejeros fue: ¡Tu privatiza que, cuando salgas de la política yo te nombro gestor!. Así pasó con Güemes, pero, tuvo que dimitir- que se joda-, por la presión popular, así pasa ahora con Lamela --no dimitirá, solo hay que mirarlo a la cara para saberlo--, y luego viene Lasquetty. No pasa ná, hay sitio para todos.
No han tenido ningún problema en despedir trabajadores, en difamar a Montes (afortunadamente es un hueso duro de roer y tiene muchos apoyos), en mentir, en cambiar normas con tal de conseguir sus perversos objetivos.
¡VOTAD, VOTAD, MALDITOS!

1 comentario:

Ateo666666 dijo...

Esta es la gran y verdadera ventaja de la privatización sanitaria, proveer de una jubilación de lujo para los dirigentes del PP. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/03/nuestro-piadoso-gobierno-cristiano-con_27.html