sábado, 8 de febrero de 2020

ENCUBRIDORES Y COMISIONADOS

Tomado de publico.es

Javier Redondo de Paz, vicario episcopal de Ponferrada, forma parte de una comisión para combatir la pederastia en el seno de la Iglesia, aunque varias víctimas de abusos sexuales a finales de los ochenta aseguran que le advirtieron de que un sacerdote abusaba de ellos. Nunca hizo nada al respecto.

Así lo revela Javier, que ha denunciado que Redondo de Paz calló y no hizo nada por evitar que José Manuel Ramos Gordón abusara tanto de él como de otros jóvenes durante 1989 en La Bañeza (León). "No hizo nada, nos ignoraron, dejándonos a merced de los caprichos sexuales de don José Manuel", relata Javier al medio digital. El hombre, que por aquel entonces solo tenía 13 años, pidió ayuda para que pusiera fin a los abusos que sufría.

Fue el propio Javier el que destapó los hechos. Logró que en 2016 se condenara de a Gordón a la "privación del oficio de párroco durante un periodo no inferior a un año, en el que tendrá un seguimiento tutelado por otro sacerdote", aunque de lo que se lamenta la víctima es de que no se hiciera nada al respecto y que ahora Redondo de Paz ocupe un puesto en comisiones antipederastia.

El sacerdote que abusó de los jóvenes siguió su carrera profesional con impunidad y en 1990 fue nombrado párroco de la comarca de Tábara (Zamora) y "tabarés del año" en 2001. En cuanto a Redondo, pese a su inacción, fue nombrado en enero de 2017 vicario episcopal de Ponferrada y del sector de Pastoral Social, un escalón por debajo del obispo de Astorga.

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