Todos aceptamos como esclavos la costumbre de lo mediocre, de lo desustanciado, del aterrador lugar común y del inmundo tedio. Nos vamos acomodando en ese fango y sonreimos. Profunda, horrorosamente debilitados en lo mas precioso de nuestro espíritu, nos inclinamos cada vez con mas inconsciente y servil atonía.
Y el famoso verso de Rimbaud: He aquí el tiempo de los ASESINOS
Y el famoso verso de Rimbaud: He aquí el tiempo de los ASESINOS
No he leído al amigo Cintio, pero ese párrafo es tremendo...
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