El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha abogado en una homilía por un cambio en la mentalidad de "pueblo subsidiado" de la sociedad española al tiempo que cuestiona el amplio número de jóvenes que aspiran a ser funcionarios, lo que ha califica como una "enfermedad social".
¿Cómo idiota? Es un hijo de puta con todos sus complementos. ¿Acaso él no es un funcionario? Y encima subsidiado con el dinero de todos, creyentes y no creyentes.
ResponderEliminarUn hijoputa que se viste de mamarracho para enseñarnos la asignatura "teología económica" que estudió en el vaticano y cuyas prácticas realizó en el banco ambrosiano.
ResponderEliminarVale: es un hijoputa, mamarracho que además es idiota. Sin ánimo de alagar...
ResponderEliminarComunicado de Granada Laica al respecto de las declaraciones del teólogo-economista
ResponderEliminarEstán demasiado crecidos, ya va siendo hora de darles una buena colleja o, mejor aún, una patada en los cojones.
ResponderEliminarY además es un tipo repugnante que vive de los demás sin dar palo al agua. Ya lo dice el refrán: los obispos y los gatos son los animales más sensatos.
ResponderEliminarPequeña puntualización ortográfica: halagar
Quería decir alargar... jejej
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