Tomado de lavanguardia.com
Me enteré de la compensación por un correo electrónico. A las 24 o 48 horas me hicieron el ingreso bancario. Y ahí se acabó todo. Nadie se ha vuelto a poner en contacto conmigo para saber cómo estoy”, explica una de las víctimas de la pederastia en la Iglesia que ya ha sido atendida . Varias diócesis, incluidas las de Barcelona y Bilbao, llevan semanas indemnizando por abusos que en algunos casos se cometieron hace más de 60 años.
Otros afectados localizados por La Vanguardia critican la opacidad y poca agilidad del proceso. Para recibir las indemnizaciones algunos explicaron “hasta cuatro veces” las sevicias que vivieron cuando eran menores. Estas fuentes, que piden el anonimato porque se comprometieron por escrito a no revelar las interioridades del acuerdo, han entregado a este diario copias de las cláusulas de confidencialidad que firmaron.
Pregunté por qué me pedían tantas garantías de discreción antes de la indemnización y me respondieron que era por mi propio bien, para ‘protegerme’. Luego me dieron el dinero y no he vuelto a saber nada de ellos”, explica J., que de niño sufrió abusos en un colegio religioso. En los casos más extremos, como revelan pruebas en poder de esta redacción, se han firmado documentos disuasorios de más de una decena de folios.
Uno de los documentos utilizados por varias congregaciones e institutos de vida consagrada repite en tres ocasiones que los reclamantes se comprometen a guardar reserva “total y absoluta”, antes incluso de saber si sus pretensiones serán aceptadas y qué cantidades les corresponderán. El texto, del año 2022, insiste en que “se prohíbe la difusión, por cualquier medio, de cualquier detalle relativo sobre el procedimiento”.
Quienes sufrieron “conductas inapropiadas de religiosos” se comprometen así a aceptar el dictamen, no recurrir a ninguna otra instancia y no airear el acuerdo. Este mismo formulario establece un baremo de 5.000, 10.000 y 15.000 euros, en función de la gravedad del delito: leve, media o alta. “Nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y reparar el daño causado”, dijo el papa Francisco. Agresiones que han obligado a años y años de terapia, aunque no hubiera habido penetración, se consideran de gravedad “media” y originan “reparaciones” de entre 8.000 y 10.000 euros, como acredita un entrevistado en este reportaje. “¿De qué le sirvió ese dinero?”. “De absolutamente nada”.
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