miércoles, 23 de septiembre de 2015

AQUÍ NO TE MOLESTARÁN POR SER ATEO...

Tomado de nuevatribuna.es

Este ranking proviene de una síntesis realizada por el sitio Alternet a partir de datos obtenidos por la consultora Gallup.

1. República Checa
Un país que pasó del catolicismo tan presente en Europa al comunismo y su crítica a toda religión, la República Checa es ahora un país dominado por cierto sano laicismo. A diferencia de sus vecinos de Europa del Este, la sociedad checa parece haber encontrado un desarrollo paralelo entre su despunte económico y su civilidad hacia aquellos que se definen como no creyentes.

2. Suecia y Dinamarca (empate)
Los países escandinavos son bien conocidos por ocupar los primeros puestos en casi todos los índices de bienestar común. En el caso de la religión, apenas 17%y 18% de los habitantes de Suecia y Dinamarca, respectivamente, considerar la religión como un asunto importante, de donde se desprende que dan mayor valor a una actitud secular frente a la vida.

4. Austria
Hace algunos años un joven austriaco, Niko Alm, consiguió de las autoridades austriacas el permiso para figurar en la fotografía de su licencia de conducir con un colador metálico sobre su cabeza. La extravagancia tenía un trasfondo religiosa, pues Niko se presentó como feligrés del Pastafarianismo, una congregación nacida en Kansas y cuyo objeto de adoración es el Monstruo de Espagueti Volador. El episodio, aun en su posible comicidad, sirve de ejemplo para mostrar la tolerancia que en Austria se tiene hacia la fe religiosa –o la ausencia de esta.

5. Francia
Alguna vez una de las regiones claves para la Iglesia Católica, Francia se convirtió después en el país del racionalismo y la crítica abierta hacia la religión. La sociedad francesa fue una de las primeras en dividir legalmente a la religión de los asuntos del Estado, un movimiento político que tuvo importantes repercusiones en la vida pública, al grado de que actualmente mucho del trato cotidiano lleva el signo de la laicidad (incluso con el añadido reciente del componente musulmán a la convivencia cotidiana).

6. Noruega
Aunque un poco más abajo en esta lista, Noruega es otro país nor-europeo en donde igualmente la religión es asunto más bien secundario dentro de la vida pública. Hace un año, por ejemplo, la Iglesia Luterana dejó de ser considerada la religión “oficial” del país. Asimismo, Noruega es otro país en donde también parece cumplirse la hipótesis de que el desarrollo económico y cultural deviene, casi inevitablemente, en menor religiosidad de los ciudadanos.

7. Australia
En su historia política reciente, los australianos tienen el mérito de haber elegido a una primer ministro, Julia Gillard, que mientras aún era candidata, en 2010, declaró abiertamente su ateísmo. En otros países, este gesto sin duda le hubiera costado la elección y quizá incluso su carrera política entera. No así en Australia, donde llegó al cargo y se mantuvo ahí hasta 2013.

8. Japón
Japón tiene fama de ser un país tradicionalista, pero también profundamente respetuoso. De acuerdo con el Índice Global de Religiosidad y Ateísmo, 3 de cada 10 japoneses están convencidos de que no existe ningún tipo de deidad. Por otro lado, el singular desarrollo del pensamiento religioso en dicho país devino en la ausencia de instituciones, jerarquías o autoridades regidoras de la fe. “Pertenecer a una religión” es una idea un tanto extraña y acaso incomprensible en el imaginario japonés.

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