Tomado de elconfidencial.com
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ordenó este martes la dispersión de un multitudinario funeral de un rabino jasídico en Brooklyn y cargó contra la comunidad ultraortodoxa, la más castigada por el coronavirus en la ciudad, por no respetar las medidas de distanciamiento social.
"Algo absolutamente inaceptable ha sucedido en Williamsburg esta noche: un gran funeral en medio de esta pandemia. Al enterarme, he ido personalmente para asegurarme de que la multitud era dispersada. Y lo que he visto NO SERÁ tolerado", indicó el alcalde en Twitter.
"Mi mensaje a la comunidad judía, y a todas las comunidades, es así de simple: el periodo de las advertencias ha pasado", añadió De Blasio. Según el diario 'The New York Times', la Policía de Nueva York ha dispersado en las últimas semanas diversas ceremonias como casamientos y funerales en barrios con importante población judía, pero el de este martes fue el primero en el que intervino el alcalde. Al funeral en cuestión, del rabino Chaim Mertz, acudieron miles de personas, según la Alcaldía de Nueva York.
De Blasio ordenó a la Policía que aplique "tolerancia cero" con este tipo de ceremonias a partir de ahora y que arreste a los asistentes de ser necesario. Pese a la multitud congregada en violación de las medidas contra el covid-19, la intervención de De Blasio ha sido criticada por los ultraortodoxos al considerarla un ataque a la comunidad cuando esas normas se incumplen a diario en los parques de la ciudad.
La comunidad jasídica de Nueva York, cuyo día a día gira en torno a ceremonias y actividades en grupo, ha sido la más afectada de la ciudad por la pandemia, según las autoridades locales.
BLOG PARA TODOS AQUELLOS QUE QUIERAN PONER A PARIR A LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA INDEPENDIENTEMENTE DE SU CONDICIÓN SOCIAL, SEXUAL Y RELIGIOSA
jueves, 30 de abril de 2020
miércoles, 29 de abril de 2020
¿POR QUÉ ESA PREOCUPACIÓN Y URGENCIA?
Tomado de lavanguardia.com
El enfado de los obispos italianos es importante. El primer ministro Giuseppe Conte acababa de terminar su rueda de prensa para explicar cómo iba a ser la fase de desconfinamiento en Italia cuando la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) mandó un airado comunicado para protestar por el hecho de que el Gobierno no tenga previsto, todavía, reanudar las misas durante la desescalada de las medidas contra el coronavirus que tendrá lugar en mayo en Italia.
“Los obispos italianos no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto”, decía el comunicado de la CEI. “Debería estar claro que el compromiso de servir a los pobres, tan importante en esta emergencia, proviene de una fe que debe poder alimentarse de sus fuentes, en particular de la vida sacramental”, continuaba.
Cuando el primer ministro empezó a hablar de la fase dos anunció que a partir del 4 de mayo se podrán organizar funerales –con un máximo de quince asistentes– pero no dijo nada de las misas, algo que ha enfurecido no sólo a los obispos, sino también a algunos miembros de su Ejecutivo que ven “incomprensible” que se puedan visitar museos a partir del 18 de mayo pero no celebrar una ceremonia religiosa. El Vaticano se ha mantenido al margen, y todavía no ha anunciado si abrirá también sus museos esa fecha.
Es el primer enfrentamiento directo entre el Ejecutivo y la jerarquía de la Iglesia católica italiana, que hasta el momento había acatado las medidas de prevención de los contagios. Aquí hace semanas que están prohibidas las misas, no se han hecho celebraciones de Semana Santa y las iglesias están solamente abiertas para rezar. “La Iglesia aceptó, con sufrimiento y un sentido de responsabilidad, las limitaciones gubernamentales asumidas para afrontar la emergencia de salud”, reiteró el episcopado. Pero cuando se reducen las limitaciones, “la Iglesia exige poder reanudar su acción pastoral”. Y no sólo eso, sino que los obispos recordaron a la presidencia del Ejecutivo y al comité técnico-científico que le asesora la “plenitud de la autonomía” de la Iglesia para organizar la vida de la comunidad cristiana.
El Ejecutivo ha recibido el mensaje de enfado y se apresuró a aclarar que toman nota y que en los próximos días van a estudiar un protocolo para poder permitir que los fieles participen en ceremonias litúrgicas en condiciones de seguridad. No sólo se quejan los católicos, también la comunidad islámica cree que no permitir las celebraciones es “una insensibilidad hacia los creyentes”, según el presidente de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana, el imán Yahya Pallavicini.
Las misas no son el único objeto de discordia de la fase dos. Además ha causado polémica el hecho de que Conte anunciara que el próximo lunes los italianos ya podrían visitar a familiares, visitas cortas y que deberán hacerse siempre con mascarilla y respetando el metro de distancia. El premier usó la palabra congiunti, familiares. La interpretación inicial del Ejecutivo es que esto quería decir hijos, padres, abuelos, nietos o primos.
Después de muchas quejas de jóvenes en las redes sociales el Ejecutivo aclaró ayer que las parejas y las personas con una “relación afectiva estable” entraban dentro de esta categoría de congiunti, aunque se desconoce cómo van a controlar la estabilidad de las relaciones.
El enfado de los obispos italianos es importante. El primer ministro Giuseppe Conte acababa de terminar su rueda de prensa para explicar cómo iba a ser la fase de desconfinamiento en Italia cuando la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) mandó un airado comunicado para protestar por el hecho de que el Gobierno no tenga previsto, todavía, reanudar las misas durante la desescalada de las medidas contra el coronavirus que tendrá lugar en mayo en Italia.
“Los obispos italianos no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto”, decía el comunicado de la CEI. “Debería estar claro que el compromiso de servir a los pobres, tan importante en esta emergencia, proviene de una fe que debe poder alimentarse de sus fuentes, en particular de la vida sacramental”, continuaba.
Cuando el primer ministro empezó a hablar de la fase dos anunció que a partir del 4 de mayo se podrán organizar funerales –con un máximo de quince asistentes– pero no dijo nada de las misas, algo que ha enfurecido no sólo a los obispos, sino también a algunos miembros de su Ejecutivo que ven “incomprensible” que se puedan visitar museos a partir del 18 de mayo pero no celebrar una ceremonia religiosa. El Vaticano se ha mantenido al margen, y todavía no ha anunciado si abrirá también sus museos esa fecha.
Es el primer enfrentamiento directo entre el Ejecutivo y la jerarquía de la Iglesia católica italiana, que hasta el momento había acatado las medidas de prevención de los contagios. Aquí hace semanas que están prohibidas las misas, no se han hecho celebraciones de Semana Santa y las iglesias están solamente abiertas para rezar. “La Iglesia aceptó, con sufrimiento y un sentido de responsabilidad, las limitaciones gubernamentales asumidas para afrontar la emergencia de salud”, reiteró el episcopado. Pero cuando se reducen las limitaciones, “la Iglesia exige poder reanudar su acción pastoral”. Y no sólo eso, sino que los obispos recordaron a la presidencia del Ejecutivo y al comité técnico-científico que le asesora la “plenitud de la autonomía” de la Iglesia para organizar la vida de la comunidad cristiana.
El Ejecutivo ha recibido el mensaje de enfado y se apresuró a aclarar que toman nota y que en los próximos días van a estudiar un protocolo para poder permitir que los fieles participen en ceremonias litúrgicas en condiciones de seguridad. No sólo se quejan los católicos, también la comunidad islámica cree que no permitir las celebraciones es “una insensibilidad hacia los creyentes”, según el presidente de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana, el imán Yahya Pallavicini.
Las misas no son el único objeto de discordia de la fase dos. Además ha causado polémica el hecho de que Conte anunciara que el próximo lunes los italianos ya podrían visitar a familiares, visitas cortas y que deberán hacerse siempre con mascarilla y respetando el metro de distancia. El premier usó la palabra congiunti, familiares. La interpretación inicial del Ejecutivo es que esto quería decir hijos, padres, abuelos, nietos o primos.
Después de muchas quejas de jóvenes en las redes sociales el Ejecutivo aclaró ayer que las parejas y las personas con una “relación afectiva estable” entraban dentro de esta categoría de congiunti, aunque se desconoce cómo van a controlar la estabilidad de las relaciones.
martes, 28 de abril de 2020
EL FÚTBOL Y LAS MISAS NECESITAN APERTURA URGENTE...
Tomado de efe.com
El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Juan José Omella, ha explicado que se está trabajando con el Gobierno para recuperar las misas presenciales tan pronto como la evolución de la pandemia del coronavirus lo permita.
"Estamos deseando poder volver a los templos y rezar juntos, escuchar juntos la Palabra de Dios y alabar juntos al Señor. Ojalá sea pronto. Es vuestro deseo y el mío", ha dicho en su homilía en la misa que ha oficiado sin feligreses la tarde del domingo en la catedral de Barcelona.
N.R. Horror de país, entre Tebas y sus matracos y Omella y sus meapilas no salimos de arre.
lunes, 27 de abril de 2020
AYUSO SE VA A MISA
Tomado de publico.es
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cambiado el orden de las intervenciones de los presidentes autonómicos en la videoconferencia que se celebra este domingo. La presidenta madrileña pidió intervenir antes de lo establecido por La Moncloa para asistir a la misa por los enfermos y fallecidos en la pandemia del coronavirus que se celebraba a las 12 horas en la Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena.
Según han informado desde el Gobierno regional, tras intervenir en la videoconferencia de dirigentes autonómicos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Ayuso ha acudido a esta misa que oficia el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
El presidente del Gobierno se reunía con los jefes de los ejecutivos autonómicos para debatir la situación del coronavirus y el proceso de desescalada. En estas reuniones hablan todos los presidentes y las intervenciones se producen en función del orden de aprobación de los estatutos autonómicos. Por esto, la Comunidad de Madrid es la penúltima.
No es la primera vez que la presidenta regional se ausenta de la videoconferencia de presidentes. Hace dos semanas, faltó las dos primeras horas por irse a Barajas a recibir un avión procedente de China con material sanitario.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha cambiado el orden de las intervenciones de los presidentes autonómicos en la videoconferencia que se celebra este domingo. La presidenta madrileña pidió intervenir antes de lo establecido por La Moncloa para asistir a la misa por los enfermos y fallecidos en la pandemia del coronavirus que se celebraba a las 12 horas en la Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena.
Según han informado desde el Gobierno regional, tras intervenir en la videoconferencia de dirigentes autonómicos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Ayuso ha acudido a esta misa que oficia el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.
El presidente del Gobierno se reunía con los jefes de los ejecutivos autonómicos para debatir la situación del coronavirus y el proceso de desescalada. En estas reuniones hablan todos los presidentes y las intervenciones se producen en función del orden de aprobación de los estatutos autonómicos. Por esto, la Comunidad de Madrid es la penúltima.
No es la primera vez que la presidenta regional se ausenta de la videoconferencia de presidentes. Hace dos semanas, faltó las dos primeras horas por irse a Barajas a recibir un avión procedente de China con material sanitario.
domingo, 26 de abril de 2020
YA TARDABAN LOS MILAGRITOS
Tomado de publico.es
A veces son detalles cotidianos, de esos que entran en el terreno de lo mundano. Otras, en cambio, apelan a historias de vida o muerte. A esperar que lo que no puede hacer ni explicar la ciencia llegue, vía rezo, desde algún rincón del más allá. En plena emergencia del coronavirus, el Opus Dei ha dado a conocer un par de testimonios que aseguran que destacados miembros de esa orden, ya fallecidos, han sido capaces de curar neumonías entre sus devotos.
"Las personas que han fallecido con fama de santidad pueden interceder ante Dios para prestarnos un favor en un momento de necesidad", defiende esta organización ultraconservadora. De todo esto puede (o dice) dar fe E.B., siglas que según el Opus corresponden a una persona mexicana que pidió un "favor" a Guadalupe Ortiz de Landázuri, una investigadora química y laica de esa orden ultracatólica que murió en Pamplona en 1975 y fue beatificada por el Vaticano hace ahora un año.
"El 30 de diciembre de 2019 mi mamá se enfermó de gravedad: neumonía severa con una complicación en los pulmones por tanto fumar", dice el testimonio de E.B., publicado por el Opus el pasado 16 de abril.
Según este relato, la mujer estaba "entre la vida y la muerte". "Yo le pedí el milagro a la beata Guadalupe para que la salvara y sanara por completo", continúa el texto difundido por esta organización religiosa. "En la última cita con el doctor, le hizo una prueba para ver cómo iban a quedar sus pulmones el resto de su vida y… ¡la prueba fue positiva! Es decir, mi mamá podrá llevar una vida normal, con sus cuidados obviamente", asegura.
En el Opus Dei atribuyen a ese "dedo de Dios" otros tantos milagros de carácter sanitario, como la curación de una neumonía –hecha pública también en plena emergencia del coronavirus– por parte de otro de los doce miembros fallecidos de esa organización que se encuentra en proceso de canonización: el médico guatemalteco Ernesto Cofiño (1899-1991).
Bajo un punto de vista científico, no hay ni un solo milagro que se haya comprobado de una manera rigurosa. La confirmación que hace el Vaticano es bastante irrisoria", afirma a Público Juan Antonio Aguilera, profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada e integrante de Andalucía Laica.
Desde hace ya algunos años, Aguilera se ha dirigido por escrito a la Santa Sede ante cada anuncio de canonización con el objetivo de pedir "datos científicos sobre el milagro aprobado". "Tengo acuses de recibo, pero nunca me han contestado. Esa información es cerrada, afirma.
Este científico considera "especialmente grave" la atribución de milagros médicos "en casos que generan mucho dolor, como ahora con el coronavirus o en otras ocasiones con el cáncer". "Es grave y absurdo que la Iglesia estimule ese tipo de peticiones de milagros, porque sabemos que en el fondo no se lo creen ni ellos mismos", subraya.
Las "intercesiones" no son siempre por cuestiones médicas. En el listado de testimonios de "favores recibidos" figuran otras cuestiones de menor calado, como el túnel de lavado de vajilla que habría reparado desde el más allá Isidoro Zorzano, un ingeniero argentino fallecido en 1943 que fue declarado "venerable" por el Papa Francisco en 2016.
A veces son detalles cotidianos, de esos que entran en el terreno de lo mundano. Otras, en cambio, apelan a historias de vida o muerte. A esperar que lo que no puede hacer ni explicar la ciencia llegue, vía rezo, desde algún rincón del más allá. En plena emergencia del coronavirus, el Opus Dei ha dado a conocer un par de testimonios que aseguran que destacados miembros de esa orden, ya fallecidos, han sido capaces de curar neumonías entre sus devotos.
"Las personas que han fallecido con fama de santidad pueden interceder ante Dios para prestarnos un favor en un momento de necesidad", defiende esta organización ultraconservadora. De todo esto puede (o dice) dar fe E.B., siglas que según el Opus corresponden a una persona mexicana que pidió un "favor" a Guadalupe Ortiz de Landázuri, una investigadora química y laica de esa orden ultracatólica que murió en Pamplona en 1975 y fue beatificada por el Vaticano hace ahora un año.
"El 30 de diciembre de 2019 mi mamá se enfermó de gravedad: neumonía severa con una complicación en los pulmones por tanto fumar", dice el testimonio de E.B., publicado por el Opus el pasado 16 de abril.
Según este relato, la mujer estaba "entre la vida y la muerte". "Yo le pedí el milagro a la beata Guadalupe para que la salvara y sanara por completo", continúa el texto difundido por esta organización religiosa. "En la última cita con el doctor, le hizo una prueba para ver cómo iban a quedar sus pulmones el resto de su vida y… ¡la prueba fue positiva! Es decir, mi mamá podrá llevar una vida normal, con sus cuidados obviamente", asegura.
En el Opus Dei atribuyen a ese "dedo de Dios" otros tantos milagros de carácter sanitario, como la curación de una neumonía –hecha pública también en plena emergencia del coronavirus– por parte de otro de los doce miembros fallecidos de esa organización que se encuentra en proceso de canonización: el médico guatemalteco Ernesto Cofiño (1899-1991).
Bajo un punto de vista científico, no hay ni un solo milagro que se haya comprobado de una manera rigurosa. La confirmación que hace el Vaticano es bastante irrisoria", afirma a Público Juan Antonio Aguilera, profesor del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada e integrante de Andalucía Laica.
Desde hace ya algunos años, Aguilera se ha dirigido por escrito a la Santa Sede ante cada anuncio de canonización con el objetivo de pedir "datos científicos sobre el milagro aprobado". "Tengo acuses de recibo, pero nunca me han contestado. Esa información es cerrada, afirma.
Este científico considera "especialmente grave" la atribución de milagros médicos "en casos que generan mucho dolor, como ahora con el coronavirus o en otras ocasiones con el cáncer". "Es grave y absurdo que la Iglesia estimule ese tipo de peticiones de milagros, porque sabemos que en el fondo no se lo creen ni ellos mismos", subraya.
Las "intercesiones" no son siempre por cuestiones médicas. En el listado de testimonios de "favores recibidos" figuran otras cuestiones de menor calado, como el túnel de lavado de vajilla que habría reparado desde el más allá Isidoro Zorzano, un ingeniero argentino fallecido en 1943 que fue declarado "venerable" por el Papa Francisco en 2016.
sábado, 25 de abril de 2020
LA MEJOR RESPUESTA LA DA ESTE CURA
Tomado de elplural.com
El padre Ángel, párroco de la madrileña Iglesia de San Antón y fundador de la ONG Mensajeros por la Paz, ha centrado todos sus esfuerzos y recursos para ayudar en esta lucha contra la pandemia del coronavirus. Todavía sigue pidiendo ayuda para poder contribuir y colaborar con toda la gente que lo requiere, ya que la falta de material sanitario y de personal complican su labor.
En declaraciones a ElPlural.com, el padre Ángel ha explicado la confusión que ha surgido tras su entrevista en el informativo de Telecinco, donde parece asegurar que el Premio Princesa de Asturias debería ir a la Moncloa. A este periódico ha reiterado que pide el premio para todos los que han trabajado para salvar vidas: "He apoyado que el premio lo reciban todos los que han contribuido a salvar vidas, como son los trabajadores de las residencias, los vecinos e incluso la Comisión que trabaja por los demás". Esta Comisión está formada por 46 miembros, entre los que se encuentran personas de los diferentes grupos políticos, así lo han transmitido también en una nota de prensa emitida por Mensajeros de la Paz.
Frente a la solicitud de buena parte de la población que quieren poder ir a misa, el padre Ángel ha insistido en que se pueden seguir las misas de forma online y que la Iglesia es uno de esos sectores que tendrá que reinventarse, ya que "hay muchas iglesias donde se concentran muchos fieles y donde se tendrán que separar más los bancos y tomar medidas de prevención". Además, ha añadido: "Desde la Iglesia, sin duda, podemos hacer mucho más que el rezo, de forma que estos fieles que piden poder ir a misa se pueden hacer voluntarios para ir a comprar alimentos y medicinas y repartirlos a las personas mayores". Desde la Iglesia de San Antón se siguen dando misas las 24 horas del día y se transmiten por online, como lo hace el papa Francisco en Roma.
El padre Ángel, párroco de la madrileña Iglesia de San Antón y fundador de la ONG Mensajeros por la Paz, ha centrado todos sus esfuerzos y recursos para ayudar en esta lucha contra la pandemia del coronavirus. Todavía sigue pidiendo ayuda para poder contribuir y colaborar con toda la gente que lo requiere, ya que la falta de material sanitario y de personal complican su labor.
En declaraciones a ElPlural.com, el padre Ángel ha explicado la confusión que ha surgido tras su entrevista en el informativo de Telecinco, donde parece asegurar que el Premio Princesa de Asturias debería ir a la Moncloa. A este periódico ha reiterado que pide el premio para todos los que han trabajado para salvar vidas: "He apoyado que el premio lo reciban todos los que han contribuido a salvar vidas, como son los trabajadores de las residencias, los vecinos e incluso la Comisión que trabaja por los demás". Esta Comisión está formada por 46 miembros, entre los que se encuentran personas de los diferentes grupos políticos, así lo han transmitido también en una nota de prensa emitida por Mensajeros de la Paz.
Frente a la solicitud de buena parte de la población que quieren poder ir a misa, el padre Ángel ha insistido en que se pueden seguir las misas de forma online y que la Iglesia es uno de esos sectores que tendrá que reinventarse, ya que "hay muchas iglesias donde se concentran muchos fieles y donde se tendrán que separar más los bancos y tomar medidas de prevención". Además, ha añadido: "Desde la Iglesia, sin duda, podemos hacer mucho más que el rezo, de forma que estos fieles que piden poder ir a misa se pueden hacer voluntarios para ir a comprar alimentos y medicinas y repartirlos a las personas mayores". Desde la Iglesia de San Antón se siguen dando misas las 24 horas del día y se transmiten por online, como lo hace el papa Francisco en Roma.
viernes, 24 de abril de 2020
SALTAR LA LEY
Tomado de eldiario.es
Misas a puerta cerrada, sin fieles salvo pequeñas excepciones. La situación de la Iglesia en España no es, ni mucho menos, única en Europa. El coronavirus ha provocado que en la totalidad de los países del Viejo Continente se hayan cerrado al culto iglesias, mezquitas o sinagogas, en algunos casos con medidas mucho más restrictivas que en nuestro país. Eso sí, sin que los curas se hayan rebelado contra las autoridades, como sí ha sucedido en España, donde las fuerzas de Seguridad han tenido que intervenir hasta en siete ciudades distintas para frenar misas clandestinas que violaban el Estado de Alarma.
En Francia, Alemania o Polonia no ha habido sacerdotes que se hayan saltado el confinamiento ni se ha tenido que interrumpir una celebración en una catedral ante el mismísimo arzobispo (como sucedió en Granada), ni asociaciones ultras denuncian al Gobierno como ha hecho Abogados Cristianos.
Nuestro país no es, ni mucho menos, el más restrictivo. Lo cierto es que el Real Decreto aprobado el pasado 14 de marzo no impide las misas -con las naturales precauciones de seguridad y salubridad, y con un número reducido de fieles-, pero sí dificulta, y mucho, que un fiel pueda dirigirse al templo para participar en las mismas.
La postura de la práctica totalidad de los obispos españoles (salvo Reig Plá) -que han llamado a los sacerdotes a celebrar misas sin público y a los fieles a seguirla a través de los medios de comunicación o redes sociales- no impide que desde la Conferencia Episcopal ya se hable de una posible 'desescalada' que permita volver a celebrar el culto en la tan cacareada 'nueva normalidad'.
¿Qué sucede en el resto de Europa? En casi todos los países las misas públicas están prohibidas, en muchos casos con dictámenes mucho más restrictivos que en nuestro país. Italia, Alemania, Francia... los grandes países europeos han seguido las recomendaciones del Vaticano, que sigue -a su pesar- el mismísimo Papa Francisco. Aunque todos sueñan con un progresivo regreso a los sacramentos. De hecho, el Vaticano celebró ayer una reunión para preparar la desescalada, que se prevé comience -en Italia y la Santa Sede- a partir del 4 de mayo.
En Francia, los cultos públicos también están prohibidos indefinidamente. Las medidas se mantendrán en vigor, al menos, hasta el 11 de mayo. Sólo entonces se podría facilitar la desescalada, que también afectaría a los templos.
En Polonia, el país “más católico” del este de Europa, sólo se permiten servicios con un máximo de cinco fieles en cada templo. De lo contrario, las autoridades pueden disolver la celebración como “asamblea no autorizada”. Es algo que puede cambiar en las próximas semanas si, como parece, Polonia comienza la desescalada.
En la República Checa las misas abiertas están prohibidas. La solución, como en nuestro país, son las transmisiones online. En Dinamarca las iglesias también están cerradas, aunque el gobierno podría permitirlas a partir del 10 de mayo. Por el momento, bautizos, bodas y funerales pueden celebrarse, pero con un número limitado de diez personas. Mientras, en Austria los servicios de culto público podrían volver a ser posibles a partir del 15 de mayo, aunque deberán aplicarse amplias medidas de seguridad, desde la distancia entre los fieles al uso de mascarillas y geles de manos. En cambio, en Suiza no habrá culto público, al menos, hasta el 8 de junio.
Misas a puerta cerrada, sin fieles salvo pequeñas excepciones. La situación de la Iglesia en España no es, ni mucho menos, única en Europa. El coronavirus ha provocado que en la totalidad de los países del Viejo Continente se hayan cerrado al culto iglesias, mezquitas o sinagogas, en algunos casos con medidas mucho más restrictivas que en nuestro país. Eso sí, sin que los curas se hayan rebelado contra las autoridades, como sí ha sucedido en España, donde las fuerzas de Seguridad han tenido que intervenir hasta en siete ciudades distintas para frenar misas clandestinas que violaban el Estado de Alarma.
En Francia, Alemania o Polonia no ha habido sacerdotes que se hayan saltado el confinamiento ni se ha tenido que interrumpir una celebración en una catedral ante el mismísimo arzobispo (como sucedió en Granada), ni asociaciones ultras denuncian al Gobierno como ha hecho Abogados Cristianos.
Nuestro país no es, ni mucho menos, el más restrictivo. Lo cierto es que el Real Decreto aprobado el pasado 14 de marzo no impide las misas -con las naturales precauciones de seguridad y salubridad, y con un número reducido de fieles-, pero sí dificulta, y mucho, que un fiel pueda dirigirse al templo para participar en las mismas.
La postura de la práctica totalidad de los obispos españoles (salvo Reig Plá) -que han llamado a los sacerdotes a celebrar misas sin público y a los fieles a seguirla a través de los medios de comunicación o redes sociales- no impide que desde la Conferencia Episcopal ya se hable de una posible 'desescalada' que permita volver a celebrar el culto en la tan cacareada 'nueva normalidad'.
¿Qué sucede en el resto de Europa? En casi todos los países las misas públicas están prohibidas, en muchos casos con dictámenes mucho más restrictivos que en nuestro país. Italia, Alemania, Francia... los grandes países europeos han seguido las recomendaciones del Vaticano, que sigue -a su pesar- el mismísimo Papa Francisco. Aunque todos sueñan con un progresivo regreso a los sacramentos. De hecho, el Vaticano celebró ayer una reunión para preparar la desescalada, que se prevé comience -en Italia y la Santa Sede- a partir del 4 de mayo.
En Francia, los cultos públicos también están prohibidos indefinidamente. Las medidas se mantendrán en vigor, al menos, hasta el 11 de mayo. Sólo entonces se podría facilitar la desescalada, que también afectaría a los templos.
En Polonia, el país “más católico” del este de Europa, sólo se permiten servicios con un máximo de cinco fieles en cada templo. De lo contrario, las autoridades pueden disolver la celebración como “asamblea no autorizada”. Es algo que puede cambiar en las próximas semanas si, como parece, Polonia comienza la desescalada.
En la República Checa las misas abiertas están prohibidas. La solución, como en nuestro país, son las transmisiones online. En Dinamarca las iglesias también están cerradas, aunque el gobierno podría permitirlas a partir del 10 de mayo. Por el momento, bautizos, bodas y funerales pueden celebrarse, pero con un número limitado de diez personas. Mientras, en Austria los servicios de culto público podrían volver a ser posibles a partir del 15 de mayo, aunque deberán aplicarse amplias medidas de seguridad, desde la distancia entre los fieles al uso de mascarillas y geles de manos. En cambio, en Suiza no habrá culto público, al menos, hasta el 8 de junio.
jueves, 23 de abril de 2020
LOS VAGOS DE LA IGLESIA
Tomado de Juan Carlos Monedero en publico.es
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, ha dicho que "La renta básica es urgente y necesaria porque hay muchas personas en situación de vulnerabilidad". Y eso le honra, porque hace suyo el dolor de tanta gente. Que por vez primera en tanto tiempo, no se dejan atrás. Y ha continuado porque ha querido y, me temo, derrapando: "pero no debería ser un subsidio permanente porque se podría convertir en una coartada para retirar a las personas del empleo".
De que los subsidios a la iglesia sean permanentes y se convierta en una coartada para retirar a los curas del empleo no ha dicho nada. Los que hemos estudiado en colegios de curas, siempre se nos queda la sensación de que nos querían decir algo que no terminan de decirnos.
En Los dos papas, la excelente película de Fernando Meirelles, se narra un supuesto encuentro entre el Papa Saliente, el conservador Benedicto XVI, y el entrante, el Papa Francisco.
La película no es muy fiel a la realidad. Benedicto XVI venía de ser la mano derecha de Juan Pablo II, un Papa para el que su anticomunismo pesaba más que el cuidado de sus sacerdotes perseguidos, que ocultó la pederastia en la iglesia y que apuntaló a los sectores más conservadores sacando del magisterio a verdaderos santos como Leonardo Boff o Ernesto Cardenal al tiempo que olvidaba a mártires como el padre Ellacuría. Desde el lado opuesto, Bergoglio, que ya desde la elección del nombre, Papa Francisco, volvía a recuperar la apuesta por la iglesia de los pobres que intentó Juan XXIII en el Concilio Vaticano II.
Lo importante de la película, que inventa mucho -y muy bien-, no es tanto si lo que narra se acerca a la verdad como la existencia en nuestro siglo de dos grandes almas dentro de la iglesia católica. Una renovadora y otra conservadora. Una que apuesta por la esperanza y otra que hiela el corazón.
La película es más amable con Ratziger que con Bergoglio. Porque el Papa Benedicto XVI tiene más impiedad que ocultar bajo el solideo. Una impiedad, eso sí, amarrada por los 33 botones de la blanca sotana que recuerdan los 33 años de nuestro Señor Jesucristo.
Sí se nos narra que Bergoglio, muy probablemente, no hiz todo lo que debiera un buen cristiano, y menos un sacerdote, bajo la dictadura militar de Videla. Pero no se nos recuerda en la película que Benedicto/Ratzinger estuvo en las Juventudes Hitlerianas y tampoco que encubrió voluntariamente a un morfinómano, pederasta, pervertido sexual y psicópata como fue el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. La congregación de Maciel, con muchos colegios y universidades también en España, invirtió más de 300 millones de euros de lo que recibe por donativos en empresas de armas, alcohol y juego. Que muy cristianas no parecen. Dicen que los Legionarios son una de las tramas fuertes del Vaticano y que siempre amenazan a los que quieren cambiar algo. En España, se disputan influencias en la política y la economía entre la derecha con el Opus Dei.
En la película parece que Ratzinger dimitió porque fracasó en esa pelea contra las tramas de poder de los obispos, cuando seguramente dimitió por que la podredumbre del Vaticano era parte de su propia cosecha.
El Papa Francisco, que sabe que muchos millones de seres humanos no pueden comer nada, ni ellos ni sus familias, si se quedan en sus casas. Viven al día con lo que ganan en las calles. Quedarse confinados no es una solucion. Por eso, el Papa Francisco ha apostado sin dudas sobre esa renta vital mínima. Porque mira más allá del bienestar de la Santa Madre Iglesia y los barrios prósperos de nuestras ciudades. Además,no sabemos qué va a pasar con la robotización de la economía, tampoco con el cambio climático. Sabemos que no queremos que las mujeres sigan haciendo gratis el trabajo de cuidados y no sabemos qué va a ser económicamente de millones de personas el día después del confinamiento.
La parte más cruel de la derecha está en contra de una renta mínima. Incluso han hecho una campaña para reírse de ella y la han llamado paguita, que es lo que los padres dan a los hijos para refrescos o chucherías. Aquí es para vivir. Pero se ríen. Porque la derecha es clasista y la compasión apenas es un discurso retórico para que los humildes no les pidan cuentas por sus actos depredadores.
Dice Luis Argüello que "Hay que evitar que la renta mínima le haga el juego al capitalismo internacional que descarta a las personas". No, padre. La renta mínima le da dignidad y fuerza a las personas para que el capitalismo internacional no descarte a las personas ofreciéndoles salarios de hambre o nada. Aunque para entenderlo igual hay que dejar de escuchar la COPE. Una renta mínima, en España, donde la tasa de desempleo puede multiplicarse por tres o por cuatro y donde rozamos los diez millones de personas en riesgo de pobreza, es una cuestión de dignidad, de compasión, de empatía y de justicia. Escoja.
Por cierto, si quiere ayudar en la lucha contra el covid-19, no se lo quite a las parroquias. Quíteselo a Carlos Herrera, a la COPE o a 13 TV que reciben más dinero del que le dan a Caritas. Siguen ustedes equivocándose. Pero le dicen al gobierno que no ven lo de la renta mínima. Poniéndose del lado de Díaz Ayuso. Es innecesario y poco caritativo.
Decía el obispo Helder Cámara: si cuido a los pobres me llaman santo, pero si pregunto por qué son pobres, me llaman comunista. Igual es tiempo de escuchar menos al Opus y a los legionarios de Cristo, que tanta ayuda recibieron del PP, y escuchar un poco más a los teólogos de la liberación. Quede Usted con Dios.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, ha dicho que "La renta básica es urgente y necesaria porque hay muchas personas en situación de vulnerabilidad". Y eso le honra, porque hace suyo el dolor de tanta gente. Que por vez primera en tanto tiempo, no se dejan atrás. Y ha continuado porque ha querido y, me temo, derrapando: "pero no debería ser un subsidio permanente porque se podría convertir en una coartada para retirar a las personas del empleo".
De que los subsidios a la iglesia sean permanentes y se convierta en una coartada para retirar a los curas del empleo no ha dicho nada. Los que hemos estudiado en colegios de curas, siempre se nos queda la sensación de que nos querían decir algo que no terminan de decirnos.
En Los dos papas, la excelente película de Fernando Meirelles, se narra un supuesto encuentro entre el Papa Saliente, el conservador Benedicto XVI, y el entrante, el Papa Francisco.
La película no es muy fiel a la realidad. Benedicto XVI venía de ser la mano derecha de Juan Pablo II, un Papa para el que su anticomunismo pesaba más que el cuidado de sus sacerdotes perseguidos, que ocultó la pederastia en la iglesia y que apuntaló a los sectores más conservadores sacando del magisterio a verdaderos santos como Leonardo Boff o Ernesto Cardenal al tiempo que olvidaba a mártires como el padre Ellacuría. Desde el lado opuesto, Bergoglio, que ya desde la elección del nombre, Papa Francisco, volvía a recuperar la apuesta por la iglesia de los pobres que intentó Juan XXIII en el Concilio Vaticano II.
Lo importante de la película, que inventa mucho -y muy bien-, no es tanto si lo que narra se acerca a la verdad como la existencia en nuestro siglo de dos grandes almas dentro de la iglesia católica. Una renovadora y otra conservadora. Una que apuesta por la esperanza y otra que hiela el corazón.
La película es más amable con Ratziger que con Bergoglio. Porque el Papa Benedicto XVI tiene más impiedad que ocultar bajo el solideo. Una impiedad, eso sí, amarrada por los 33 botones de la blanca sotana que recuerdan los 33 años de nuestro Señor Jesucristo.
Sí se nos narra que Bergoglio, muy probablemente, no hiz todo lo que debiera un buen cristiano, y menos un sacerdote, bajo la dictadura militar de Videla. Pero no se nos recuerda en la película que Benedicto/Ratzinger estuvo en las Juventudes Hitlerianas y tampoco que encubrió voluntariamente a un morfinómano, pederasta, pervertido sexual y psicópata como fue el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. La congregación de Maciel, con muchos colegios y universidades también en España, invirtió más de 300 millones de euros de lo que recibe por donativos en empresas de armas, alcohol y juego. Que muy cristianas no parecen. Dicen que los Legionarios son una de las tramas fuertes del Vaticano y que siempre amenazan a los que quieren cambiar algo. En España, se disputan influencias en la política y la economía entre la derecha con el Opus Dei.
En la película parece que Ratzinger dimitió porque fracasó en esa pelea contra las tramas de poder de los obispos, cuando seguramente dimitió por que la podredumbre del Vaticano era parte de su propia cosecha.
El Papa Francisco, que sabe que muchos millones de seres humanos no pueden comer nada, ni ellos ni sus familias, si se quedan en sus casas. Viven al día con lo que ganan en las calles. Quedarse confinados no es una solucion. Por eso, el Papa Francisco ha apostado sin dudas sobre esa renta vital mínima. Porque mira más allá del bienestar de la Santa Madre Iglesia y los barrios prósperos de nuestras ciudades. Además,no sabemos qué va a pasar con la robotización de la economía, tampoco con el cambio climático. Sabemos que no queremos que las mujeres sigan haciendo gratis el trabajo de cuidados y no sabemos qué va a ser económicamente de millones de personas el día después del confinamiento.
La parte más cruel de la derecha está en contra de una renta mínima. Incluso han hecho una campaña para reírse de ella y la han llamado paguita, que es lo que los padres dan a los hijos para refrescos o chucherías. Aquí es para vivir. Pero se ríen. Porque la derecha es clasista y la compasión apenas es un discurso retórico para que los humildes no les pidan cuentas por sus actos depredadores.
Dice Luis Argüello que "Hay que evitar que la renta mínima le haga el juego al capitalismo internacional que descarta a las personas". No, padre. La renta mínima le da dignidad y fuerza a las personas para que el capitalismo internacional no descarte a las personas ofreciéndoles salarios de hambre o nada. Aunque para entenderlo igual hay que dejar de escuchar la COPE. Una renta mínima, en España, donde la tasa de desempleo puede multiplicarse por tres o por cuatro y donde rozamos los diez millones de personas en riesgo de pobreza, es una cuestión de dignidad, de compasión, de empatía y de justicia. Escoja.
Por cierto, si quiere ayudar en la lucha contra el covid-19, no se lo quite a las parroquias. Quíteselo a Carlos Herrera, a la COPE o a 13 TV que reciben más dinero del que le dan a Caritas. Siguen ustedes equivocándose. Pero le dicen al gobierno que no ven lo de la renta mínima. Poniéndose del lado de Díaz Ayuso. Es innecesario y poco caritativo.
Decía el obispo Helder Cámara: si cuido a los pobres me llaman santo, pero si pregunto por qué son pobres, me llaman comunista. Igual es tiempo de escuchar menos al Opus y a los legionarios de Cristo, que tanta ayuda recibieron del PP, y escuchar un poco más a los teólogos de la liberación. Quede Usted con Dios.
miércoles, 22 de abril de 2020
CARIDAD CRISTIANA
Tomado de Juan Torres en publico.es
Según informó la Cadena Ser, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha declarado que el ingreso mínimo vital o renta básica que prepara el gobierno para ayudar a quienes se han quedado en paro o lo necesitan "es indispensable", pero sólo mientras dure la crisis del coronavirus pues, en su opinión, "pensar en una permanencia de grupos amplios de cuidadanos que vivan de manera subsidiada yo creo que no sería un horizonte deseable a largo plazo para el bien común".
Naturalmente, la jerarquía de la Iglesia católica española está en su derecho de mantener las posiciones políticas que desee y es lógico que lo haga, teniendo tantos privilegios heredados de la dictadura que le conviene proteger. Sin embargo, me parece que la declaración que ha hecho su portavoz se puede considerar objetivamente como tramposa, cínica y tan falsa y oportunista que incluso es contraria a la propia doctrina católica y a lo que propone Cáritas, que es la organización a la que los propios obispos españoles confían la lucha contra la pobreza. A continuación, justifico mi opinión.
Los obispos han hecho una declaración tramposa porque la renta básica, ingreso mínimo, renta de inserción... o como se quiera llamar a lo que va a aprobar el gobierno ya existe en todas las comunidades autónomas de España, gobernadas por partidos de distinto signo.
Lo único que ahora parece que pretende hacer el gobierno es establecer en España lo que ya existe en todos los países miembros de la Unión Europea, un ingreso o renta mínima nacional para combatir la pobreza, algo que en nuestro país (y esto sí que es criticable) no existe porque lo que tenemos son rentas mínimas en todas las comunidades autónomas, aunque con distinto nombre, condiciones y contenido y conformando todas ellas un conjunto (más bien una maraña) con grandes deficiencias, inequidades y disfuncionalidades que sí conviene reformar.
Por lo tanto, los obispos españoles hacen trampa cuando se meten en el rifirrafe contra el gobierno con la excusa de estar preocupados porque haya "grupos amplios de cuidadanos que vivan de manera subsidiada", como ha dicho su portavoz. Son tramposos porque están criticando como si fuera nuevo lo que ya existe. Si su preocupación por esa situación fuese sincera la hubieran expresado ya hace tiempo en todas las comunidades autónomas y no ahora; y, además, habrían criticado ese ingreso mínimo o renta básica no sólo en España sino en toda Europa.
¿Por qué lo hacen ahora, justo en este momento político? Obviamente, no puedo saber las intenciones de sus eminencias pero, en fin, es como eso de que sale de una vaca, es blanca y se mete en una botella... Además de tramposa, la declaración de los obispos españoles es cínica porque la institución que recibe más subsidios en España y la que tiene más privilegios democráticamente injustificables, y a diferencia de lo que ocurre en cualquier otro país europeo, es precisamente la Iglesia Católica.
Sin necesidad de entrar en el debate de si una parte del dinero que recibe del Estado es como contraprestación a servicios que realiza a la sociedad (algo que es bastante discutible pero que incluso puedo dar por bueno), lo cierto es que la Iglesia Católica tiene en España una financiación privilegiada que se puede considerar como un auténtico subsidio: entre otros, multitud de exenciones fiscales, el pago a sacerdotes o la posibilidad de inmatricular propiedades (se ha calculado que se ha apropiado de unas 100.000 desde que la dictadura franquista le permitió quedarse con ellas sólo con que el obispo correspondiente certificara que era suya).
Es muy cínico, pues, que los obispos españoles se preocupen ahora porque las personas sin empleo ni ingreso puedan recibir un subsidio para sobrevivir cuando su Iglesia católica española no podría vivir como vive ni hacer lo que hace si no fuera por los subsidios que recibe del Estado.
Y es particularmente cínico que la Conferencia Episcopal haga esa crítica cuando la jerarquía católica española hace un uso tan poco ejemplar del dinero que recibe del Estado. Por ejemplo, cuando dedica más dinero (10 millones de euros últimamente y más en años anteriores) a una cadena de televisión derechista y muy deficitaria (13TV) que a Cáritas (6 millones). Declaración tan falsa y oportunista que incluso es contraria a la doctrina de la Iglesia y a lo que propone Cáritas. Con tal de atacar al gobierno, los obispos españoles se saltan a la torera su propia doctrina.
El Papa Francisco acaba de reclamar hace unos días un "salario universal" para "garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos". Una reivindicación que, en puridad, es mucho más radical que la de una renta básica pues implica que el precio del trabajo no se fije en función de la oferta y la demanda en los mercados sino de tal manera que "reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan" quienes "viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja". Esta reivindicación del Papa de un salario universal (que no sería de mercado porque el mercado de trabajo no funciona para dignificar y reconocer la nobleza de las tareas humanas) se corresponde con una amplia tradición doctrinal de la Iglesia Católica que siempre ha concebido el derecho al trabajo de todas las personas como "un derecho fundamental" puesto que se considera que el trabajo es un instrumento insustituible de humanización (Juan Pablo II, Laboren Exercem). Y siendo el derecho a trabajar un derecho fundamental que se supone que siempre debe estar garantizado, lo lógico es que "la vida digna en el plano material, cultural y espiritual" (Pablo VI Octogesima Adveniens, 14) que la Iglesia católica defiende para todas las personas se garantice a través de un salario o remuneración del trabajo justos, eso sí, "teniendo presentes el puesto de trabajo y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común" Pablo VI, Gaudium et Spes, 67).
Y Juan Pablo II señaló en una de sus encíclicas que, si no se disfruta de ese derecho fundamental al trabajo de donde nace la remuneración justa que garantiza una vida digna, el Estado tiene "la obligación de prestar subsidio a favor de los desocupados, es decir, el deber de otorgar las convenientes subvenciones indispensables para la subsistencia de los trabajadores desocupados y de sus familias" (Juan Pablo II, Laborem Exercens, 18a).
Es cierto que eso no es defender un ingreso mínimo o renta básica para cualquiera que carezca de recursos y no pueda sobrevivir dignamente, sino un subsidio de desempleo para quienes habiendo estado ocupados han perdido el empleo. Pero ¿qué ocurre, entonces, cuando hay personas que no tienen los recursos necesarios para sobrevivir porque el Estado no cumple con esa obligación de concederle el subsidio de desempleo al ser despedidos involuntariamente (un millón de parados en España no recibe ayudas) o cuando, por cualquier otra circunstancia indeseada, no encuentran empleo? Para los obispos españoles está claro: esas personas empobrecidas deben mantenerse en la indigencia o vivir de la caridad. El gobierno, como antes todas las comunidades autónomas y todos los gobiernos europeos sin excepción, trata de evitar -con más eficacia de la que se consigue hasta ahora- que quienes estén en esa situación permanezcan en la pobreza. Y esto le parece mal a los obispos españoles, unos señores que en nombre de Dios se llenan la boca pregonando justicia, amor al prójimo, solidaridad, generosidad o paz.
La prueba palpable de que la propuesta que acaban de hacer los obispos españoles (dejar sin ingreso mínimo a las personas que no están empleadas y carecen de rentas una vez que pase la crisis del coronavirus) es contraria a su propia doctrina la ofrece Cáritas, la organización católica que tan ejemplar y esforzadamente se dedica a combatir la pobreza y a tratar de remediar el daño que produce a tantas personas.
Basta dedicar unos minutos a indagar en Google o en cualquier otro buscador para encontrar pruebas de que, quienes de verdad siguen la doctrina católica y luchan día a día contra la pobreza como hace Cáritas, sí defienden un ingreso o renta mínimos, antes y después de la crisis del coronavirus. Yo ofrezco modestamente estas primeras que he encontrado sobre la marcha por si de su lectura pudiera brotarles a sus eminencias algo de arrepentimiento y propósito de la enmienda:
Cáritas seguirá promoviendo la renta mínima garantizada
Cáritas pide que los Presupuestos de 2020 amplíen la cobertura de la Renta Mínima y un plan de apoyo a las familias
Cáritas solicita la renta básica como garantía para erradicar la pobreza
Cáritas edita un manual de referencia sobre el actual marco legal de la protección social en España (...) la autora propone la articulación de un marco legal básico de garantía de mínimos para todo el territorio
Cáritas insiste en establecer un Ingreso Mínimo Garantizado que proteja a las familias más golpeadas por el coronavirus. Urge al Gobierno a establecer un IMG equivalente para todo el Estado y que se mantenga en el futuro
Cáritas: La propuesta de ingreso mínimo garantizado para la inclusión no puede quedar circunscrita a la actual crisis que estamos atravesando.
Como he dicho antes, los obispos están en su derecho de militar contra el gobierno y de defender sus intereses y privilegios. Por mí pueden seguir haciéndolo pero, como acabo de demostrar, lo que han hecho con esta declaración es muy feo. Si de verdad creen en el infierno y en todo lo que predican yo les aconsejo humildemente que vayan corriendo a confesarse.
Según informó la Cadena Ser, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha declarado que el ingreso mínimo vital o renta básica que prepara el gobierno para ayudar a quienes se han quedado en paro o lo necesitan "es indispensable", pero sólo mientras dure la crisis del coronavirus pues, en su opinión, "pensar en una permanencia de grupos amplios de cuidadanos que vivan de manera subsidiada yo creo que no sería un horizonte deseable a largo plazo para el bien común".
Naturalmente, la jerarquía de la Iglesia católica española está en su derecho de mantener las posiciones políticas que desee y es lógico que lo haga, teniendo tantos privilegios heredados de la dictadura que le conviene proteger. Sin embargo, me parece que la declaración que ha hecho su portavoz se puede considerar objetivamente como tramposa, cínica y tan falsa y oportunista que incluso es contraria a la propia doctrina católica y a lo que propone Cáritas, que es la organización a la que los propios obispos españoles confían la lucha contra la pobreza. A continuación, justifico mi opinión.
Los obispos han hecho una declaración tramposa porque la renta básica, ingreso mínimo, renta de inserción... o como se quiera llamar a lo que va a aprobar el gobierno ya existe en todas las comunidades autónomas de España, gobernadas por partidos de distinto signo.
Lo único que ahora parece que pretende hacer el gobierno es establecer en España lo que ya existe en todos los países miembros de la Unión Europea, un ingreso o renta mínima nacional para combatir la pobreza, algo que en nuestro país (y esto sí que es criticable) no existe porque lo que tenemos son rentas mínimas en todas las comunidades autónomas, aunque con distinto nombre, condiciones y contenido y conformando todas ellas un conjunto (más bien una maraña) con grandes deficiencias, inequidades y disfuncionalidades que sí conviene reformar.
Por lo tanto, los obispos españoles hacen trampa cuando se meten en el rifirrafe contra el gobierno con la excusa de estar preocupados porque haya "grupos amplios de cuidadanos que vivan de manera subsidiada", como ha dicho su portavoz. Son tramposos porque están criticando como si fuera nuevo lo que ya existe. Si su preocupación por esa situación fuese sincera la hubieran expresado ya hace tiempo en todas las comunidades autónomas y no ahora; y, además, habrían criticado ese ingreso mínimo o renta básica no sólo en España sino en toda Europa.
¿Por qué lo hacen ahora, justo en este momento político? Obviamente, no puedo saber las intenciones de sus eminencias pero, en fin, es como eso de que sale de una vaca, es blanca y se mete en una botella... Además de tramposa, la declaración de los obispos españoles es cínica porque la institución que recibe más subsidios en España y la que tiene más privilegios democráticamente injustificables, y a diferencia de lo que ocurre en cualquier otro país europeo, es precisamente la Iglesia Católica.
Sin necesidad de entrar en el debate de si una parte del dinero que recibe del Estado es como contraprestación a servicios que realiza a la sociedad (algo que es bastante discutible pero que incluso puedo dar por bueno), lo cierto es que la Iglesia Católica tiene en España una financiación privilegiada que se puede considerar como un auténtico subsidio: entre otros, multitud de exenciones fiscales, el pago a sacerdotes o la posibilidad de inmatricular propiedades (se ha calculado que se ha apropiado de unas 100.000 desde que la dictadura franquista le permitió quedarse con ellas sólo con que el obispo correspondiente certificara que era suya).
Es muy cínico, pues, que los obispos españoles se preocupen ahora porque las personas sin empleo ni ingreso puedan recibir un subsidio para sobrevivir cuando su Iglesia católica española no podría vivir como vive ni hacer lo que hace si no fuera por los subsidios que recibe del Estado.
Y es particularmente cínico que la Conferencia Episcopal haga esa crítica cuando la jerarquía católica española hace un uso tan poco ejemplar del dinero que recibe del Estado. Por ejemplo, cuando dedica más dinero (10 millones de euros últimamente y más en años anteriores) a una cadena de televisión derechista y muy deficitaria (13TV) que a Cáritas (6 millones). Declaración tan falsa y oportunista que incluso es contraria a la doctrina de la Iglesia y a lo que propone Cáritas. Con tal de atacar al gobierno, los obispos españoles se saltan a la torera su propia doctrina.
El Papa Francisco acaba de reclamar hace unos días un "salario universal" para "garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos". Una reivindicación que, en puridad, es mucho más radical que la de una renta básica pues implica que el precio del trabajo no se fije en función de la oferta y la demanda en los mercados sino de tal manera que "reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan" quienes "viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja". Esta reivindicación del Papa de un salario universal (que no sería de mercado porque el mercado de trabajo no funciona para dignificar y reconocer la nobleza de las tareas humanas) se corresponde con una amplia tradición doctrinal de la Iglesia Católica que siempre ha concebido el derecho al trabajo de todas las personas como "un derecho fundamental" puesto que se considera que el trabajo es un instrumento insustituible de humanización (Juan Pablo II, Laboren Exercem). Y siendo el derecho a trabajar un derecho fundamental que se supone que siempre debe estar garantizado, lo lógico es que "la vida digna en el plano material, cultural y espiritual" (Pablo VI Octogesima Adveniens, 14) que la Iglesia católica defiende para todas las personas se garantice a través de un salario o remuneración del trabajo justos, eso sí, "teniendo presentes el puesto de trabajo y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común" Pablo VI, Gaudium et Spes, 67).
Y Juan Pablo II señaló en una de sus encíclicas que, si no se disfruta de ese derecho fundamental al trabajo de donde nace la remuneración justa que garantiza una vida digna, el Estado tiene "la obligación de prestar subsidio a favor de los desocupados, es decir, el deber de otorgar las convenientes subvenciones indispensables para la subsistencia de los trabajadores desocupados y de sus familias" (Juan Pablo II, Laborem Exercens, 18a).
Es cierto que eso no es defender un ingreso mínimo o renta básica para cualquiera que carezca de recursos y no pueda sobrevivir dignamente, sino un subsidio de desempleo para quienes habiendo estado ocupados han perdido el empleo. Pero ¿qué ocurre, entonces, cuando hay personas que no tienen los recursos necesarios para sobrevivir porque el Estado no cumple con esa obligación de concederle el subsidio de desempleo al ser despedidos involuntariamente (un millón de parados en España no recibe ayudas) o cuando, por cualquier otra circunstancia indeseada, no encuentran empleo? Para los obispos españoles está claro: esas personas empobrecidas deben mantenerse en la indigencia o vivir de la caridad. El gobierno, como antes todas las comunidades autónomas y todos los gobiernos europeos sin excepción, trata de evitar -con más eficacia de la que se consigue hasta ahora- que quienes estén en esa situación permanezcan en la pobreza. Y esto le parece mal a los obispos españoles, unos señores que en nombre de Dios se llenan la boca pregonando justicia, amor al prójimo, solidaridad, generosidad o paz.
La prueba palpable de que la propuesta que acaban de hacer los obispos españoles (dejar sin ingreso mínimo a las personas que no están empleadas y carecen de rentas una vez que pase la crisis del coronavirus) es contraria a su propia doctrina la ofrece Cáritas, la organización católica que tan ejemplar y esforzadamente se dedica a combatir la pobreza y a tratar de remediar el daño que produce a tantas personas.
Basta dedicar unos minutos a indagar en Google o en cualquier otro buscador para encontrar pruebas de que, quienes de verdad siguen la doctrina católica y luchan día a día contra la pobreza como hace Cáritas, sí defienden un ingreso o renta mínimos, antes y después de la crisis del coronavirus. Yo ofrezco modestamente estas primeras que he encontrado sobre la marcha por si de su lectura pudiera brotarles a sus eminencias algo de arrepentimiento y propósito de la enmienda:
Cáritas seguirá promoviendo la renta mínima garantizada
Cáritas pide que los Presupuestos de 2020 amplíen la cobertura de la Renta Mínima y un plan de apoyo a las familias
Cáritas solicita la renta básica como garantía para erradicar la pobreza
Cáritas edita un manual de referencia sobre el actual marco legal de la protección social en España (...) la autora propone la articulación de un marco legal básico de garantía de mínimos para todo el territorio
Cáritas insiste en establecer un Ingreso Mínimo Garantizado que proteja a las familias más golpeadas por el coronavirus. Urge al Gobierno a establecer un IMG equivalente para todo el Estado y que se mantenga en el futuro
Cáritas: La propuesta de ingreso mínimo garantizado para la inclusión no puede quedar circunscrita a la actual crisis que estamos atravesando.
Como he dicho antes, los obispos están en su derecho de militar contra el gobierno y de defender sus intereses y privilegios. Por mí pueden seguir haciéndolo pero, como acabo de demostrar, lo que han hecho con esta declaración es muy feo. Si de verdad creen en el infierno y en todo lo que predican yo les aconsejo humildemente que vayan corriendo a confesarse.
martes, 21 de abril de 2020
EL TONTO DEL PUEBLO ES... EL CURA
Tomado de eldiario.es
"Son más de 20.000 los compatriotas que han fallecido. Muchos de ellos sanitarios. Más de lo que dicen las cifras, nos siguen engañando, hermanos", son palabras de Alfonso Albuquerque, un cura del municipio murciano de Archena, que ha acusado al Gobierno central de ocultar los datos reales de la crisis de la COVID-19 en España.
Lo hacía en una misa telemática retransmitida en Telearchena, la cadena oficial de la localidad murciana. A lo largo de la homilía dijo que "aquí no hay verdad, hay persecución y hay mentira. Obviamente no puede haber paz. Las críticas están creciendo cada vez más". El cura también expuso que "el control de los móviles también se está haciendo, lo habéis notado en vuestros móviles y lo he notado yo".
El también vicario denunció durante la misa que "en nuestros medios informativos de cualquier televisión nacional, unas por ser del Gobierno, y otras por estar sufragadas por el Gobierno" tampoco se está informando sobre la labor de la Iglesia durante la crisis del coronavirus.
Durante el sermón, el párroco de la iglesia de San Juan Bautista del municipio murciano, compartido miles de veces en Twitter con una mayoría de comentarios críticos, preguntó de forma retórica a sus fieles que "cuánto somos capaz de hacer el bien sin salir desde nuestros hogares con un Gobierno que no está haciendo absolutamente nada"
"Es tiempo de una fuerte crítica hacia aquellos que nos gobiernan desde un desgobierno central y que están creando una gran paranoia nacional", abundó el cura, quien asiste con asiduidad a los mítines del PP en la localidad murciana y ha publicado en su cuenta de Facebook imágenes felicitando a la alcaldesa popular Patricia Fernández.
"Son más de 20.000 los compatriotas que han fallecido. Muchos de ellos sanitarios. Más de lo que dicen las cifras, nos siguen engañando, hermanos", son palabras de Alfonso Albuquerque, un cura del municipio murciano de Archena, que ha acusado al Gobierno central de ocultar los datos reales de la crisis de la COVID-19 en España.
Lo hacía en una misa telemática retransmitida en Telearchena, la cadena oficial de la localidad murciana. A lo largo de la homilía dijo que "aquí no hay verdad, hay persecución y hay mentira. Obviamente no puede haber paz. Las críticas están creciendo cada vez más". El cura también expuso que "el control de los móviles también se está haciendo, lo habéis notado en vuestros móviles y lo he notado yo".
El también vicario denunció durante la misa que "en nuestros medios informativos de cualquier televisión nacional, unas por ser del Gobierno, y otras por estar sufragadas por el Gobierno" tampoco se está informando sobre la labor de la Iglesia durante la crisis del coronavirus.
Durante el sermón, el párroco de la iglesia de San Juan Bautista del municipio murciano, compartido miles de veces en Twitter con una mayoría de comentarios críticos, preguntó de forma retórica a sus fieles que "cuánto somos capaz de hacer el bien sin salir desde nuestros hogares con un Gobierno que no está haciendo absolutamente nada"
"Es tiempo de una fuerte crítica hacia aquellos que nos gobiernan desde un desgobierno central y que están creando una gran paranoia nacional", abundó el cura, quien asiste con asiduidad a los mítines del PP en la localidad murciana y ha publicado en su cuenta de Facebook imágenes felicitando a la alcaldesa popular Patricia Fernández.
lunes, 20 de abril de 2020
TONTOS DE TODOS LOS COLORES
Tomado de elperiodico.com
La Policía Local de El Vendrell (Tarragona) investiga una concentración pública de unas 50 personas que tuvo lugar a las 20.30 horas de este viernes en el municipio mientras un imán realizaba una llamada a la oración en la vía pública, pese a estar prohibida por el confinamiento.
Fuentes municipales han explicado a Europa Press que la asociación que organizó la llamada a la oración pidió a los fieles que siguieran la plegaria desde casa, pero que, a pesar de ello, unas 50 personas se desplazaron hasta donde el imán llamaba a la oración previa a la celebración del Ramadán.
La iniciativa, impulsada por l'Associació Cultural de Joves i Esports de Catalunya del Vendrell, pretendía que los feligreses siguieran la oración desde los balcones.
En un comunicado, el Ayuntamiento ha informado de que la concentración no estaba autorizada, y que se han abierto diligencias municipales "para investigar y sancionar los hechos".
Por su parte, el alcalde del municipio, Kenneth Martínez, ha asegurado que el consistorio estaba informado de la actividad religiosa, pero que se planteó como cualquier otra iniciativa que se está realizando estos días de confinamiento.
La Policía Local de El Vendrell (Tarragona) investiga una concentración pública de unas 50 personas que tuvo lugar a las 20.30 horas de este viernes en el municipio mientras un imán realizaba una llamada a la oración en la vía pública, pese a estar prohibida por el confinamiento.
Fuentes municipales han explicado a Europa Press que la asociación que organizó la llamada a la oración pidió a los fieles que siguieran la plegaria desde casa, pero que, a pesar de ello, unas 50 personas se desplazaron hasta donde el imán llamaba a la oración previa a la celebración del Ramadán.
La iniciativa, impulsada por l'Associació Cultural de Joves i Esports de Catalunya del Vendrell, pretendía que los feligreses siguieran la oración desde los balcones.
En un comunicado, el Ayuntamiento ha informado de que la concentración no estaba autorizada, y que se han abierto diligencias municipales "para investigar y sancionar los hechos".
Por su parte, el alcalde del municipio, Kenneth Martínez, ha asegurado que el consistorio estaba informado de la actividad religiosa, pero que se planteó como cualquier otra iniciativa que se está realizando estos días de confinamiento.
domingo, 19 de abril de 2020
GRAN APORTACIÓN DEL GOBIERNO ARGENTINO A LA PANDEMIA
Tomado de mundodeportivo.com
El Gobierno argentino aprovechó este viernes durante la comparecencia que realiza diáriamente el ministerio de Salud del país sudamericano para profundizar sobre el sexo durante el confinamiento por el coronavirus. Un médico experto en la materia aconsejó a la población sobre la forma en que tratar este tema durante lo que dure el estado de alarma. Este también quiso recalcar la importancia de la masturbación y el sexo virtual en aquellos casos en los que el ciudadano está viviendo solo.
La secretaria de Estado de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, presentó al infectólogo José Barletta y justificó su presencia por la gran cantidad de consultas recibidas “sobre este tema y muchas personas que por ahí no se animan a consultar, por eso en este reporte vamos a hablar de sexo seguro en tiempos de Covid”.
“Hay muy poca información disponible hoy de si el virus se elimina efectivamente a través del semen y a través de las secreciones de la vagina y del recto”, afirmó Barletta, dejando claro que el coronavirus sí se transmite “muy fácilmente a través de actos cotidianos como los besos”. Por ello, el médico pidió a la población “evitar encontrarnos con personas que no convivimos”.
“Hablamos de evitar el contacto cara a cara”, agregó el infectólogo, que recomendó varias prácticas a distancia para no romper el confinamiento como “las videollamadas, el sexo virtual, el sexting”. Barletta dijo que estas opciones tecnológicas “pueden ser una buena alternativa”.
El Gobierno argentino aprovechó este viernes durante la comparecencia que realiza diáriamente el ministerio de Salud del país sudamericano para profundizar sobre el sexo durante el confinamiento por el coronavirus. Un médico experto en la materia aconsejó a la población sobre la forma en que tratar este tema durante lo que dure el estado de alarma. Este también quiso recalcar la importancia de la masturbación y el sexo virtual en aquellos casos en los que el ciudadano está viviendo solo.
La secretaria de Estado de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, presentó al infectólogo José Barletta y justificó su presencia por la gran cantidad de consultas recibidas “sobre este tema y muchas personas que por ahí no se animan a consultar, por eso en este reporte vamos a hablar de sexo seguro en tiempos de Covid”.
“Hay muy poca información disponible hoy de si el virus se elimina efectivamente a través del semen y a través de las secreciones de la vagina y del recto”, afirmó Barletta, dejando claro que el coronavirus sí se transmite “muy fácilmente a través de actos cotidianos como los besos”. Por ello, el médico pidió a la población “evitar encontrarnos con personas que no convivimos”.
“Hablamos de evitar el contacto cara a cara”, agregó el infectólogo, que recomendó varias prácticas a distancia para no romper el confinamiento como “las videollamadas, el sexo virtual, el sexting”. Barletta dijo que estas opciones tecnológicas “pueden ser una buena alternativa”.
sábado, 18 de abril de 2020
IGLESIA EVANGÉLICA Y ERTE
Tomado de infolibre.es
El Gobierno ha frenado el intento de la Iglesia evangélica de acogerse a expedienes temporales de regulación de empleo (ERTE) y de que sus pastores puedan cobrar el paro. Con la legislación vigente, para acogerse a estas medidas es necesario estar dentro del Estatuto de los Trabajadores, explica a infoLibre el Ministerio de Presidencia para justificar el rechazo a la petición. "Los ministros de culto no lo están, por eso no cotizan y no cobran el paro", añade. La respuesta a la solicitud de los evangélicos es no.
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) había solicitado por escrito al Ministerio de Presidencia, del que dependen las relaciones con las confesiones religiosas, "que estudie la posibilidad de que de forma extraordinaria las iglesias pudieran acogerse a un ERTE y sus pastores recibir la prestación por desempleo", explicaba esta organización en un comunicado.
Las iglesias evangélicas están atravesando un momento muy delicado. El estado de alarma está provocando "una fuerte caída de los ingresos que dificulta que nuestras iglesias puedan hacer frente al pago de sus obligaciones económicas: alquileres, suministros, salarios de sus trabajadores o de los pastores", indica la federación evangélica.
El régimen especial de Seguridad Social de los Ministros de Culto no contempla la posibilidad de paro y, por lo tanto, de derecho a prestaciones por desempleo o cese de la actividad laboral. Por ello, Ferede solicitó a Presidencia que "valore la posibilidad de que, de manera extraordinaria, las iglesias puedan acogerse a un ERTE en relación con sus ministros de culto". Ferede quería que los pastores puedan acogerse durante el tiempo de suspensión de su ministerio pastoral a la prestación extraordinaria por desempleo.
La consulta a Presidencia, ministerio capitaneado por la vicepresidenta Carmen Calvo, se realizó después de que el área jurídica de Ferede comprobase que las medidas incluidas en los decretos del Gobierno están "dirigidas a ciudadanos particulares en situación de vulnerabilidad o a empresas, y no parecen aplicables, en su mayoría, a las iglesias evangélicas".
Ferede, en respuesta a preguntas de este periódico, explica a través de un portavoz oficial que las iglesias evangélicas más fuertes económicamente tienen administrativos asalariados que sí pueden acogerse a algunas de las medidas paliativas para la situación de emergencia, "de la misma manera que puede una ONG". Pero los pastores no pueden. Ferede no especifica a cuántos ministros de culto afecta la medida. El portavoz consultado sí asegura que, de las 4.000 iglesias evangélicas, más de la mitad tienen pastores que se ganan su sustento con actividades ajenas a su ministerio. Los que pueden depender de su actividad pastoral obtienen sus ingresos de los donativos de los fieles. Ferede subraya que las iglesias llevan ya cinco domingos sin actividades públicas, momento habitual de entrega de donativos.
"Las iglesias evangélicas son autónomas. No reciben subvención del Estado", señala el portavoz, que recalca que las ayudas obtenidas a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia –que están siendo objeto de un examen muy crítico por parte del Tribunal de Cuentas, como ha desvelado infoLibre– constituyen cantidades modestas y que en ningún caso son para el culto.
La cuestión es peliaguda y desvela una posible ventaja de la Iglesia católica, que paga los sueldos de sus sacerdotes y obispos con cargo a una partida anual de dinero público salida de la llamada equis católica de la declaración de la renta. La Iglesia católica, no obstante, también está pasando un momento económico difícil, derivado del drástico frenazo de los donativos por el cierre de templos.
Presidencia señala que la consulta de Ferede, que tuvo –según el departamento de Calvo– un carácter "informal", ha sido respondida negativamente por una consideración válida "para todos los ministros de culto", no sólo los evangélicos. Es decir, por no estar bajo el paraguas del Estatuto de los Trabajadores.
El Gobierno ha frenado el intento de la Iglesia evangélica de acogerse a expedienes temporales de regulación de empleo (ERTE) y de que sus pastores puedan cobrar el paro. Con la legislación vigente, para acogerse a estas medidas es necesario estar dentro del Estatuto de los Trabajadores, explica a infoLibre el Ministerio de Presidencia para justificar el rechazo a la petición. "Los ministros de culto no lo están, por eso no cotizan y no cobran el paro", añade. La respuesta a la solicitud de los evangélicos es no.
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) había solicitado por escrito al Ministerio de Presidencia, del que dependen las relaciones con las confesiones religiosas, "que estudie la posibilidad de que de forma extraordinaria las iglesias pudieran acogerse a un ERTE y sus pastores recibir la prestación por desempleo", explicaba esta organización en un comunicado.
Las iglesias evangélicas están atravesando un momento muy delicado. El estado de alarma está provocando "una fuerte caída de los ingresos que dificulta que nuestras iglesias puedan hacer frente al pago de sus obligaciones económicas: alquileres, suministros, salarios de sus trabajadores o de los pastores", indica la federación evangélica.
El régimen especial de Seguridad Social de los Ministros de Culto no contempla la posibilidad de paro y, por lo tanto, de derecho a prestaciones por desempleo o cese de la actividad laboral. Por ello, Ferede solicitó a Presidencia que "valore la posibilidad de que, de manera extraordinaria, las iglesias puedan acogerse a un ERTE en relación con sus ministros de culto". Ferede quería que los pastores puedan acogerse durante el tiempo de suspensión de su ministerio pastoral a la prestación extraordinaria por desempleo.
La consulta a Presidencia, ministerio capitaneado por la vicepresidenta Carmen Calvo, se realizó después de que el área jurídica de Ferede comprobase que las medidas incluidas en los decretos del Gobierno están "dirigidas a ciudadanos particulares en situación de vulnerabilidad o a empresas, y no parecen aplicables, en su mayoría, a las iglesias evangélicas".
Ferede, en respuesta a preguntas de este periódico, explica a través de un portavoz oficial que las iglesias evangélicas más fuertes económicamente tienen administrativos asalariados que sí pueden acogerse a algunas de las medidas paliativas para la situación de emergencia, "de la misma manera que puede una ONG". Pero los pastores no pueden. Ferede no especifica a cuántos ministros de culto afecta la medida. El portavoz consultado sí asegura que, de las 4.000 iglesias evangélicas, más de la mitad tienen pastores que se ganan su sustento con actividades ajenas a su ministerio. Los que pueden depender de su actividad pastoral obtienen sus ingresos de los donativos de los fieles. Ferede subraya que las iglesias llevan ya cinco domingos sin actividades públicas, momento habitual de entrega de donativos.
"Las iglesias evangélicas son autónomas. No reciben subvención del Estado", señala el portavoz, que recalca que las ayudas obtenidas a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia –que están siendo objeto de un examen muy crítico por parte del Tribunal de Cuentas, como ha desvelado infoLibre– constituyen cantidades modestas y que en ningún caso son para el culto.
La cuestión es peliaguda y desvela una posible ventaja de la Iglesia católica, que paga los sueldos de sus sacerdotes y obispos con cargo a una partida anual de dinero público salida de la llamada equis católica de la declaración de la renta. La Iglesia católica, no obstante, también está pasando un momento económico difícil, derivado del drástico frenazo de los donativos por el cierre de templos.
Presidencia señala que la consulta de Ferede, que tuvo –según el departamento de Calvo– un carácter "informal", ha sido respondida negativamente por una consideración válida "para todos los ministros de culto", no sólo los evangélicos. Es decir, por no estar bajo el paraguas del Estatuto de los Trabajadores.
viernes, 17 de abril de 2020
OTRO ESPABILADO ILUMINATI...
Tomado de eldiario.es
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llevaba más de un mes sin hacer ninguna aparición pública en plena pandemia del coronavirus, pero volvió el pasado miércoles por la noche para ofrecer un discurso televisado donde ha dicho que el virus es "una señal de Dios" contra la hegemonía. "Estas fuerzas transnacionales que solo quieren tomar el control del planeta, eso es un pecado. Y el Señor nos está enviando esta señal", afirmó.
Las prolongadas ausencias de Ortega son tan habituales que ya se ha ganado el apodo del "gobernante ausente", pero esta vez ha batido el récord de días. De hecho, muchos ya empezaban a preocuparse por la salud del exguerrillero de 74 años, el cual se negó a adoptar las medidas de distanciamiento social aplicadas en otros países e incluso llegó a alentar a los nicaragüenses a participar en reuniones masivas.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llevaba más de un mes sin hacer ninguna aparición pública en plena pandemia del coronavirus, pero volvió el pasado miércoles por la noche para ofrecer un discurso televisado donde ha dicho que el virus es "una señal de Dios" contra la hegemonía. "Estas fuerzas transnacionales que solo quieren tomar el control del planeta, eso es un pecado. Y el Señor nos está enviando esta señal", afirmó.
Las prolongadas ausencias de Ortega son tan habituales que ya se ha ganado el apodo del "gobernante ausente", pero esta vez ha batido el récord de días. De hecho, muchos ya empezaban a preocuparse por la salud del exguerrillero de 74 años, el cual se negó a adoptar las medidas de distanciamiento social aplicadas en otros países e incluso llegó a alentar a los nicaragüenses a participar en reuniones masivas.
jueves, 16 de abril de 2020
ENTONCES, DIOS LO HA QUERIDO, CLARO
Tomado de publico.es
Gerald O. Glenn, pastor y fundador de la Iglesia Evangelista de la Nueva Liberación de Richmond (Virginia, EEUU), ha muerto tras haber dado positivo en coronavirus. El obispo desafió a la pandemia y, el pasado 22 de marzo, en plena emergencia aseguró en un sermón: "Creo firmemente que Dios es más grande que este temido virus".
El pastor decidió no seguir las advertencias de las autoridades locales, las cuales recomendaban evitar reuniones masivas y mantener el distanciamiento social. Así, continuó congregando a fieles en su iglesia, incluso hasta hace unos días.
"Soy esencial. Soy un predicador, ¡hablo con Dios!", aseveró en unas declaraciones recogidas por CNN. El 4 de abril, su hija publicó un vídeo en el que el obispo anunciaba que tanto él como su esposa habían dado positivo por covid-19.
"Mientras lloran la desgarradora ausencia terrenal de su patriarca familiar y padre espiritual, también tienen familiares que luchan por sobrevivir a esta temida pandemia", reza en una publicación de Facebook de la iglesia, medio por el que se anunció este domingo la muerte del pasor.
Gerald O. Glenn, pastor y fundador de la Iglesia Evangelista de la Nueva Liberación de Richmond (Virginia, EEUU), ha muerto tras haber dado positivo en coronavirus. El obispo desafió a la pandemia y, el pasado 22 de marzo, en plena emergencia aseguró en un sermón: "Creo firmemente que Dios es más grande que este temido virus".
El pastor decidió no seguir las advertencias de las autoridades locales, las cuales recomendaban evitar reuniones masivas y mantener el distanciamiento social. Así, continuó congregando a fieles en su iglesia, incluso hasta hace unos días.
"Soy esencial. Soy un predicador, ¡hablo con Dios!", aseveró en unas declaraciones recogidas por CNN. El 4 de abril, su hija publicó un vídeo en el que el obispo anunciaba que tanto él como su esposa habían dado positivo por covid-19.
"Mientras lloran la desgarradora ausencia terrenal de su patriarca familiar y padre espiritual, también tienen familiares que luchan por sobrevivir a esta temida pandemia", reza en una publicación de Facebook de la iglesia, medio por el que se anunció este domingo la muerte del pasor.
miércoles, 15 de abril de 2020
PARA QUÉ VACUNA SI ESTÁ DIOS
Tomado de David Bollero en publico.es
La Iglesia católica anda más preocupada por la fe que por la vida de sus fieles. No es la único, PP y Vox, los grandes sabios epidemiólogos de esta pandemia, defienden la asistencia a misas cuando aún no hemos doblegado la curva de contagios. ¿Por qué buscar vacuna si su dios parece ser la mejor protección contra el coronavirus?
La semana pasada escribía Crisis de fe en tiempos de pandemia y ahora la Conferencia Episcopal Española (CEE) me da la razón, algo que me inquieta, todo sea dicho. En aquel artículo describía lo sencillo que resulta construir una religión y cómo en épocas de desgracia las religiones aprovechan los temores/incertidumbres de las personas para atraerlas con la fe, esto es, con resignación a lo inexplicable como el clavo ardiendo al que aferrarse.
Ahora, mi colega Jesús Bastante, que posiblemente sea el periodista que mejor conoce los entresijos de la Iglesia católica en España, cuenta en eldiario.es cómo la CEE ha elevado una queja por la interrupción de misas que se estaban celebrando durante el confinamiento. Sólo en el caso de Granada, el Viernes Santo y con presencia del Arzobispo se congregó una venintena de personas.
La derecha, la extrema-derecha y la Iglesia han optado por hacerse las tontas, confundiendo el hecho de que se permita el culto con que se permita acudir a él en persona. Las prohibición de circulación es cristalina y quien no lo entienda, tiene serios problemas de comprensión lectora o que, como en tiempos que quizás anhelen, creen que a la Iglesia hay que medirla con otro rasero.
Dado que en España tenemos la anomalía democrática -por ser diplomático- de retransmitir por la televisión pública oficios católicos, ¿qué necesidad hay de romper el confinamiento para desplazarse a la iglesia? Si la CEE es capaz de poner cepillos para pagar con el móvil, ¿por qué no recurre al streaming por internet para llegar a sus fieles? Si el Papa lo puede hacer, ¿por qué algunos curas españoles quieren ser diferentes?
Quizás es que su preocupación nada tiene que ver con la fe, quizás viene más fundada, como informaba Bastante hace unos días, por el temor a perder hasta 255 millones de euros del cepillo. Asumido ese miedo, antes que seguir poniendo en riesgo las vidas humanas, debería plantearse que el compromiso de sus fieles con la Iglesia no es tan sólido, porque de serlo, las donaciones se pueden seguir realizando por otros medios alternativos al cepillo... bien lo sabe la CEE que, cuando se trata de dinero, sabe buscar todas las vueltas para amasar fortuna.
En cuanto a PP y Vox, llevar esta cuestión al Senado, plantear que sólo en un Estado de Excepción y no de Alarma se pueden prohibir las misas es una auténtica temeridad, contradiccióm y, perdónenme, una gilipollez. Las misas no se prohiben, las misas se pueden celebrar, pero a puerta cerrada. Es sencillo de entender, porque si abrimos la puerta a la celebración de oficios con público, ¿por qué prohibir el deporte, que es mucho menos peligroso para el contagio y reporta más bienestar que la religión?
Las quejas de los sectores conservadores, y ahí metemos a la derecha, su escisión fascista y la Iglesia, deberían quedar como una mera anécdota, un nuevo gesto al que prestar escasa atención porque para lo único que sirve es para retratar su calaña.
La Iglesia católica anda más preocupada por la fe que por la vida de sus fieles. No es la único, PP y Vox, los grandes sabios epidemiólogos de esta pandemia, defienden la asistencia a misas cuando aún no hemos doblegado la curva de contagios. ¿Por qué buscar vacuna si su dios parece ser la mejor protección contra el coronavirus?
La semana pasada escribía Crisis de fe en tiempos de pandemia y ahora la Conferencia Episcopal Española (CEE) me da la razón, algo que me inquieta, todo sea dicho. En aquel artículo describía lo sencillo que resulta construir una religión y cómo en épocas de desgracia las religiones aprovechan los temores/incertidumbres de las personas para atraerlas con la fe, esto es, con resignación a lo inexplicable como el clavo ardiendo al que aferrarse.
Ahora, mi colega Jesús Bastante, que posiblemente sea el periodista que mejor conoce los entresijos de la Iglesia católica en España, cuenta en eldiario.es cómo la CEE ha elevado una queja por la interrupción de misas que se estaban celebrando durante el confinamiento. Sólo en el caso de Granada, el Viernes Santo y con presencia del Arzobispo se congregó una venintena de personas.
La derecha, la extrema-derecha y la Iglesia han optado por hacerse las tontas, confundiendo el hecho de que se permita el culto con que se permita acudir a él en persona. Las prohibición de circulación es cristalina y quien no lo entienda, tiene serios problemas de comprensión lectora o que, como en tiempos que quizás anhelen, creen que a la Iglesia hay que medirla con otro rasero.
Dado que en España tenemos la anomalía democrática -por ser diplomático- de retransmitir por la televisión pública oficios católicos, ¿qué necesidad hay de romper el confinamiento para desplazarse a la iglesia? Si la CEE es capaz de poner cepillos para pagar con el móvil, ¿por qué no recurre al streaming por internet para llegar a sus fieles? Si el Papa lo puede hacer, ¿por qué algunos curas españoles quieren ser diferentes?
Quizás es que su preocupación nada tiene que ver con la fe, quizás viene más fundada, como informaba Bastante hace unos días, por el temor a perder hasta 255 millones de euros del cepillo. Asumido ese miedo, antes que seguir poniendo en riesgo las vidas humanas, debería plantearse que el compromiso de sus fieles con la Iglesia no es tan sólido, porque de serlo, las donaciones se pueden seguir realizando por otros medios alternativos al cepillo... bien lo sabe la CEE que, cuando se trata de dinero, sabe buscar todas las vueltas para amasar fortuna.
En cuanto a PP y Vox, llevar esta cuestión al Senado, plantear que sólo en un Estado de Excepción y no de Alarma se pueden prohibir las misas es una auténtica temeridad, contradiccióm y, perdónenme, una gilipollez. Las misas no se prohiben, las misas se pueden celebrar, pero a puerta cerrada. Es sencillo de entender, porque si abrimos la puerta a la celebración de oficios con público, ¿por qué prohibir el deporte, que es mucho menos peligroso para el contagio y reporta más bienestar que la religión?
Las quejas de los sectores conservadores, y ahí metemos a la derecha, su escisión fascista y la Iglesia, deberían quedar como una mera anécdota, un nuevo gesto al que prestar escasa atención porque para lo único que sirve es para retratar su calaña.
martes, 14 de abril de 2020
lunes, 13 de abril de 2020
LUMBRERA ESTELAR EN LA CONSTELACIÓN DE LOS ASNOS
Tomado de lavanguardia.com
La portavoz adjunta y secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha criticado el desalojo de la Catedral de Granada el Viernes Santo cuando se celebraba una misa con una veintena de feligreses porque considera que está "al margen de la Constitución" así como "se ha suspendido un derecho fundamental, la libertad de culto".
Olona ha parafraseado la cita "La única Iglesia que ilumina es la que arde" y, a continuación, ha indicado que "hoy no las queman, las vacían". En un hilo de Twitter, ha lamentado que este desalojo se traduce en "el siguiente derecho fundamental suspendido: Libertad de culto".
La secretaria general de Vox ha asegurado que "las ceremonias religiosas están permitidas" y ha indicado que "para suspenderlas tiene que declararse el estado de excepción". "Se ha aplicado por la vía de los hechos, al margen de nuestra Constitución, damos tan por supuestos nuestros derechos que cuando los hemos perdido ni lo hemos advertido", ha añadido.
La Policía Nacional desalojó el Viernes Santo la Catedral de Granada donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.
La Policía Nacional informó a Europa Press que esta misa tuvo lugar sobre las 17,00 horas, cuando una dotación de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía dio la voz de alarma y, por ello, los agentes se dirigieron hacia el templo. Además, varios particulares alertaron a la autoridad de la celebración de esta misa con feligreses.
Los agentes informaron al Arzobispado de que "no se podía celebrar el acto" debido al estado de alarma en el que se encuentra el país con motivo del coronavirus y el arzobispo de Granada interrumpió la misa para trasladar esta información a los feligreses. Según indica la Policía Nacional, los asistentes desalojaron la Catedral "de forma pacífica y sin altercados" y, además, no se les sancionó.
La portavoz adjunta y secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha criticado el desalojo de la Catedral de Granada el Viernes Santo cuando se celebraba una misa con una veintena de feligreses porque considera que está "al margen de la Constitución" así como "se ha suspendido un derecho fundamental, la libertad de culto".
Olona ha parafraseado la cita "La única Iglesia que ilumina es la que arde" y, a continuación, ha indicado que "hoy no las queman, las vacían". En un hilo de Twitter, ha lamentado que este desalojo se traduce en "el siguiente derecho fundamental suspendido: Libertad de culto".
La secretaria general de Vox ha asegurado que "las ceremonias religiosas están permitidas" y ha indicado que "para suspenderlas tiene que declararse el estado de excepción". "Se ha aplicado por la vía de los hechos, al margen de nuestra Constitución, damos tan por supuestos nuestros derechos que cuando los hemos perdido ni lo hemos advertido", ha añadido.
La Policía Nacional desalojó el Viernes Santo la Catedral de Granada donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.
La Policía Nacional informó a Europa Press que esta misa tuvo lugar sobre las 17,00 horas, cuando una dotación de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía dio la voz de alarma y, por ello, los agentes se dirigieron hacia el templo. Además, varios particulares alertaron a la autoridad de la celebración de esta misa con feligreses.
Los agentes informaron al Arzobispado de que "no se podía celebrar el acto" debido al estado de alarma en el que se encuentra el país con motivo del coronavirus y el arzobispo de Granada interrumpió la misa para trasladar esta información a los feligreses. Según indica la Policía Nacional, los asistentes desalojaron la Catedral "de forma pacífica y sin altercados" y, además, no se les sancionó.
domingo, 12 de abril de 2020
LOS PRIVILEGIADOS HOSPITALES DE LA IGLESIA
Tomado de publico.es
La Iglesia católica ha ido tejiendo en España a lo largo de los años una espesa red asistencial, de la que forman parte decenas de hospitales, pertenecientes a distintas órdenes o movimientos religiosos. Aunque compiten a cara de perro con las empresas privadas, la mayoría de esos hospitales tienen la consideración de entidades sin ánimo de lucro, lo que les proporciona jugosas ventajas fiscales.
Sobre su número exacto existen algunas discrepancias, que se explican por las distintas metodologías que utilizan las organizaciones que emiten datos al respecto. Según la última Memoria de Actividades de la Conferencia Episcopal, correspondiente a 2017, ese año había en España 66 hospitales de la Iglesia. Sin embargo, el Catálogo Nacional de Hospitales de 2019, que elabora el Ministerio de Sanidad, los cifra en 59.
Esos 59 hospitales representan un 7,3% de los 806 que recoge el catálogo y prácticamente todos son de tamaño medio (menos de 500 camas), como ocurre en general con los hospitales privados. Más de 500 camas sólo tienen actualmente 75 centros en España, de los que 48 pertenecen al Sistema Nacional de Salud, y superan las mil nada más que 17, todos ellos públicos menos uno.
Aunque detrás de ellos haya entidades sin ánimo de lucro, que en teoría reinvierten sus beneficios en mejoras asistenciales, los hospitales católicos operan en un mercado muy competitivo, que maneja 36.000 millones de euros al año (más de un tercio del gasto sanitario global) y donde los conciertos con la Administración y los acuerdos con las aseguradoras son importantes fuentes de ingresos.
Un 43% de los hospitales privados tiene algún tipo de concierto para prestar servicios por cuenta del Estado, porcentaje que se eleva al 61% en el caso de los médico-quirúrgicos y al 51% en el caso de los generales. Para negociar con más fuerza, se han producido algunos movimientos estratégicos, como la constitución del grupo Hospitales Católicos de Madrid, que nació en 2014, siendo arzobispo de la diócesis el cardenal Rouco Varela, y que hoy integra nueve: La Milagrosa, Nuestra Señora del Rosario, San Miguel, San Rafael, Santa Elena, San Francisco de Asís, Beata María Ana, Benito Menni y el hospital de la Venerable Orden Tercera (VOT) de San Francisco de Asís.
Entre sus propietarios figuran las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, una pequeña congregación con apenas un millar de religiosos en todo el mundo; la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, con algo más de 1.200; el Instituto de Franciscanas Misioneras de María, y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
El hecho de que estas organizaciones religiosas compitan por los recursos sanitarios no es visto con buenos ojos por algunas empresas privadas, que lo consideran una suerte de competencia desleal, debido a las ventajas fiscales de que disfrutan en razón de su carácter benéfico. Como parte de la Iglesia católica, están exentas del IBI, y disfrutan de exenciones parciales del Impuesto de Sociedades y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, entre otros.
La Iglesia católica ha ido tejiendo en España a lo largo de los años una espesa red asistencial, de la que forman parte decenas de hospitales, pertenecientes a distintas órdenes o movimientos religiosos. Aunque compiten a cara de perro con las empresas privadas, la mayoría de esos hospitales tienen la consideración de entidades sin ánimo de lucro, lo que les proporciona jugosas ventajas fiscales.
Sobre su número exacto existen algunas discrepancias, que se explican por las distintas metodologías que utilizan las organizaciones que emiten datos al respecto. Según la última Memoria de Actividades de la Conferencia Episcopal, correspondiente a 2017, ese año había en España 66 hospitales de la Iglesia. Sin embargo, el Catálogo Nacional de Hospitales de 2019, que elabora el Ministerio de Sanidad, los cifra en 59.
Esos 59 hospitales representan un 7,3% de los 806 que recoge el catálogo y prácticamente todos son de tamaño medio (menos de 500 camas), como ocurre en general con los hospitales privados. Más de 500 camas sólo tienen actualmente 75 centros en España, de los que 48 pertenecen al Sistema Nacional de Salud, y superan las mil nada más que 17, todos ellos públicos menos uno.
Aunque detrás de ellos haya entidades sin ánimo de lucro, que en teoría reinvierten sus beneficios en mejoras asistenciales, los hospitales católicos operan en un mercado muy competitivo, que maneja 36.000 millones de euros al año (más de un tercio del gasto sanitario global) y donde los conciertos con la Administración y los acuerdos con las aseguradoras son importantes fuentes de ingresos.
Un 43% de los hospitales privados tiene algún tipo de concierto para prestar servicios por cuenta del Estado, porcentaje que se eleva al 61% en el caso de los médico-quirúrgicos y al 51% en el caso de los generales. Para negociar con más fuerza, se han producido algunos movimientos estratégicos, como la constitución del grupo Hospitales Católicos de Madrid, que nació en 2014, siendo arzobispo de la diócesis el cardenal Rouco Varela, y que hoy integra nueve: La Milagrosa, Nuestra Señora del Rosario, San Miguel, San Rafael, Santa Elena, San Francisco de Asís, Beata María Ana, Benito Menni y el hospital de la Venerable Orden Tercera (VOT) de San Francisco de Asís.
Entre sus propietarios figuran las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, una pequeña congregación con apenas un millar de religiosos en todo el mundo; la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, con algo más de 1.200; el Instituto de Franciscanas Misioneras de María, y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.
El hecho de que estas organizaciones religiosas compitan por los recursos sanitarios no es visto con buenos ojos por algunas empresas privadas, que lo consideran una suerte de competencia desleal, debido a las ventajas fiscales de que disfrutan en razón de su carácter benéfico. Como parte de la Iglesia católica, están exentas del IBI, y disfrutan de exenciones parciales del Impuesto de Sociedades y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, entre otros.
sábado, 11 de abril de 2020
EL ARZOBISPO ES TONTO
Tomado de eldiario.es
La Policía Nacional ha desalojado este Viernes Santo la Catedral de Granada donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, reconocido por tener una carrera episcopal envuelta de escándalos mediáticos como el de la publicación del ensayo Cásate y sé sumisa.
La Policía Nacional ha informado a Europa Press que esta misa ha tenido lugar sobre las 17:00 horas de este viernes, cuando una dotación de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía (la policía autonómica) ha dado la voz de alarma y, por ello, los agentes se han dirigido hacia el templo. Además, varios particulares han alertado a la autoridad de la celebración de esta misa con feligreses.
"La Policía dice que tenemos que desalojar la iglesia, que si no sancionarán a las personas presentes uno por uno", ha comunicado el arzobispo antes de pedir a los congregados que se acercaran a comulgar y salieran del templo. Esa veintena de personas han recibido la comunión de manos de Martínez y han abandonado la catedral, tras lo que el arzobispo ha continuado celebrando los oficios que se retransmiten por televisión.
Este es el momento en el que el arzobispo ha comunicado a las personas presentes que tenían que dejar el templo. Se ha podido ver en Virgen de las Angustias TV (el canal del Arzobispado) y lo ha recogido El Independiente de Granada.
Fuentes del Arzobispado han explicado a Efe que hasta la llegada de los agentes, y atendiendo al artículo 11 del decreto del estado de alarma, estaban celebrando la misa con fieles desde el convencimiento de que es una práctica permitida.
Han recordado que se establecía que se podría acudir a lugares de culto siempre que se mantuvieran las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias, que en este caso se cumplían, y con una limitación de aforo, con una veintena de personas en un espacio con capacidad para unas 900. Sin embargo, según indica la Policía Nacional, los asistentes han desalojado la Catedral "de forma pacífica y sin altercados" y, además, no se les ha sancionado.
La Policía Nacional ha desalojado este Viernes Santo la Catedral de Granada donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, reconocido por tener una carrera episcopal envuelta de escándalos mediáticos como el de la publicación del ensayo Cásate y sé sumisa.
La Policía Nacional ha informado a Europa Press que esta misa ha tenido lugar sobre las 17:00 horas de este viernes, cuando una dotación de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía (la policía autonómica) ha dado la voz de alarma y, por ello, los agentes se han dirigido hacia el templo. Además, varios particulares han alertado a la autoridad de la celebración de esta misa con feligreses.
"La Policía dice que tenemos que desalojar la iglesia, que si no sancionarán a las personas presentes uno por uno", ha comunicado el arzobispo antes de pedir a los congregados que se acercaran a comulgar y salieran del templo. Esa veintena de personas han recibido la comunión de manos de Martínez y han abandonado la catedral, tras lo que el arzobispo ha continuado celebrando los oficios que se retransmiten por televisión.
Este es el momento en el que el arzobispo ha comunicado a las personas presentes que tenían que dejar el templo. Se ha podido ver en Virgen de las Angustias TV (el canal del Arzobispado) y lo ha recogido El Independiente de Granada.
Fuentes del Arzobispado han explicado a Efe que hasta la llegada de los agentes, y atendiendo al artículo 11 del decreto del estado de alarma, estaban celebrando la misa con fieles desde el convencimiento de que es una práctica permitida.
Han recordado que se establecía que se podría acudir a lugares de culto siempre que se mantuvieran las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias, que en este caso se cumplían, y con una limitación de aforo, con una veintena de personas en un espacio con capacidad para unas 900. Sin embargo, según indica la Policía Nacional, los asistentes han desalojado la Catedral "de forma pacífica y sin altercados" y, además, no se les ha sancionado.
viernes, 10 de abril de 2020
LA FE PIERDE PUNTOS
Tomado de Javier Sanpedro en elpais.com
Para un ateo como yo, la cualidad más asombrosa de las religiones es su plasticidad, su resiliencia, su capacidad para adaptarse a cualquier nuevo entorno tras estrellarse contra el duro suelo de la realidad. No pretendo criticar ese talento, más bien quiero elogiarlo, y hasta creo que otras instituciones y corporaciones harían bien en copiarlo. Adaptarse o morir. En un sentido profundo, ese es uno de los cimientos de la ciencia. La teoría más bella y elegante vale menos que un dato bien tomado que la contradiga. Pero la religión ha sufrido en estos días y semanas una ducha de realidad para la que, tampoco ella, estaba preparada, y sus reacciones han sido bien interesantes, a veces poéticas.
“No deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!”, le soltó el papa Francisco a la Virgen del Divino Amor el 11 de marzo. En el lenguaje laico, eso quería decir que el líder católico acataba las medidas antipandémicas que acababa de declarar el Gobierno italiano, incompatibles con los atascos humanos que se suelen producir en la plaza de San Pedro. De hecho, la Virgen del Divino Amor reside a 30 kilómetros del Vaticano, que es desde donde el Papa emitió su mensaje profiláctico. Pese a su poesía gongorina, Francisco se portó de acuerdo con los criterios científicos, lo que es muy de agradecer. Aunque hubo en España alguna misa evangelista que tuvo que dispersar la policía, ninguna voz de la jerarquía se ha opuesto a la suspensión de las procesiones de Semana Santa. Han entendido perfectamente los argumentos de la razón sanitaria y han emitido ese mensaje a sus fieles.
El patriarca Kirill de la iglesia ortodoxa rusa dijo a final de marzo: “He rezado durante 51 años, y espero que entiendan ustedes lo difícil que me resulta decir a la gente que no acuda a las iglesias”. Pero el caso es que se lo dijo. Otras doctrinas se han mostrado más correosas. La prensa internacional informa de que, en Estados Unidos, las iglesias evangélicas de las que se nutre el electorado de Donald Trump se han destacado como negacionistas del coronavirus. Según aprendo en The Economist, el predicador de Florida Rodney Howard-Browne fue detenido el 30 de marzo por fletar autobuses a su homilía asegurando que él podía inactivar el virus. El gobernador de ese Estado se apresuró entonces a incluir las actividades religiosas en la lista de servicios esenciales. En este caso, las religiones no se han dedicado a ayudar, sino a estorbar.
En cualquier caso, la fe está perdiendo puntos en esta crisis. Los líderes religiosos sensatos no están siguiendo su doctrina, sino los criterios de la ciencia, y los insensatos quedan desautorizados por sus propios fieles para dar consejo alguno a la población. Cuando un tratamiento funcione, veremos obispos haciendo cola en los hospitales.
Para un ateo como yo, la cualidad más asombrosa de las religiones es su plasticidad, su resiliencia, su capacidad para adaptarse a cualquier nuevo entorno tras estrellarse contra el duro suelo de la realidad. No pretendo criticar ese talento, más bien quiero elogiarlo, y hasta creo que otras instituciones y corporaciones harían bien en copiarlo. Adaptarse o morir. En un sentido profundo, ese es uno de los cimientos de la ciencia. La teoría más bella y elegante vale menos que un dato bien tomado que la contradiga. Pero la religión ha sufrido en estos días y semanas una ducha de realidad para la que, tampoco ella, estaba preparada, y sus reacciones han sido bien interesantes, a veces poéticas.
“No deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!”, le soltó el papa Francisco a la Virgen del Divino Amor el 11 de marzo. En el lenguaje laico, eso quería decir que el líder católico acataba las medidas antipandémicas que acababa de declarar el Gobierno italiano, incompatibles con los atascos humanos que se suelen producir en la plaza de San Pedro. De hecho, la Virgen del Divino Amor reside a 30 kilómetros del Vaticano, que es desde donde el Papa emitió su mensaje profiláctico. Pese a su poesía gongorina, Francisco se portó de acuerdo con los criterios científicos, lo que es muy de agradecer. Aunque hubo en España alguna misa evangelista que tuvo que dispersar la policía, ninguna voz de la jerarquía se ha opuesto a la suspensión de las procesiones de Semana Santa. Han entendido perfectamente los argumentos de la razón sanitaria y han emitido ese mensaje a sus fieles.
El patriarca Kirill de la iglesia ortodoxa rusa dijo a final de marzo: “He rezado durante 51 años, y espero que entiendan ustedes lo difícil que me resulta decir a la gente que no acuda a las iglesias”. Pero el caso es que se lo dijo. Otras doctrinas se han mostrado más correosas. La prensa internacional informa de que, en Estados Unidos, las iglesias evangélicas de las que se nutre el electorado de Donald Trump se han destacado como negacionistas del coronavirus. Según aprendo en The Economist, el predicador de Florida Rodney Howard-Browne fue detenido el 30 de marzo por fletar autobuses a su homilía asegurando que él podía inactivar el virus. El gobernador de ese Estado se apresuró entonces a incluir las actividades religiosas en la lista de servicios esenciales. En este caso, las religiones no se han dedicado a ayudar, sino a estorbar.
En cualquier caso, la fe está perdiendo puntos en esta crisis. Los líderes religiosos sensatos no están siguiendo su doctrina, sino los criterios de la ciencia, y los insensatos quedan desautorizados por sus propios fieles para dar consejo alguno a la población. Cuando un tratamiento funcione, veremos obispos haciendo cola en los hospitales.
jueves, 9 de abril de 2020
ONANISMO LITÚRGICO
Tomado de infovaticana.com
Massimo Faggioli, profesor de Teología en la Universidad de Vilanova, jesuita y americana, ha criticado con un tuit la comunicación de los obispos italianos de Umbría para que los sacerdotes sigan celebrando misa diaria en su confinamiento.
“En la Iglesia Católica algunos están usando esta pandemia para una agenda teológica que se revela en el onanismo litúrgico (como el documento de los obispos de Umbría, en Italia) pero que va más allá y necesita ser contestada”, escribe el profesor Faggioli, famoso en los círculos del catolicismo liberal de ambas costas del atlántico, desde su muy frecuentada cuenta de Twitter.
La idea parece ser que una misa sin pueblo equivale a la masturbación, en el sentido de ser infructuosa, como si la consagración no fuera real sin el concurso y la participación de los fieles, algo que se opone frontalmente a la doctrina católica inalterada sobre el sacramento.
Al parecer, Faggioli ha borrado el tuit, aunque el comentario casa tan armoniosamente con el resto de su ‘producción’ tuitera y con el generalizado descuido de las realidades sobrenaturales en un importante sector eclesial -especialmente, entre nuestros propios pastores- que es dudoso que sea por considerarlo teológicamente disparatado.
Massimo Faggioli, profesor de Teología en la Universidad de Vilanova, jesuita y americana, ha criticado con un tuit la comunicación de los obispos italianos de Umbría para que los sacerdotes sigan celebrando misa diaria en su confinamiento.
“En la Iglesia Católica algunos están usando esta pandemia para una agenda teológica que se revela en el onanismo litúrgico (como el documento de los obispos de Umbría, en Italia) pero que va más allá y necesita ser contestada”, escribe el profesor Faggioli, famoso en los círculos del catolicismo liberal de ambas costas del atlántico, desde su muy frecuentada cuenta de Twitter.
La idea parece ser que una misa sin pueblo equivale a la masturbación, en el sentido de ser infructuosa, como si la consagración no fuera real sin el concurso y la participación de los fieles, algo que se opone frontalmente a la doctrina católica inalterada sobre el sacramento.
Al parecer, Faggioli ha borrado el tuit, aunque el comentario casa tan armoniosamente con el resto de su ‘producción’ tuitera y con el generalizado descuido de las realidades sobrenaturales en un importante sector eclesial -especialmente, entre nuestros propios pastores- que es dudoso que sea por considerarlo teológicamente disparatado.
miércoles, 8 de abril de 2020
PADRES CATÓLICOS PIDEN AYUDA PARA SUS COLEGIOS
Tomado de publico.es
La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa) ha pedido al Gobierno que active ayudas a las familias que han visto mermados sus ingresos por la pandemia del coronavirus para, entre otras cosas, facilitar que los alumnos más desfavorecidos finalicen el curso actual sin perjuicio económico tampoco para centros concertados.
"Se trata de facilitar la finalización del actual curso académico sin generar un verdadero perjuicio económico tanto a los centros como para las familias, lo que conllevaría una flagrante discriminación educativa y económica, en esta situación en la que ninguna familia debe de quedar atrás", apunta el presidente de CONCAPA, Pedro José Caballero, en una carta remitida a la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá.
En esa misiva, el presidente de CONCAPA solicita también que las ayudas que se implementen desde el Ministerio, en material y tecnología, como tabletas, ordenadores, fibra e internet o tarjetas de datos "lo sean para todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos", incluyendo a los centros privados concertados.
Además, las familias de CONCAPA reclaman tanto al Ministerio como a las comunidades autónomas que "universalicen las líneas de alta capacidad para el correcto funcionamiento de las plataformas educativas" para evitar "el colapso y el bloqueo de las mismas".
Más allá de estas demandas, el presidente de CONCAPA denuncia en la carta "la falta de compromiso y cercanía a las familias que en estos momentos tan difíciles" por parte del Ministerio dirigido por Isabel Celaá.
"Desde que empezó esta crisis sanitaria, no se ha contado con los representantes de las familias para informarles, escuchar las inquietudes de sus representados, sus necesidades, las prioridades en temas educativos, lo que ha generado una enorme incertidumbre en las familias por la falta de información. Debemos participar y reclamamos al Ministerio que cuente con nosotros", apunta en la misiva
La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa) ha pedido al Gobierno que active ayudas a las familias que han visto mermados sus ingresos por la pandemia del coronavirus para, entre otras cosas, facilitar que los alumnos más desfavorecidos finalicen el curso actual sin perjuicio económico tampoco para centros concertados.
"Se trata de facilitar la finalización del actual curso académico sin generar un verdadero perjuicio económico tanto a los centros como para las familias, lo que conllevaría una flagrante discriminación educativa y económica, en esta situación en la que ninguna familia debe de quedar atrás", apunta el presidente de CONCAPA, Pedro José Caballero, en una carta remitida a la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá.
En esa misiva, el presidente de CONCAPA solicita también que las ayudas que se implementen desde el Ministerio, en material y tecnología, como tabletas, ordenadores, fibra e internet o tarjetas de datos "lo sean para todos los centros educativos sostenidos con fondos públicos", incluyendo a los centros privados concertados.
Además, las familias de CONCAPA reclaman tanto al Ministerio como a las comunidades autónomas que "universalicen las líneas de alta capacidad para el correcto funcionamiento de las plataformas educativas" para evitar "el colapso y el bloqueo de las mismas".
Más allá de estas demandas, el presidente de CONCAPA denuncia en la carta "la falta de compromiso y cercanía a las familias que en estos momentos tan difíciles" por parte del Ministerio dirigido por Isabel Celaá.
"Desde que empezó esta crisis sanitaria, no se ha contado con los representantes de las familias para informarles, escuchar las inquietudes de sus representados, sus necesidades, las prioridades en temas educativos, lo que ha generado una enorme incertidumbre en las familias por la falta de información. Debemos participar y reclamamos al Ministerio que cuente con nosotros", apunta en la misiva
martes, 7 de abril de 2020
LA DERECHONA ESTÚPIDA
Tomado de abc.es
«Estoy deseando que llegue el momento en el que la ciencia y el buen Dios, porque la ciencia sola no basta, derroten a este monstruo para volver a salir. Es necesaria también la protección del Corazón Inmaculado de María». Confía así el líder de la Liga en un milagro que nos salve del coronavirus . Al mismo tiempo pidió, en una entrevista televisiva al canal Sky, que se abrieran las iglesias en Semana Santa. Matteo Salvini acostumbra a mezclar lo sagrado y lo profano, a menudo con cierta frivolidad. Pero su última propuesta ha suscitado un cierto escándalo y el exministro del Interior se ha quedado prácticamente solo. Hacen reflexionar las respuestas que ha recibido. Ni el Vaticano, ni la Conferencia episcopal italiana ni el gobierno y, por supuesto, mucho menos los científicos, han aprobado las palabras de Salvini. Es una demostración de que en Italia, el país más católico de Europa, el proceso de secularización respeta profundamente la fe como un sentimiento privado, pero considera que no debe ser objeto del debate público ni interferir en las decisiones que un gobierno adopta en beneficio de la sociedad.
Una lluvia de declaraciones de obispos aparecen hoy en todos los diarios italianos contra la petición de Salvini de abrir la iglesias. El cardenal Matteo María Zuppi, arzobispo de Bolonia, le ha dicho al líder de la Liga: «También a mi me gustaría celebrar la misa en Semana Santa y Pascua, pero es peligroso correr riesgos y las normas se deben respetar». El vicepresidente de la Conferencia episcopal siciliana, el arzobispo Michele Pennisi, responde: «Las iglesias deben permanecer vacías.
El gobierno también le ha dicho al líder de la Liga que las iglesias deben permanecer cerradas. No solo suspenden a Salvini obispos y el Ejecutivo, también lo hacen los presidentes de las autonomías gobernadas por la Liga.
«Estoy deseando que llegue el momento en el que la ciencia y el buen Dios, porque la ciencia sola no basta, derroten a este monstruo para volver a salir. Es necesaria también la protección del Corazón Inmaculado de María». Confía así el líder de la Liga en un milagro que nos salve del coronavirus . Al mismo tiempo pidió, en una entrevista televisiva al canal Sky, que se abrieran las iglesias en Semana Santa. Matteo Salvini acostumbra a mezclar lo sagrado y lo profano, a menudo con cierta frivolidad. Pero su última propuesta ha suscitado un cierto escándalo y el exministro del Interior se ha quedado prácticamente solo. Hacen reflexionar las respuestas que ha recibido. Ni el Vaticano, ni la Conferencia episcopal italiana ni el gobierno y, por supuesto, mucho menos los científicos, han aprobado las palabras de Salvini. Es una demostración de que en Italia, el país más católico de Europa, el proceso de secularización respeta profundamente la fe como un sentimiento privado, pero considera que no debe ser objeto del debate público ni interferir en las decisiones que un gobierno adopta en beneficio de la sociedad.
Una lluvia de declaraciones de obispos aparecen hoy en todos los diarios italianos contra la petición de Salvini de abrir la iglesias. El cardenal Matteo María Zuppi, arzobispo de Bolonia, le ha dicho al líder de la Liga: «También a mi me gustaría celebrar la misa en Semana Santa y Pascua, pero es peligroso correr riesgos y las normas se deben respetar». El vicepresidente de la Conferencia episcopal siciliana, el arzobispo Michele Pennisi, responde: «Las iglesias deben permanecer vacías.
El gobierno también le ha dicho al líder de la Liga que las iglesias deben permanecer cerradas. No solo suspenden a Salvini obispos y el Ejecutivo, también lo hacen los presidentes de las autonomías gobernadas por la Liga.
lunes, 6 de abril de 2020
domingo, 5 de abril de 2020
LA GRAN APORTACIÓN DEL PP
Tomado de elplural.com
La diputada nacional por el Partido Popular de Málaga Carolina España ha informado este sábado de que su formación en el Congreso de los Diputados ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) para solicitar a Radio Televisión Española que emita estos días procesiones de Semana Santa de otros años.
"Creemos que es una muy buena opción en cuanto a la programación de TVE para estos días y que no supone un gran esfuerzo, ya que consistiría en emitir recursos propios y de archivo de esta televisión", ha apuntado la dirigente 'popular', que espera, en este sentido, que los malagueños puedan ver hitos de la Semana Santa en la televisión pública española.
España cree que "sería una oportunidad para que los cofrades puedan vivir esta semana de la mejor forma posible", ha valorado la también vicesecretaria de Acción Sectorial del PP malagueño, que ha apostado por incluir estas retransmisiones en el canal internacional de cara a la difusión y promoción de este importante evento.
En concreto, la PNL presentada por el PP propone diseñar una programación especial de la Semana Santa de 2020 en los diferentes canales, medios y emisoras de RTVE, con la emisión a lo largo de estos días de procesiones emitidas por esta corporación en años anteriores.
La diputada nacional por el Partido Popular de Málaga Carolina España ha informado este sábado de que su formación en el Congreso de los Diputados ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) para solicitar a Radio Televisión Española que emita estos días procesiones de Semana Santa de otros años.
"Creemos que es una muy buena opción en cuanto a la programación de TVE para estos días y que no supone un gran esfuerzo, ya que consistiría en emitir recursos propios y de archivo de esta televisión", ha apuntado la dirigente 'popular', que espera, en este sentido, que los malagueños puedan ver hitos de la Semana Santa en la televisión pública española.
España cree que "sería una oportunidad para que los cofrades puedan vivir esta semana de la mejor forma posible", ha valorado la también vicesecretaria de Acción Sectorial del PP malagueño, que ha apostado por incluir estas retransmisiones en el canal internacional de cara a la difusión y promoción de este importante evento.
En concreto, la PNL presentada por el PP propone diseñar una programación especial de la Semana Santa de 2020 en los diferentes canales, medios y emisoras de RTVE, con la emisión a lo largo de estos días de procesiones emitidas por esta corporación en años anteriores.
sábado, 4 de abril de 2020
BOLSONARO EL ILUMINATI
Tomado de infovaticana.com
Bolsonaro ha quedado en solitario en medio de los líderes que, uno tras otro como piezas de dominó, están enclaustrando a sus ciudadanos en un confinamiento que paraliza los países y sus economías. El mandatario brasileño ha tomado una actitud menos extrema con la pandemia, temeroso de que el encierro precipite una depresión económica de la que su país no tendría tan fácil recuperarse como otros más desarrollados.
No ha dejado, sin embargo, de tomar medidas contra el coronavirus, y en un decreto del pasado 26 de marzo pide a los brasileños que permanezcan en sus casas y que se interrumpan todos los servicios “no esenciales”. Y, entre los servicios exentos por “esenciales”, Bolsonaro había incluido los religiosos, es decir, fundamentalmente las misas públicas.
Pero un tribunal federal ha fallado en el mismo sentido que la mayoría de las conferencias episcopales de Occidente, en el sentido de que la religión no es un “servicio esencial” y, por tanto, las misas no deben quedar eximidas de la obligación de interrumpirse, anulando así el decreto del presidente.
Bolsonaro ha quedado en solitario en medio de los líderes que, uno tras otro como piezas de dominó, están enclaustrando a sus ciudadanos en un confinamiento que paraliza los países y sus economías. El mandatario brasileño ha tomado una actitud menos extrema con la pandemia, temeroso de que el encierro precipite una depresión económica de la que su país no tendría tan fácil recuperarse como otros más desarrollados.
No ha dejado, sin embargo, de tomar medidas contra el coronavirus, y en un decreto del pasado 26 de marzo pide a los brasileños que permanezcan en sus casas y que se interrumpan todos los servicios “no esenciales”. Y, entre los servicios exentos por “esenciales”, Bolsonaro había incluido los religiosos, es decir, fundamentalmente las misas públicas.
Pero un tribunal federal ha fallado en el mismo sentido que la mayoría de las conferencias episcopales de Occidente, en el sentido de que la religión no es un “servicio esencial” y, por tanto, las misas no deben quedar eximidas de la obligación de interrumpirse, anulando así el decreto del presidente.
viernes, 3 de abril de 2020
DEL DETENTE BALA AL ¡DETENTE CORONAVIRUS!
Tomado de religiondigital.org
La revista Misión, autocalificada como la "más leída por las familias católicas de España", ha creado un espacio web dirigidido a ofrecer "vacuna" contra el coronavirus. De nombre detentecoronavirus.com, en la página aparece un formulario en el que se invita a rellenar para obtener el método de supuesta vacunación contra el excepcional virus: un detente.
El tradicional amuleto, que representa el Sagrado Corazón de Jesús "tal como se le reveló a Santa Margarita María de Alacoque", explica la página, te será enviado gratis a cambio de tus datos, "para que lo puedas imprimir" en diferentes formatos: detente para la cartera, detente para el altar de tu hogar, detente para la puerta de tu casa...
Rodeando la imagen (un corazón herido por una corona de espinas que lo hace sangrar, y prendido de fuego) luce la expresión "Detente, el corazón de Jesús está conmigo". En esta modalidad, el "detente", claro, estaría apelando al virus Covid-19.
"Estas imágenes no necesitan bendición sacerdotal", explica la web ultracatólica, que también invita a los visitantes a descargarse una novena al Corazón de Jesús y las 12 promesas de protección que dicho corazón hace a quien sea su devoto.
"Contribuimos a la nueva evangelización, dando criterios y argumentos a los católicos", explica el portal de adquisición del detente, que se explicita vinculado "al Movimiento Regnum Christi y a la Universidad Francisco de Vitoria".
Más propio de una religiosidad supersticiosa que adulta, jugando con emociones como el miedo y la incertidumbre, el espacio asegura la eficacia del detente "contra epidemias, guerras y catástrofes", desde la Gran Peste de 1720 a la guerra civil española, pasando por la "protección a multitud de personas" durante la Revolución Francesa. Por pura fuerza de la convención, el empleo de estos objetos se recubre de fe. En el enfermo de coronavirus quedará descubrir, a las duras, si el cuerpo reacciona a discutibles artilugios o al cuidado de la medicina.
La revista Misión, autocalificada como la "más leída por las familias católicas de España", ha creado un espacio web dirigidido a ofrecer "vacuna" contra el coronavirus. De nombre detentecoronavirus.com, en la página aparece un formulario en el que se invita a rellenar para obtener el método de supuesta vacunación contra el excepcional virus: un detente.
El tradicional amuleto, que representa el Sagrado Corazón de Jesús "tal como se le reveló a Santa Margarita María de Alacoque", explica la página, te será enviado gratis a cambio de tus datos, "para que lo puedas imprimir" en diferentes formatos: detente para la cartera, detente para el altar de tu hogar, detente para la puerta de tu casa...
Rodeando la imagen (un corazón herido por una corona de espinas que lo hace sangrar, y prendido de fuego) luce la expresión "Detente, el corazón de Jesús está conmigo". En esta modalidad, el "detente", claro, estaría apelando al virus Covid-19.
"Estas imágenes no necesitan bendición sacerdotal", explica la web ultracatólica, que también invita a los visitantes a descargarse una novena al Corazón de Jesús y las 12 promesas de protección que dicho corazón hace a quien sea su devoto.
"Contribuimos a la nueva evangelización, dando criterios y argumentos a los católicos", explica el portal de adquisición del detente, que se explicita vinculado "al Movimiento Regnum Christi y a la Universidad Francisco de Vitoria".
Más propio de una religiosidad supersticiosa que adulta, jugando con emociones como el miedo y la incertidumbre, el espacio asegura la eficacia del detente "contra epidemias, guerras y catástrofes", desde la Gran Peste de 1720 a la guerra civil española, pasando por la "protección a multitud de personas" durante la Revolución Francesa. Por pura fuerza de la convención, el empleo de estos objetos se recubre de fe. En el enfermo de coronavirus quedará descubrir, a las duras, si el cuerpo reacciona a discutibles artilugios o al cuidado de la medicina.
jueves, 2 de abril de 2020
LA LOCURA DE ALGUNOS CATÓLICOS
Tomado de publico.es
La Unidad Militar de Emergencia (UME) ha desplegado esta tarde sus efectivos en la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), para concienciar a la ciudadanía de la importancia de evitar concentraciones, después de que el Ayuntamiento se mostrara "incapaz" de controlar estas con sus propios medios.
Fuentes de la UME han informado a Efe que hasta la aldea se ha trasladado un grupo de una veintena de militares con seis vehículos, que realizarán labores fundamentalmente informativas. Los efectivos también portan el material necesario para realizar labores de desinfección si se considerara necesario por parte de la autoridad local.
Por su parte, la alcaldesa de Almonte (Huelva), Rocío del Mar Castellano, que este lunes urgía a ese despliegue ante la incapacidad de controlar las concentraciones de personas en El Rocío con los medios municipales, ha mostrado su satisfacción por que se le haya dado respuesta a su demanda.
"Se están produciendo concentraciones en El Rocío que no somos capaces ni siquiera con el esfuerzo que está haciendo la Policía Local", apuntaba. Por ello, ha agradecido a la Subdelegación del Gobierno en Huelva que haya atendido la petición y la UME se despliegue este martes en El Rocío.
La Unidad Militar de Emergencia (UME) ha desplegado esta tarde sus efectivos en la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), para concienciar a la ciudadanía de la importancia de evitar concentraciones, después de que el Ayuntamiento se mostrara "incapaz" de controlar estas con sus propios medios.
Fuentes de la UME han informado a Efe que hasta la aldea se ha trasladado un grupo de una veintena de militares con seis vehículos, que realizarán labores fundamentalmente informativas. Los efectivos también portan el material necesario para realizar labores de desinfección si se considerara necesario por parte de la autoridad local.
Por su parte, la alcaldesa de Almonte (Huelva), Rocío del Mar Castellano, que este lunes urgía a ese despliegue ante la incapacidad de controlar las concentraciones de personas en El Rocío con los medios municipales, ha mostrado su satisfacción por que se le haya dado respuesta a su demanda.
"Se están produciendo concentraciones en El Rocío que no somos capaces ni siquiera con el esfuerzo que está haciendo la Policía Local", apuntaba. Por ello, ha agradecido a la Subdelegación del Gobierno en Huelva que haya atendido la petición y la UME se despliegue este martes en El Rocío.
miércoles, 1 de abril de 2020
DEJAN COMER CARNE...
Tomado de elpais.com
Qué mayor sacrifico que pasar semanas encerrado en casa por culpa del coronavirus?, han debido preguntarse los obispos de varias diócesis de Estados Unidos que en los últimos días han levantado parte de las restricciones propias de la cuaresma. Un obispo de Nueva Jersey, con 600.000 fieles en su diócesis de Metuchen, ha permitido comer carne los viernes, salvo el del próximo 10 de abril por ser Viernes Santo. Las cifras de la epidemia en EE UU han crecido exponencialmente en los últimos días.
"Dadas las dificultades para obtener algunos tipos de comida y los muchos otros sacrificios que estamos sufriendo de repente, he concedido una dispensa de la abstención de comer carne los viernes para lo que queda de cuaresma", ha publicado el obispo, James F. Checchio, en la cuenta de Twitter de su diócesis. La abstención de comer carne es una de los preceptos del tiempo litúrgico que precede a la Semana Santa.
Según recoge The Washington Post, otros muchos obispos han concedido dispensas. Un obispo del Estado de Luisiana, Shelton J. Fabre, cree que el coronavirus ha puesto "a la mayoría, si no a todos" de sus fieles en una situación que complica hacerse con comida, "incluidas las alternativas a la carne". En un mensaje pastoral ha señalado también que "el alza en el precio del pescado y marisco, e incluso el riesgo de ir a comprar sin poner en riesgo la salud" dificultan "claramente" cumplir con el precepto, y así lo ha recogido en la página web de la diócesis de Houma Thibodaux. De ellos, quienes coman carne pueden compensarlo con obras de caridad o piadosas, ha recordado el religioso.
Qué mayor sacrifico que pasar semanas encerrado en casa por culpa del coronavirus?, han debido preguntarse los obispos de varias diócesis de Estados Unidos que en los últimos días han levantado parte de las restricciones propias de la cuaresma. Un obispo de Nueva Jersey, con 600.000 fieles en su diócesis de Metuchen, ha permitido comer carne los viernes, salvo el del próximo 10 de abril por ser Viernes Santo. Las cifras de la epidemia en EE UU han crecido exponencialmente en los últimos días.
"Dadas las dificultades para obtener algunos tipos de comida y los muchos otros sacrificios que estamos sufriendo de repente, he concedido una dispensa de la abstención de comer carne los viernes para lo que queda de cuaresma", ha publicado el obispo, James F. Checchio, en la cuenta de Twitter de su diócesis. La abstención de comer carne es una de los preceptos del tiempo litúrgico que precede a la Semana Santa.
Según recoge The Washington Post, otros muchos obispos han concedido dispensas. Un obispo del Estado de Luisiana, Shelton J. Fabre, cree que el coronavirus ha puesto "a la mayoría, si no a todos" de sus fieles en una situación que complica hacerse con comida, "incluidas las alternativas a la carne". En un mensaje pastoral ha señalado también que "el alza en el precio del pescado y marisco, e incluso el riesgo de ir a comprar sin poner en riesgo la salud" dificultan "claramente" cumplir con el precepto, y así lo ha recogido en la página web de la diócesis de Houma Thibodaux. De ellos, quienes coman carne pueden compensarlo con obras de caridad o piadosas, ha recordado el religioso.
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