martes, 31 de agosto de 2021

SEGUIMOS CRECIENDO

Tomado de publico.es

El catolicismo pierde fuelle social, en una sangría constante desde hace décadas, que se refleja de forma inequívoca en los barómetros mensuales del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El avance de resultados de julio ha vuelto a arrojar un nuevo máximo histórico de personas no religiosas en España, que ya representan el 38,7% de la población. Desde principios de año, en apenas siete meses, el segmento de no creyentes se ha incrementado en 4,5 puntos. Si persiste la intensidad de esta progresión, en poco más de un año, la sociedad española no religiosa habrá superado claramente a los creyentes y traspasará por primera vez en su historia el simbólico umbral del 50%.

El informe número 3332 del CIS también refleja un mínimo histórico de católicos practicantes, cuyo porcentaje cae por primera vez al 16,7%. El registro representa un desplome de tres puntos en solo siete meses. Los católicos no practicantes (39,9%) también retroceden con respecto a enero pasado (41,6%) pero se quedan a 1,2 puntos de su peor registro de mayo (38,7%).

Examinados en perspectiva, los datos de julio pasado revelan un deterioro imparable de la religiosidad en España. En el año 2000, el grupo de personas no religiosas apenas alcanzaba el 13,1% de la población. Es decir, el número de ateos, agnósticos o no creyentes se ha triplicado en apenas dos décadas. Los católicos entonces (83,1%) exhibían todavía un protagonismo social hegemónico, aunque, si bien, los practicantes representaban una minoría de ese grupo (21%). Diez años después, en 2010, la población no religiosa ya había experimentado un salto notable. Se incrementó en 7,1 puntos hasta situarse en el 20,2% de los españoles. Desde entonces, el descreimiento religioso no ha hecho sino aumentar de forma sostenida mes a mes.

En la franja de 18 a 34 años, los datos son particularmente abrumadores: el 60% se declara no religioso, mientras que solo el 30% dice sentirse católico. Todo indica, por tanto, que el proceso de secularización en los próximos años se intensificará notablemente. 

El teólogo Juan José Tamayo asegura que los datos del CIS son "reveladores" del profundo cambio que afronta la sociedad en las últimas décadas. La religión ha perdido su función social y cultural. La modernidad y la ciencia la están arrinconando", reflexiona. En su opinión, la religión se ha reducido a un "fenómeno emocional" incapaz de competir con el "carácter cognitivo" y "racional" del pensamiento contemporáneo.

lunes, 30 de agosto de 2021

CARIDAD CRISTIANA

Tomado de lasexta.com
 
La polémica está servida con la decisión del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, de negarse a ceder un asilo prácticamente abandonado para acoger a los menores marroquíes que llegaron a Ceuta durante el mes de mayo.

Sin embargo, hace poco abogaba por un espíritu bien distinto. En las Navidades de 2019, como puede verse en el vídeo, hacía un llamamiento a "acordarse de los pobres" y a "compartir los bienes" y "el calor de un hogar".

Según publica 'eldiario.es', el Hogar Residencia Nazaret -propiedad del Obispado de Ceuta y Cádiz- está cerrado desde 2015, cuando los ancianos que vivían en él fueron trasladados a la residencia de Gerón. Se trata de uno de los edificios que solicitó el Gobierno ceutí para acoger a a un centenar de menores de Marruecos, pero Zornoza se negó "sin dar más explicaciones", según fuentes conocedoras del caso.

Sectores cristianos de la diócesis aseguran que "es un obispo ultraconservador de la órbita de Vox que lleva la diócesis como un cortijo" y añaden que su responsable de Fundaciones, Agustín Rosety, es diputado de la formación de extrema derecha en el Parlamento.

Además, uno de los sacerdotes asegura que el obispo, "como buena parte de sus colaboradores, es de los que piensan que los menores que saltan la valla son delincuentes y deben ser devueltos".

domingo, 29 de agosto de 2021

MISERICORDIA NO, JUSTICIA.

Tomado de lavanguardia.com
 
El Abad del Monasterio de Santa Maria de Poblet (Tarragona), Octavi Vilà, ha asegurado que está "profundamente avergonzado" en relación con la detención del monje de 68 años por presuntamente haber realizado tocamientos sexuales a una menor el pasado 15 de agosto.

Durante su homilía en la misa de este domingo por la mañana, Vilà ha lamentado haber sido piedra de escándalo para creyentes y no creyentes, y ha insistido en que la presunta víctima "observó un hecho que, de ser cierto, nunca debería haberse producido".

"Nos sentimos como comunidad intensamente doloridos, porque quizá hemos hecho daño a un inocente, a una familia, a toda la Iglesia y a mucha gente", pero también por el hecho de que un monje de su monasterio esté siendo investigado.

Para el monje, ha pedido "misericordia" hasta que no haya sentencia firme y ha sostenido que debe estar amparado por una defensa justa, a la vez que se ha comprometido en la lucha contra todo tipo de abusos en la iglesia con las oportunas medidas de prevención, ha dicho literalmente.

"La duda nos ensombrece con aquello que haya podido dar lugar a escándalo. Por ello tenemos el máximo interés en que la justicia aclare los hechos y poder así llegar a la verdad que nos pueda hacer libres", ha insistido.

En este sentido, ha afirmado que se pondrán al servicio de la justicia sin restricciones, pero ha advertido: "La tentación de cargar a los demás algo infamante, de escampar calumnias, nos puede enturbiar el alma y hace falta evitar hasta a aquellos que queriendo ayudar enturbian la verdad".

Ha argumentado que todo el mundo tiene que purificarse con honestidad de sus malas acciones, porque de lo contrario se estaría ejerciendo "un juicio fariseo del hermano que ha caído".

El abad ha concluido la homilía reafirmando el dolor de la Iglesia ante lo ocurrido y expresando su confianza en la justicia. "Estamos avergonzados, doloridos y arrepentidos" pero "confiamos en primer lugar en la justicia y en último lugar y siempre en aquella Justicia, con mayúsculas, final y definitiva que nace de Dios".

sábado, 28 de agosto de 2021

TALIBANES VERSUS FRANQUISTAS

Tomado de lavanguardia.com
 
Hace poco más de una semana que los talibanes se han hecho con el poder en Afganistán y ya han empezado a imponer su mandato en el país, lo que supone para muchos grandes represalias. No solo las mujeres viven en primera piel el terror de sus sentencias. También todo aquel que les haya cuestionado. Es el caso del conocido comediante afgano Nazar Mohammad, más conocido como Khasha Zwan, quien se sabe que fue arrestado a las afueras de su casa de Kandahar a finales de julio y que recientemente ha sido ejecutado.

Según ha avanzado el rotativo británico Daily Mail, el humorista fue grabado en la parte trasera de un coche con un talibán a cada lado. Uno de ellos llevaba consigo una ametralladora Kalashnikov.

El vídeo no ha tardado en hacerse viral en las redes sociales, donde se aprovecha para denunciar lo que está sucediendo en el país. El cómico había hecho burla con anterioridad en sus shows sobre los talibanes y por ello querían castigarlo. El citado medio explica que mientras lo arrastraban para ejecutarlo en un pelotón de fusilamiento continuó haciéndoles burla.

Además de sus vídeos en Tik Tok y otras redes hablando sobre ello, Nazar también trabajó un tiempo para la Policía Nacional afgana, lo que lo convirtió nuevamente en objetivo. Los informes indican que le habrían cortado la garganta. Algo que al principio ellos mismos negaron aunque, finalmente acabaron admitiendo su responsabilidad en la muerte.

viernes, 27 de agosto de 2021

TOLERANTES INTOLERANTES 2

Tomado de infolibre.es
 
Estas son algunas de las que se han enfrentado a los intentos de silenciamiento del ultracatolicismo.

En mayo de 2019, la artista Charo Corrales pudo ver de cerca las consecuencias materiales de las denuncias de la derecha contra obras artísticas supuestamente blasfemas. Primero, el PP, Ciudadanos y Vox pidieron la retirada de la Diputación de Córdoba de su cuadro Con flores a María, un autorretrato en el que se la podía ver ataviada de manera similar a una Inmaculada de Murillo, y en el que se llevaba la mano a los genitales. Después, alguien acudió a la exposición Maculadas sin remedio, se plantó delante del cuadro y lo rajó de arriba a abajo. Y allá fue luego Abogados Cristianos, organización presidida por Polonia Castellanos y muy cercana a Vox, que denunció la exposición completa por una supuesta ofensa de los sentimientos religiosos en febrero de este año, los juzgados de Córdoba archivaron la causa, ya que la muestra “no tuvo como propósito deliberado ofender o vejar sentimientos religiosos, sino contribuir a un debate público-político sobre el papel de la mujer en el seno de una sociedad considerada por las artistas como patriarcal y discriminatoria”. Abogados Cristianos anunció que recurriría la decisión.

Drag Sethlas, nombre artístico de Borja Casillas, respiró aliviado en 2018, cuando la Audiencia Provincial de las Palmas ratificó el archivo de la denuncia interpuesta un año antes contra él por Abogados Cristianos, por un supuesto delito de ofensa contra los sentimientos religiosos. El pretendido delito: su actuación en la Gala Drag de las Palmas de Gran Canaria de 2017, que además ganó. En el número ¡Mi cielo! Yo no hago milagros, que sea lo que Dios quiera, aparecía vestido de Virgen para transformarse luego en un Cristo crucificado, todo bajo un remix de música pop que juegan con la temática religiosa, como Like a prayer (Madonna) o Judas (Lady Gaga). La organización presidida por Polonia Castellanos, muy cercana a Vox, consideró “muy ofensiva” la actuación, por recitar Drag Sethlas “frases blasfemas” y por “burlarse de las oraciones cristianas”. La Fiscalía abrió diligencias contra el artista, pero las archivó días más tarde, recordando que no basta con que “concurra un sentimiento de ofensa” para que algo pueda calificarse como ofensa a los sentimientos religiosos. Cuando la jueza decretó el sobreseimiento profesional, Abogados Cristianos recurrió esta decisión, pero la justicia volvió a fallar en su contra, en una de las muchas derrotas judiciales de la entidad.

Lo experimentado por la revista Mongolia en Cartagena (Murcia) en noviembre de 2016 recuerda al caso de Zahara. Para promocionar su show en directo en la ciudad, Darío Adanti y Edu Galán prepararon un cartel promocional en el que se veía a la Virgen de la Caridad con la cara de Donald Trump —acababa de ganar las elecciones estadounidenses—, sosteniendo a un Cristo con la cara de Hillary Clinton. Y la revista sufrió el triple combo de la ofensa ultracatólica: demanda, manifestación y convocatoria por parte del Obispado de una “misa de desagravio” a la Virgen. La primera no fue admitida, pero la segunda convocó a decenas de ciudadanos delante del teatro, que llegaron a agredir a quienes asistían al espectáculo.

“Los propios del teatro [el Nuevo Teatro Circo], aunque la demanda no prosperó, nos dijo que no podían poner el cartel en la puerta porque se lo iban a romper a pedradas”, cuenta el humorista Darío Adanti, una forma de autocensura empresarial similar a lo sucedido con Zahara en Toledo. Los responsables de la revista decidieron entonces retirar el cartel y lanzar uno nuevo, esta vez con la efigie de Ortega Cano, que les acabaría costando una condena por vulnerar el derecho al honor del extorero...  Adanti confiesa que, a raíz de los chistes de la revista, esta ha tenido encontronazos “desde el activismo de izquierdas a la derecha o la Iglesia”, pero que las respuestas de unos y otros difieren enormemente: “Lo cierto es que con los sectores vulnerables solo nos ha pasado un incendio en redes, no nos ha llegado nunca una demanda ni una manifestación. Tanto con los ultranacionalistas, tanto españoles como catalanes, como con la Iglesia, de todo: amenazas, denuncias, ataques”. Adanti cree que esto se debe a la “profunda relación entre Iglesia y Estado, que viene del franquismo”, pero asegura que esta tendencia se ha agravado desde la aparición de Vox, que “blanquea” a “un grupo fascista y fanático religioso estaba en el PP y les dice: no tenemos que avergonzarnos”. En cualquier caso, defiende el cómico y dibujante, “la ofensa a los sentimientos religiosos ha quedado completamente obsoleta”, ya que la libertad religiosa ya está protegida en la Constitución.

La cosa podría haberse quedado en un microescándalo de instituto, una discusión en el Consejo Escolar y una de esas aventuras que se cuentan durante toda la vida. Pero no fue así. Iván González tenía 15 años y entregó a su profesora, como parte del trabajo que le habían pedido en la asignatura de Cultura Audiovisual, un videoclip en el que él mismo se había encargado de la composición, la producción y la dirección. La canción, “Soy maricón”, denunciaba que la Iglesia católica rechazara a sus creyentes LGTBI —algo que él mismo había sufrido—, y lo hacía con letras un poco más fuertes de lo habitual: “Soy maricón, pero también soy cristiano, / ellos no me aceptan porque follo por el ano. / No sabía yo que el sexo anal fuera un pecado, / seguro que la Virgen ya lo había practicado”. La profesora, impresionada por la calidad técnica del vídeo, le puso un 9. El vídeo se hizo viral. Y lo que comenzó con una queja del profesor de Religión acabó escalando hasta el punto de que Hazte Oír recogió firmas para pedir que la profesora fuera expedientada, el Obispado de Mallorca tachó el vídeo de blasfemo, el PP pidió explicación a Educación y hasta se inició el proceso para que se sancionara a la profesora, cosa que finalmente no sucedió. Iván González era menor de edad, un adolescente anónimo, pero eso no evitó la campaña en su contra. Sería, eso sí, su primer éxito como Samantha Hudson, el personaje que esta travesti irreverente defiende desde entonces.

Quizás una de las imágenes más tristes de la cultura española de los últimos años haya sido la de ver al músico Javier Krahe sentarse en el banquillo, en 2012, por una supuesta ofensa a los sentimientos religiosos. Y todo por un corto realizado en 1977, titulado Sobre la cristofagia, en el que Krahe y Enrique Seseña simulaban una receta de cocina para cocinar un pequeño crucifijo, en alusión a la eucaristía, en el que los creyentes celebran la transmutación literal de la hostia en el cuerpo de Cristo. En 2004, el programa Lo + Plus, de Canal+, emitió estas imágenes como parte de un documental homenaje a Javier Krahe, para ilustrar una entrevista al creador, y el Centro Jurídico Tomás Moro —con el apoyo de Hazte Oír— llevó al creador y a la productora del programa a juicio, tras imponer una fianza de cientos de miles de euros. Fueron absueltos, pero el proceso duró ocho años, y Krahe llegó a advertir de que si le condenaban, se exiliaría a Francia. “Es un disparate. ¿Cómo se demuestra que se han herido unos sentimientos religiosos?”, se decía el intérprete madrileño, tal y como recogía El País. Krahe, que fallecería tres años más tarde, solía lamentarse del tiempo perdido en el proceso judicial, y de todo aquello solo sacó la composición del tema Fuera de la grey.

jueves, 26 de agosto de 2021

TOLERANTES INTOLERANTES

Tomado de infolibre.es

En el cartel se ve a la cantante Zahara vestida con traje rosa y una banda de miss en la que se lee “Puta”, el título de su último disco. Sobre su cabeza, un halo de metal similar al que llevan los santos del catolicismo, y en sus brazos, una especie de Nenuco. La imagen, que anunciaba un concierto de la artista el próximo 3 de septiembre en Toledo, se ha utilizado desde mayo en múltiples ocasiones para la promoción de Puta, y esta podría haber sido una vez más. Pero Vox Toledo, alegando que el cartel había generado críticas entre los vecinos, pidió el miércoles la retirada del mismo y la cancelación del concierto, asegurando que la imagen era un “ataque” a la “libertad religiosa de la mayoría de los toledanos” y que suponía una “ofensa extrema” contra la Virgen. Tras las quejas, tanto el organizador del concierto, el festival Toledo Alive, como el Ayuntamiento de Toledo (PSOE) en su página web, retiraron el cartel supuestamente ofensivo. El efecto Streisand, como se conoce al fenómeno por el que una maniobra de censura acaba amplificando aquello que se quiere censurar, estaba servido: los apoyos a Zahara en redes sociales, desde sus seguidores a otros músicos, como Amaral o Rozalén, ha sido masivo, mientras la imagen de la gira se reproducía una y otra vez.

La cadena de acontecimientos que van desde las pretendidas quejas populares, hasta el partido de ultraderecha, el Ayuntamiento socialista y la promotora son porosos y poco claros. El martes, el consistorio presentó la programación del festival, apoyando lo que es una iniciativa privada. El miércoles, Vox emite un comunicado en el que no hace referencia alguna a ningún tipo de queja ciudadana recibida, y hace responsable al Gobierno municipal de la “provocación intolerable” contra los católicos. Ese mismo día, el Ayuntamiento publica un comunicado en el que asegura haber trasladado al promotor el malestar “de varios ciudadanos a colectivos”, y que el promotor había retirado el cartel, como también hizo el propio consistorio del PSOE de su propia web. Al día siguiente, el jueves, tanto el promotor del concierto como el Ayuntamiento de Toledo dan marcha atrás y aseguran que el Gobierno municipal no instó a retirar nada y que el promotor lo hizo motu proprio. El concierto sigue sin figurar, ni con el cartel supuestamente polémico ni con ningún otro, en la web del Ayuntamiento, mientras este asegura que apoya “sin fisuras al concierto” contra “quienes coartan la libertad de expresión”.

La imagen utilizada por Zahara para promocionar su disco Puta es una referencia a uno de sus temas: la opresión a las que están sometidas las mujeres, tachadas de viciosas desde muy jóvenes por la mera expresión de su sexualidad, vigiladas para que su comportamiento se aproxime a una idea de santidad y pureza mientras que, al mismo tiempo, se las acosa. De hecho, la música llega a ser muy crítica en sus letras con la influencia de la educación religiosa y su hipocresía ante el abuso: “Yo estaba de rodillas pidiendo perdón a vuestro Dios / por no saber decirle que no. / (…) Yo estaba ahí confesándome por haberme tocado, / creyendo que ese era el puto pecado”. Pero estas letras no parecen haber generado polémica. La denuncia está en el uso de una determinada imagen, y llega a través de un partido político de ultraderecha. En un concierto en Valencia el miércoles, la música zanjaba: “Muchas gracias porque ha sido brutal la respuesta de amor que he recibido, y eso es lo que me llevo del día de hoy. La única respuesta que voy a dar a eso que ha sucedido lo voy a hacer en este escenario, lo voy a hacer cantando, lo voy a hacer defendiendo el arte, defendiendo la música y defendiendo la libertad de expresión”.

Desde luego, esta no es la primera vez que la Iglesia y distintos partidos u organizaciones de extrema derecha tratan de suprimir una obra artística apelando a los sentimientos religiosos: el caso de Zahara pertenece ya a una genealogía muy nutrida de injerencias del catolicismo radical en la libertad de expresión. El modus operandi no es muy distinto de unos casos a otros, como tampoco lo es su objetivo: mantener la dominación eclesiástica sobre el discurso público y silenciar las voces disidentes. 

miércoles, 25 de agosto de 2021

TRATO DE FAVOR PANDÉMICO A CURAS Y MONJAS

Tomado de elplural.es

Isabel Díaz Ayuso permitió que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid vacunara, saltándose el protocolo fijado por el Ministerio de Sanidad, a decenas de congregaciones religiosas antes de que comenzara a inmunizar en las residencias de ancianos.

La Asociación Madrileña de Enfermería (AME) ha denunciado lo ocurrido culpando al Gobierno regional de haber adoptado tal medida detrás del contrato que aprobó por la vía de urgencia para que la Cruz Roja ayudara en la campaña de vacunación a cambio de 130.000 euros mensuales.

Por aquel entonces, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, excusaba la contratación del ente privado porque usarían "todos los recursos, públicos y privados que necesitemos".

Según el documento al que ha tenido acceso la Cadena SER, más de 14 congregaciones religiosas, recibieron trato de favor y desde la Cruz Roja les pusieron la primera dosis contra la Covid-19 en hasta 182 de sus miembros, como fue el caso de las Hijas de la Caridad. Una vacunación por parte del ente privado que había sido justificada por la necesidad de ampliar el plan de administración de dosis en las residencias de mayores, pero que se inició con la inoculación de vacunas a miembros de las congregaciones religiosas.

Durante los primeros días de enero se hablaba de la lentitud de la vacunación en los centros de mayores de la región y el Gobierno madrileño trató de obviar el asunto asegurando que tal retraso se debía a que las residencias pidieron vacunar más tarde de lo previsto.

El Ejecutivo de Ayuso dio el visto a bueno a utilizar a la Cruz Roja para inmunizar a los miembros religiosos, aunque estos no formaban del grupo prioritario. "El protocolo marcaba en diciembre tres grupos. El primero eran las personas mayores de las residencias y el personal de esas residencias, el segundo era el personal sanitario y el tercero era el personal sanitario y sociosanitario", ha señalado al medio radiofónico Víctor Jiménez, presidente de AME.Jimé ez también ha denunciado que mientras sí se adelantó la vacunación a los religiosos en diciembre, "los grandes dependientes no recibieron la primera dosis contra la Covid-19 hasta el mes de marzo".
"No hubo prioridad"

Ayuso ha publicado un mensaje en redes sociales en el que ha tratado de justificar que en la vacunación en las congregaciones religiosas "no hubo prioridad", defendiendo el papel que tienen. "También se han vacunado en otras zonas de España. Muchas de estas personas son muy mayores. No hubo prioridad", ha señalado la dirigente madrileña.

Cinco meses antes de que Ayuso diera trato de favor a las congregaciones religiosas, en julio de 2020, la presidenta regional también adjudicó un nuevo contrato por valor de un millón de euros para contratar a 73 capellanes para los hospitales de la Comunidad de Madrid.

Un acuerdo que la Consejería de Sanidad llevó a cabo con la Provincia Eclesiástica de Madrid para "posibilitar el ejercicio garantizado constitucional, legal y convencionalmente, del derecho a la asistencia religiosa de los enfermos católicos y sus familiares o allegados en los centros hospitalarios adscritos al Servicio Madrileño de Salud". Un mes después de iniciar el Plan para la transición hacia una nueva normalidad, en lugar de incrementar el personal sanitario para evitar la segunda ola que Madrid sufrió a partir del mes de septiembre, prefirió contar con un cura por cada 100 camas en los hospitales de la región.

martes, 24 de agosto de 2021

SOBREPRECIOS DIVINOS

Tomado de eldiario.es
 
El precio de misas, bodas y funerales católicos está tasado. Siguiendo las indicaciones de la Conferencia Episcopal, las cinco diócesis gallegas unificaron las tarifas hace seis años y, formalmente, ningún fiel debería pagar más de lo establecido en la tabla de "ofrendas y tasas parroquiales", en vigor desde marzo de 2014, por la celebración de una misa en recuerdo de un difunto (10 euros), de un matrimonio o de exequias (en ambos casos, un mínimo de 110 euros con un único sacerdote y un sacristán). Esos decretos, disponibles para todos los feligreses y accesibles en las páginas web de los arzobispados, fijan los "topes máximos" de misas, bodas y funerales. Pero en la práctica, suelen considerarse tarifas mínimas, y se aplican "de ahí para arriba", reconoce un párroco consultado. Al considerarlos la Iglesia "donativos", cada párroco tiene libertad de cobrar lo que quiera por esos servicios, al margen de cualquier control fiscal o de las autoridades eclesiásticas. Y son muchos los que piden sobreprecios por administrar los sacramentos a la hora de casarse o de ser enterrado, o simplemente celebrar una homilía por un difunto. Las tarifas por los sepelios suelen ser altas y disparatadas.

Hasta la pasada primavera, en la Costa da Morte, las honras fúnebres costaban de 180 hasta 500 euros, dependiendo del cura que tocase, según funerarias consultadas por elDiario.es. En la comarca coruñesa del Barbanza, superaban, de media, los 200 euros, el doble de la tarifa "máxima" fijada por la Iglesia gallega. Y eran pagos "en mano", sin factura. En Pontevedra, la funeraria Alianza y Barros denunció ante el Arzobispado de Santiago hasta a seis curas por sus sobreprecios y exigencia de ser pagados en efectivo, al margen de cualquier control. En la ciudad de A Coruña es práctica habitual enseñar a la familia la tabla oficial de tarifas y decirle que aporten lo que quieran.

Todo cambió en abril, con el portal digital que las diócesis gallegas instauraron para que las funerarias, encargadas de acordar con los párrocos la celebración de los funerales, abonen las exequias vía transferencia bancaria, de acuerdo con las tarifas establecidas por las autoridades eclesiásticas. Por levantamiento del cadáver y conducción hasta la iglesia o el cementerio, 20 euros; 40 euros por asistencia y aplicación de la misa; 25 euros para el sacristán y otro tanto por el uso del templo. Un mínimo de 110 euros, que se incrementa en 30 euros por cada párroco que asista al sepelio. Una revolución que no fue bien acogida por la mayoría de los sacerdotes gallegos. Hubo mucha protesta interna por tener que renunciar a cobrar en mano y atenerse a los estipendios oficiales. Un grupo de párrocos de la Costa da Morte llegaron a amenazar al Arzobispado con colgar los hábitos si se les impedía seguir, como hasta ahora, cobrando en mano lo que les pareciese. En otras parroquias de A Coruña se pidieron por escrito reuniones con Santiago para tratar de negociar. Pero sin éxito. Se ha generalizado el pago telemático y declarado de las exequias, según confirmaron las funerarias. Aunque sigue habiendo sacerdotes que acuden directamente a las familias de los fallecidos, sobre todo si carecen de póliza de deceso que cubra la siempre abultada factura de los funerales, para pedirles que les pague directamente en efectivo y sin recibo.

"El sistema es positivo, se aplica en general la tabla de tarifas, funciona muy bien", se congratula el responsable de comunicación del Arzobispado de Santiago, Manuel Blanco. Párroco en Ames (A Coruña), reconoce que antes de instaurarse el pago telemático, había abusos y mucho sobreprecios. "Depende de la moral de cada uno, suceden abusos como en cualquier ámbito, y al haber antes un vacío material para pagar los servicios, era más fácil meter la pata", justifica. Blanco asegura que "en la última temporada" cesaron los cobros de sobreprecios por la celebración de sepelios. El pago telemático se instauró en aras de ordenar y hacer más transparentes las cuentas e ingresos de la Iglesia, subraya. Y afirma que, tres meses después, cesaron las protestas de los curas. "Fue una resistencia propia de la novedad y de ajustarse a los tiempos, siempre cuesta hacer las cosas por ordenador".

No obstante, el director de la Oficina de Medios del Arzobispado destaca que los sacerdotes están autorizados a seguir cobrando "en mano" y sin control fiscal las misas, bodas y funerales si así lo desean "las familias que piden redondear al alza" las tarifas estipuladas con el fin de "aportar un donativo a la Iglesia". Los bautismos no figuran formalmente entre los servicios religiosos por los que puede cobrar dinero un sacerdote. "Es a voluntad de la familia", comenta Blanco. Y en el caso de las bodas, la tarifa mínima siempre se encarece por gastos mayores, como limpieza o adornos florales del templo.

Funerarias consultadas por este diario confirmaron que se acotaron los sobreprecios por los funerales. "Se les cortó un poco el grifo, pero con la Iglesia hay que andar con pies de plomo, pueden dificultarnos mucho el día a día y, aunque no tiene el poder de antes, siguen teniéndolo", relata la portavoz de una empresa coruñesa de pompas fúnebres. Hay curas que siguen aceptando el pago telemático y ajustado a las tarifas marcadas por las diócesis solo si el difunto tenía póliza de deceso. En caso contrario, las familias de esas parroquias son llamadas a continuar abonando en efectivo y sin factura lo que le pida el párroco.

En todo caso, la Iglesia gallega hace caso omiso de lo que predica el papa Francisco, fuertemente opuesto a que se cobre a los fieles "por recibir los sacramentos, casarlos, bautizarles o darles la primera comunión" o por un funeral católico. "La misa no se paga, es el sacrificio de Cristo, que es gratuito, la redención es gratuita. Si se quiere hacer una ofrenda, se hace, pero no se paga". El decreto de las diócesis gallegas que fija los "topes" por misas, bodas y funerales contradice al mandamás del Vaticano: justifica que "la Iglesia, para poder llevar a cabo su misión pastoral y evangelizadora, necesita medios económicos que han de provenir de los miembros de la comunidad".

viernes, 20 de agosto de 2021

TALIBANES VERSUS CRISTIANOS

 

Demolió completamente el templo perteneciente a la falsa religión y redujo a polvo todos los altares y estatuas.


Vida de San Martín, 14.6

miércoles, 18 de agosto de 2021

SANTOS MATONES

No es crueldad lo que es piedad para con Dios.


San Jerónimo
 

martes, 17 de agosto de 2021

OTRA DE SANTOS GENOCIDAS EJEMPLARES

He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo.



San Lucas

lunes, 16 de agosto de 2021

MÁS SANTOS GENOCIDAS

Dios quiere, lo mandó, lo predijo, comenzó ya a llevarlo a efecto, y en muchos lugares de la tierra ya lo ha realizado en parte: la extirpación de toda superstición de paganos y gentiles.


San Agustín de Hipona 

domingo, 15 de agosto de 2021

SANTOS EJEMPLARES

 


No existe el delito para quienes verdaderamente tienen a Jesús. San Shenute

sábado, 14 de agosto de 2021

LOS SANTOS Y LOS SANTENTES

Tomado de elpais.com

El padre Varona tiene un largo camino por delante. Es el portador. Ha jurado ante el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, no separarse del pesado arcón de madera que mueve con un carrito de mudanza hasta que culmine su misión: llegar a Roma y entregarlo en la Congregación para las Causas de los Santos, en el corazón del Vaticano. El cajón, una obra maestra de carpintería, tiene un metro de largo por medio de alto; su tapa está herméticamente atornillada; la cruza una cinta de seda roja lacrada con el sello del obispo; contiene los 13.200 folios secretos de la causa de beatificación del religioso gaditano Pedro Manuel Salado, que murió en la playa ecuatoriana de Atacames el 5 de febrero de 2012, tras salvar la vida de siete niños. Esta documentación puede elevar a Salado a los altares. Según explica el obispo, “una causa de santidad supone alcanzar la certeza moral frente a una duda propuesta de que ese cristiano se encuentra en el cielo; que su trayectoria representa un modelo de imitación y debe ser objeto de veneración”.

El proceso no ha hecho más que empezar, aunque Salado ya ha entrado en la categoría de “siervo de Dios”. Al final del camino se tendrá que demostrar un milagro, un hecho inexplicable y contra las normas de la naturaleza, ocurrido por su intercesión. El milagro lo hace Dios (es su rúbrica a todo el proceso), pero a través del futuro santo. Y si no hay milagro, el candidato no pasará de ser un “venerable siervo de Dios”. Y tendrá que esperar. Incluso siglos. Quizá el milagro nunca llegue.

Para ser beato es imprescindible acreditarse uno ante la Santa Sede y otro más para ser santo. La mayoría consiste en curaciones (instantáneas, completas, duraderas e inexplicables). La lista de hechos sobrenaturales registrados en la Congregación es interminable; desde tumores que se desvanecen a bolsas amnióticas rasgadas que se cierran; desde diarreas y vómitos crónicos que cesan y enfermedades raras que se curan hasta un joven que se cae de una altura de 15,5 metros sin sufrir ninguna lesión. Hay, además, todo un catálogo de conversiones, bilocaciones (estar en dos sitios al mismo tiempo, como solía hacer el Padre Pío), multiplicación de alimentos (san Juan Macías, en 1949, hizo crecer un puñado de arroz en Olivenza, Badajoz, hasta saciar a una multitud hambrienta), visiones, revelaciones, estigmas y hasta levitaciones. El menos frecuente es la resurrección. “Es el más difícil y de mayor grado”, aclara un sacerdote especialista. No todos los católicos tienen la misma opinión sobre los milagros. Para el teólogo Juan José Tamayo: “Pertenecen a la mitología de la credulidad, de la incultura, no fomentan la fe ni la solidaridad, sino la superstición y la milagrería”.

El Papa es el único que puede confirmar (o desaconsejar) la santidad de un candidato. Es una decisión infalible e irrevocable. Sin marcha atrás. Nadie en la Iglesia sabe responder qué pasaría si después de su canonización se demostrara que un santo no había sido santo: “No se ha dado el caso”. Sin embargo, algunas causas avanzadas, como la del fundador del movimiento neoconservador Schönstatt, el sacerdote Josef Kentenich, está congelada por abusos sexuales.

En ocasiones, cerca de su conclusión, algunas ya no interesan a la Santa Sede. Y se quedan en el limbo. Sobre todo, si el postulado no está dentro de la línea ideológica (o propagandística) del pontífice de turno. Se puede dar el caso contrario, que interese agilizarla. Como el récord de velocidad de Juan Pablo II (un santo súbito), que en solo nueve años fue canonizado (saltándose las normas por deseo de Benedicto XVI); o los escasos 18 años de tramitación de la controvertida causa de Teresa de Calcuta. Sin embargo, el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer, no corrió tanto: tardó 27 años. Pero cuando su causa se puso en marcha, colaboró en su elaboración un tercio del episcopado, los superiores de las grandes órdenes religiosas e, incluso, jefes de Estado. Al tiempo, al parecer, se prescindió de algunos testimonios negativos. 

En el entorno eclesial comentan (a media voz) que hay “causas estratégicas que se aceleran por motivos políticos, de agenda, de oportunidad; porque es el mensaje que le interesa a la Iglesia en ese momento. Y también como diplomacia, durante los viajes del Papa a territorios en los que interesa promover el catolicismo”. Hay santos de cada momento. Con un perfil ideológico y humano acorde con cada Santo Padre. Cada diócesis y cada orden o congregación quieren tener el suyo, porque es un sello de calidad. Y la maquinaria del Vaticano marca la dirección. Y acelera o frena (congela, dilata, suspende, bloquea) según su interés. Wojtyla hizo santos a Teresa de Calcuta y a Escrivá, pero no consideró “oportuna” la beatificación de Óscar Romero (que fue asesinado por la extrema derecha mientras oficiaba misa en El Salvador) o del jesuita Ignacio Ellacuría (también asesinado en El Salvador por los paramilitares). Ni la de Ignacio Arrupe, el superior de los jesuitas, rival ideológico de Juan Pablo II.

El manejo político más evidente de las beatificaciones lo llevó a cabo Juan Pablo II con los católicos asesinados durante la guerra civil española por odio a su fe (odium fidei), que las fuentes más conservadoras sitúan en 64.000 y la Conferencia Episcopal Española, de boca de su directora de las Causas, Lourdes Grosso, cifra entre 8.000 y 10.000. Durante el franquismo, en 1964, Pablo VI (un papa refractario a la dictadura de Franco) se negó a poner en marcha esos procesos de beatificación por martirio, porque “una beatificación debe servir para educar al pueblo, no para dividirlo”, según explicaba el cardenal Pietro Palazzini. Sin embargo, en 1983, Juan Pablo II situó en su hoja de ruta ideológica la beatificación de los mártires españoles (y de los países tras el telón de acero) y las reactivó bajo la dirección de la religiosa teresiana Encarnita González con el encargo de “coordinar las causas de los mártires de la persecución religiosa en España”. De las más de 8.000 fichas de personas asesinadas registradas por González, en torno a 1.900 ya han logrado la beatificación. Sin embargo, en la era Francisco, y con el cardenal Rouco fuera de juego, el asunto ha languidecido. Pero en la Iglesia española tienen claro que, en los próximos años, otros 7.000 “mártires de la persecución de la Guerra Civil” ascenderán a los altares.

Además de oportunidad política, una causa necesita dinero. Y personal permanente y adecuado. Y tiempo. Un terreno donde tienen ventaja las órdenes sobre los laicos. De los aproximadamente 10.000 santos con los que cuenta la Iglesia, solo un 10% son mujeres, y un 1%, casados. La mayoría eran profesionales de la Iglesia. En esa nómina hay 87 papas, 1.147 obispos, 467 abades, 239 fundadores y fundadoras de órdenes religiosas, 1.315 religiosos, 958 sacerdotes y 2.300 mártires.

jueves, 12 de agosto de 2021