martes, 18 de septiembre de 2018

¡CÁRCEL, CÁRCEL, CÁRCEL Y CASTRACIÓN!


Tomado de elpais.com

El Vaticano ha suspendido al sacerdote José Manuel Ramos, acusado de cometer abusos sexuales en el colegio Juan XIII de Puebla de Sanabria (Zamora) entre 1981 y 1984, y desterrarle durante 10 años de la diócesis de Astorga, a la que pertenece el pueblo. Durante ese tiempo, deberá residir en otro obispado. Tras ese periodo, el cura, que anteriormente también fue acusado de abusar sexualmente de menores en el seminario de La Bañeza (León) hace 30 años, podrá regresar a su diócesis para vivir en la casa sacerdotal y celebrar la eucaristía con autorización expresa, informó ayer el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez. La noticia llega cuando los abusos ya han prescrito —el plazo máximo son 15 años desde que la víctima cumple 18 años—.

La resolución, emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, considera probados los hechos denunciados a principios de 2017 por una víctima más de tres décadas después de que sucedieran y lo califica como delito grave de abusos sexuales a menores. El obispo valoró la pena de Ramos como “muy dura” y explicó que no se ha decidido a expulsarle (el castigo más elevado para un religioso) porque el delito lo cometió hace 30 años “y en su ejercicio de la profesión posterior no se han producido problemas”.

El pasado octubre, Ramos fue apartado como párroco de Tábara (Zamora), donde ejercía desde hacía 26 años, tras un proceso canónico en el que el sacerdote admitió haber abusado de varios niños hacía tres décadas cuando era docente del Seminario Menor de La Bañeza (León). La condena fue llevada en secreto por el obispo, que permitió que ese mismo mes fuese homenajeado en la localidad.

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