miércoles, 11 de marzo de 2009

Ha visto la luz












Claudia Koll,
De actriz erótica a ferviente conversa:


Un día entré en la iglesia de Santa Anastasia, en Roma", relata. "Buscaba, de alguna manera, la ayuda de Dios. Se me acercó un sacerdote y me dijo: ¿Qué quieres de Él?. Yo le dije: `Nada, soy una pecadora´. Cuando me hizo la señal de la cruz en la frente, sentí que mi corazón se abría y se llenaba de Jesús. Las rodillas se me doblaron, me tuve que sentar y empecé a llorar... Era la respuesta.

2 comentarios:

Melastregues dijo...

Yo le hubiera hecho la señal de la cruz en otro sitio...

azotacuras dijo...

Y la otra mano, ¿donde la tenía el cura?