Francisco I del Vaticano ha decidido explicar en cómodas y sencillas lecciones las cuestiones teológicas dudosa. Tal es el caso de la confesión, costumbre que sirve a muchos cristianos a liberar sus conciencias sin hacer otra cosa que decírselas a un cura. De mi experiencia en la infancia recuerdo la obsesión que tenían por saber si te habías tocado: "cuántas veces, con otros, con otras...".
Supongo que Urdangarín, Camps, Cotino, Bárcenas, Báñez y un enorme etc. va a realizar este rito y salen tan contentos y "purificados" de sus culpas (y a seguir haciendo lo que les sale del sitio).
Francisco en un artículo que recoge el diario La Razón dice que "El Papa ha explicado que la confesión no es como "ir a la lavandería para limpiar la suciedad de la ropa" sino que es ir a encontrarse con Jesús que "siempre espera para perdonar", durante la Misa de este lunes en la capilla de la Casa Santa Marta en la que han participado algunos empleados vaticanos de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.
Francisco ha recordado que en el sacramento de la Reconciliación, al perdonar, Dios acoge con la ternura de un padre a los hijos y "comprende siempre". Esto es lo que sucede, según ha indicado, aunque algunos piensen que ir a confesarse es "como ir a la lavandería para limpiar la suciedad de la ropa".
Ilustro esta entrada con un dibujo alegórico con el que un colegio de Cádiz Pablo de Olavide ilustra para el rito de la confesión justo lo contrario de lo que dice Paco. Vamos, que no se aclaran estos católicos...
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