martes, 19 de enero de 2021

LA VACUNA DEL COVID TE VUELVE GAY

Toamado de elplural.com 

Los bulos sin ningún tipo de base científica han sido la tónica de la pandemia, aunque ahora, en plena etapa de vacunación, las falsedades giran en torno a los posibles efectos secundarios que tiene el antídoto contra el virus.

Una de las últimas teorías corresponde a Daniel Asor, un rabino ultraortodoxo que afirma que la vacuna contra el coronavirus puede provocar cambios en la orientación sexual de quienes la reciben.

El predicador, que tiene una comunidad de 7.400 suscriptores en YouTube ha afirmado en uno de sus últimos vídeos que "cualquier vacuna con sustrato embriónico -y tenemos pruebas de ello- causa tendencias opuestas", según recoge el diario local Israel Hayom.

Asor no solo defiende que ser LGTB sea algo malo, ya que también cree que tanto el virus como las vacunas son trabajo de un "gobierno maligno global", formado por la Masonería, los Iluminati y el cofundador de Microsoft, Bill Gates, para así "establecer un nuevo orden mundial".

Las palabras del predicador van en contra de la línea oficial adoptada por los principales líderes de la comunidad ultraortodoxa, que recomiendan a los feligreses vacunarse porque la inmunización es segura y además no está en contra de la religión.

Las palabras del rabino no han sendado bien, aunque muchos han preferido tomárselo con humor. La asociación LGTB en la comunidad ultraortodoxa, Havra, ha asegurado que se están "preparando para dar la bienvenida a nuevos miembros".

N.R. este tipo es un cretino, pero con la autoridad que le da su situación de rabino puede hacer mucho daño a los crédulos. Otro tanto (lo mismo) dijo nuestro bien amado Demetrio Fernández, obispo de Córdoba quien afirmó (sin rubor y sin rectificación de su tesis hasta la fecha) que: "La UNESCO tiene un plan para hacer que el 50% de la población sea homosexual".

1 comentario:

azotacuras dijo...

Pues tengo entendido, según las malas lenguas, que un par de obispillos se han convertido en trinca vacunas y se han metido un chute.
Y parece ser que lo han hecho, por lo menos uno de ellos, siguiendo instrucciones de pope Francisco.