VITORIA.
Javier Maroto desembarcó en el Ayuntamiento con un pesado paquete de recortes presupuestarios. Los cifró en diez millones de euros, y afirmó que eran vitales "para tapar el agujero" que el PSE había dejado en los bolsillos municipales. Hubo polémica, porque según los partidos de la oposición, la tijera había cruzado las líneas rojas en materia social. Por ejemplo, al eliminarse los 900.000 euros de ayudas para la compra de libros de texto. El nuevo Ejecutivo se justificó: recordó que Educación no es una competencia municipal y que las familias aún contaban con las subvenciones de la Diputación y el Gobierno Vasco. Doce días después de aquel anuncio, el nuevo alcalde desviaba el dinero de esa partida a pagar corridas de toros y una sentencia perdida por el Consistorio.
3 comentarios:
pues eso, nada mejor para educar cabestros q gastar el dinero público en espectáculos taurinos antes q en los libros de nuestros niños.
Maroto es un ppero que va como una moto. Ya se definió muy claramente cuando en plena campaña electoral agitó los instintos xenófobos de algunos vecinos de un barrio donde se iba a abrir una mezquita, prometiendo que si él llega a alcalde impediría su apertura. Solo le faltó sostener la pancarta de "moros fuera", así es que no os extrañe nada de lo que oigáis de la moto de maroto
Vaya sujeto, lo preocupante es que esto pasa y ya estamos tan acostumbrados que ni nos sorprende.
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