Tomado de elpais.com
Pablo Merino tiene 44 años y es la última persona que ha acusado de agresión sexual a Jacinto Lázaro Laguardia, un cura del Opus Dei que tiene ahora 74 años y ha pasado por al menos tres colegios de la organización, en San Sebastián y Pamplona. Merino presentó una denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, ante el juzgado de guardia de Pamplona el pasado 25 de noviembre y envió copia al Defensor del Pueblo. También lo notificó a la Asociación de Víctimas de Abusos de la Iglesia en Navarra.
Los presuntos delitos ocurrieron entre 1994 y 1996 cuando Merino tenía entre 13 y 15 años y estudiaba en el colegio Irabia de la capital navarra. El cura, que era el capellán del colegio, tenía 43. Los delitos están penalmente prescritos, pero el Opus Dei, contactado por este diario, los ha admitido y pide perdón por ello. Reconoce que supo del caso en 1998, cuando la víctima aún era menor, con 17 años, y lo ocultó, pues no lo denunció a las autoridades. Simplemente lo trasladó de la ciudad.
Es más, la Obra admite que el propio prelado de la organización, la máxima autoridad interna, que entonces era Javier Echevarría, autorizó toda la operación: “Se realizó un procedimiento de acuerdo con las normas canónicas vigentes entonces, después del cual el Prelado decidió —mediante decreto del 5 de enero de 1999— la prohibición sine die de ejercer la actividad ministerial con jóvenes y su traslado inmediato de ciudad".
Pero este caso no es el único. Esta denuncia hace emerger la historia de abusos de este sacerdote y su encubrimiento en el Opus Dei, que lo fue moviendo de sitio durante 25 años y ha tardado cuatro décadas en admitirlo. Porque Pablo Merino no fue el primero ni el último, según los testimonios recogidos por EL PAÍS, que investiga este caso desde 2023. Lázaro ha sido acusado de abusos por un exalumno del colegio Erain de San Sebastián entre 1981 y 1982, un caso que el Opus Dei también ha investigado.
Este sacerdote reside actualmente en Zaragoza y las autoridades de la Prelatura en esta ciudad se ocupan de supervisar el cumplimiento de las medidas disciplinares en sus tareas sacerdotales”, aclara la organización. Según la base de datos de este diario con todos los casos conocidos de pederastia en la Iglesia española, el Opus Dei cuenta hasta ahora con 19 acusados y 23 víctimas.
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