El dicho popular "nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre", adquiere ahora sentido práctico. Si tu verdadero padre es un cura, podrás reclamarle el apellido y sus bienes cuando la espiche.
Según el diario italiano La Stampa Los hijos de los curas podrían llevar sus apellidos. El Vaticano estudia medidas para garantizar que la prole de los sacerdotes reciba sus nombres y herede sus bienes personales. El Vaticano, siempre según la misma fuente, estudia garantizar los derechos sociales a la mujer y a los hijos.
Al parecer, la curia romana teme tener que gastar una pasta por las reclamaciones de paternidad, ahora que se puede conseguir la orden de la prueba del ADN. El problema es más intenso en Sudamérica y Austria (¿?).
Si yo fuera un hijo de cura, reclamaría la paternidad y apostataría al mismo tiempo. Más les valdría cumplir con sus votos o, en caso de no poder, usar condones.
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