El concilio de Trento (1545-1563) prohibió las corridas de toros. El papa Pío V (1504-1572), que es santo, ratificó la decisión conciliar con la bula "De salutis gregis dominici" (1567).
El Papa añadía: "Esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana. Y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio, y proveer a la salvación de las almas, en la medida de nuestras posibilidades con la ayuda de Dios, los prohibimos terminantemente. Esta nuestra constitución estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión".
6 comentarios:
Las corridas o las eyaculaciones?
Por lo visto, las dos cosas.
Todo el mundo sabe que la moral católica prohibe las corridas sin fines reproductivos, lo que no sabía es que en aquellos años también prohibió las corridas de toros bajo pena de excomunión, y ojo, que entonces la excomunión no era una broma, como ahora.
Hablando el otro día de la fiesta nacional con Kaputón, me dijo que el argumento que emplean los pro-taurinos de que la prohibición de las corridas de toros probocaría la extinción del toro de lidia como especie, no se sostiene, porque también se prohibió el circo romano y sin embargo no se han extinguido ni los leones ni los cristianos.. jejej
Sorry, provocar, no viene de boca y, por lo tanto es con uve
¡Qué gran poeta Kaputón!. Enorme pérdida al no querer colaborar en el blog.
jur jur jur!sois la reostia!, oye y el chico ese, kaputón, purcuá no interviene?
A mi me gustan las corridas (y no tengo nada más que decir)
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