Sin ella (la cruz), no hay futuro, nos dicen.
Desde luego que sí, señoritos frailes, o frailes señoritos, hay un futuro mucho mejor, más limpio, sin abusos sexuales, sin mujeres marginadas, sin supersticiones (Harazem), sin imposición a sangre y fuego de fantasías metafísicas. Un futuro más claro en el que nuestros hijos aprenderán valores cívicos, sin la obsesión por el sexo, usando su razón para decidir aquellos presupuestos con los que quieren vivir y convivir. Futuro sin falsa trascendencia. En la historia del cristianismo, a la que apelan, hay tantos puntos oscuros y tanto dolor que, mejor harían en callar. Ellos son los que no tienen futuro. Su destino está muy claro: la historia los barrerá.
5 comentarios:
No estoy de acuerdo. La historia no los barrerá. Como no barre a los capos de la mafia; siempre sobreviven, porque juegan sucio, con reglas exclusivas.
Constituyen la mayor y más terrible organización de terroristas psicológicos que jamás ha existido, ellos y sus colegas islamistas, judaicos y resto de confesiones cristianas.
Se alimentan de los débiles mentales, y éstos van a seguir naciendo, para sustituir a los que desaparecen.
Es una lacra que promete ser inevitable, como las guerras y las enfermedades. Y no hay vacuna contra ella.
Saludos cordiales.
Te veo pesimista, amigo Isaak. Es muy cierto lo que dices, así como bueno es el desacuerdo. Hay señales: menos participación en ceremonias: bodas, bautizos, misas, afiliación, menos crucecitas; pero claro, es necesario el concurso de los estados limitando el poder de las sectas y no se ven acciones ni a corto ni a medio plazo. Yo estoy convencido de que, al menos en nuestro país, perderan presencia y por tanto poder. En cuanto a la vacuna: sí la hay: la información y la razón.
Un abrazo.
El pesimismo es lógico cuando durante tantísimo tiempo han tenido a la humanidad arriconada y la razón anulada. Aunq bien es verdad q los medios de comunicación q hoy tenemos ofrecen una vía de lucha para conquistar de nuevo la razón y que los imbéciles sean cada vez menos.
en ello estamos muchos. En estos mismos blog y comentarios, sin ir más lejos, se libra ya esa batalla contra el oscurantismo.
ánimo!
Sin entrar al debate de Don Pésimo y Don Óptimo, mediado por Doña Aguerrida Luchadora (salú para los tres), he leído un par de frases más de los obis-pillos estos que son como para enmarcar:
La supresión de los símbolos religios supone "dejar indefenso al pueblo" y "cerrarle las fuentes básicas de la ética".
Evidentemente, tras leer el enlace se puede afirmar categóricamente que esta gente le gusta hacer una exibición impúdica de todo su podrido cerebro y encima con indecorosa autocomplacencia. puag, puag!
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