"En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado" Estas fueron las palabras exactas del XVI dentro de un discurso victimista verdaderamente repugnante.
1 comentario:
"En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado"
Estas fueron las palabras exactas del XVI dentro de un discurso victimista verdaderamente repugnante.
Publicar un comentario