La Iglesia Católica ha registrado cientos de propiedades, que habían sido financiadas por vecinos y ayuntamientos o el propio Estado central y autonómico. Los obispados de Navarra, Alicante, Toledo, Ávila, Valencia, Cáceres, Córdoba, León y A Coruña, entre otros, registran a su nombre propiedades públicas gracias al Reglamento Hipotecario que modificó el Gobierno de Aznar (1998) y que en los dos mandatos de Gobierno del PSOE 2004-2012, no se cambió.
El clero católico ha dosificado sus explicaciones con argumentos más cercanos a la mística que al concepto terrenal de los bienes y su usufructo. En suma de la Ley: “La finca, la iglesia… pertenece, desde tiempo inmemorial, al pueblo de Dios”, aseguran una y otra vez en todos los lugares… pero nunca aportan documentos de compra-venta con las correspondientes actas notariales del consentimiento del que vende o dona o del que compra o recibe, pagando los correspondientes impuestos de transmisión.
La Mezquita (antigua Mezquita) de Córdoba es el mayor atropello realizado por los Pajarroucos con el truquito de la inmatriculación. Treinta euros pagó en 2006 el obispado de Córdoba por la propiedad de la mezquita. ¿no fueron treinta las monedas que aceptó Judas por su traición?
Esta tropelía todavía está permitida. Desde ANTICLERICAL invocamos al espíritu de Mendizabal para que de una vez por todas la iglesia católica devuelva lo robado a sus legítimos dueños ¡Desamortización! ¡Secularización! ¡Desacralización! y ya puestos ¡derogación del Concordato! ¡anulación de privilegios fiscales y subvenciones! ¡que se la pique un orco a Pajarrouco! y ¡al Borbón perdigón!
1 comentario:
Va a cumplirse un año de nuestra visita al califato y, por lo que parece, empieza a brotar lo que en su día sembramos.
Recuerdos al sur.
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