Rouco (pajarrouco) compareció ayer en la Almudena disfrazado de mamarracho. Vease la foto con el tocado de cruz inmensa (se imaginan a un rabino con una estrella de David de proporciones similares, o a un imán...). En fin quería que se notase que es más cristiano que nadie.
Al tema. Se despachó con unas imbecilidades que reproduzco del periódico La Razón:
Durante la homilía, señaló que Misión Madrid es una «acción extraordinaria para responder a la llamada del Papa a vivir el Año de la fe como un acto de nueva evangelización, una acción extraordinaria de misión, a pesar de que la Iglesia es misionera por naturaleza e identidad».
El método propuesto por el cardenal es proponer a Cristo, con la palabra, con la cultura, con la imagen... En definitiva, con toda su verdad: «El cristiano es, en realidad, misionero. Nos urge evangelizar con las palabras y con las obras, por eso hay que partir de la conversión. Necesitamos conversión todos los que estamos llamados a esta misión, empezando por los obispos», señaló el arzobispo.
Y después de hablar de estas cosas tan importantes, que no de la crisis, el paro, el hambre -en España, no en Africa- de las manifestaciones, de los salarios... se fue a tomar unas copas por Serrano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario