Cañizares, ese viscoso obispo de gustos horteras, que más parece un mandarín, ha sido elevado a la categoría de Académico Honorario de Medicina: (Público)
La fe se ha impuesto a la ciencia. El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo, no posee “sabiduría médica” ni prestigio científico pero desde el jueves pasado es académico de honor de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, con sede en Granada. ¿Sus méritos? Ninguno relacionado con la medicina o la ciencia que lo hiciera acreedor de tal distinción. El propio cardenal lo admitió en su discurso de ingreso: “No tengo méritos”, dijo. Pero los académicos que lo propusieron consideraron que su “pasión por la defensa de la vida” bastaba para formar parte de una institución meramente científica.
el discurso de Cañizares, que fue arzobispo de Granada desde finales de 1997 hasta 2002, llevaba un título revelador: “La causa de la vida, cuestión crucial y decisiva del siglo XXI”.
Fue una intervención repleta de referencias al aborto, la eutanasia, el suicidio, las torturas, la esclavitud o la prostitución.
“Vivimos formas de agresión por la ciencia y la tecnología”, llegó a decir ante un foro del que también se sirvio para criticar el “laicismo imperante”, “la cultura de la muerte” y el desamparo de “la vida de los no nacidos y enfermos terminales”.
A Cañizares lo nombraron académico de honor “en nombre de su majestad el rey”. En el discurso de contestación al cardenal, el catedrático de Microbiología y académico, Gonzalo Piedrola, destacó sus méritos eclesiásticos, sus gestiones para conseguir la devolución de los Libros Plúmbeos a la Abadía del Sacromonte, sus obras asistenciales, su afición por la festividad de San Lucas, patrón de Medicina, su “defensa de la vida” y de la “protección de la vida embrionaria”.
Y se quedaron tan anchos los muy cabrones...
2 comentarios:
Un tal Guillermo Olagüe, catedrático, ha dimitido de esa Academia. Al meno hay alguien ahí que ha sentido vergüenza ajena...
Desayunando esta mañana a las 7 lo leía en Feisbú a través de Harazem, no daba crédito. Sólo un hombre honesto, los demás forraje puro. qué asco de gente!
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