La Semana Masónica que estos días acoge La Palma, se ha visto marcada por la prohibición, por parte del obispo de Tenerife (ese que dijo que los menores desean los abusos...), de celebrar una misa en memoria a los masones fallecidos. El funeral, organizado por la Logia Abora 87, de la que el exministro socialista y actual Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, es venerable maestro, estaba previsto para el próximo 2 de septiembre en la Iglesia del Salvador, en la capital palmera. Un acto que se enmarca en el regreso de dicha Logia a la Isla, después de ochenta años.
El también exalcalde de Las Palmas de Gran Canaria explica que, conforme a las normas vigentes de la Iglesia Católica, ninguna comunidad que no sea eclesiástica puede organizar un funeral público. A título personal, los miembros de la comunidad masona sí que pueden celebrar una misa, pero un acto católico oficial no puede ser organizado por masones.
Saavedra señala que su Logia pensaba que las leyes canónicas habían cambiado y que se les permitía organizar un funeral público por los fallecidos, por lo que mantuvieron ese acto en la programación. Por ello, el político socialista indica que la comunidad seguirá adelante con el resto de actividades previstas, aunque espera que estas normas cambien para que los masones puedan celebrar estas misas de manera oficial, aunque no harán más pronunciamientos sobre el tema.
El obispo de Tenerife ha decidido no hacer declaraciones. Sin embargo, fuentes consultadas aseguran que la prohibición fue motivada por el hecho de que el acto fuera anunciado en prensa.
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