Lo que dejó de hacer Colau, ir a misa como representante oficial de una institución pública, lo ha retomado Collboni, y allí está con su banda roja, sus concejales y su arzobispo en la festa de la Mercè. Si le apetece ir a misa a celebrar la patrona, que lo haga a título particular como es propio de un estado aconfesional. Demasiados siglos besando el anillo episcopal nos han vuelto idiotas.
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