viernes, 21 de junio de 2024

BLANCOS, RICOS, CRISTIANOS...

“Si quieres respetar el estado de derecho, tienes que empezar por el legislador original, que fue Moisés”. Así lo expresó y lo cree el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, uno de los políticos republicanos que considera que el poder de los hombres está sometido al designio de Dios.

Llevado por esta corriente del nacionalismo cristiano, cada vez de mayor impacto entre los conservadores estadounidenses, Landry firmó este miércoles la legislación aprobada en la cámara estatal que requiere la exhibición de los diez mandamientos en todas y cada una de las aulas de las escuelas públicas de Luisiana, lo que hace que este sea el único estado de EE.UU. que ordena algo semejante y reaviva el debate sobre la frontera entre iglesia y política.

La orden indica que el decálogo de las leyes del todopoderoso se ha de mostrar en un cartel “fácilmente legible” desde edad preescolar hasta las universidades financiadas con dinero público. Establece que el tamaño no será menor de 28 por 36 centímetros y el decálogo debe estar focalizado en el centro.

Los impulsores de la media sostienen que no solo es una cuestión religiosa, por cuanto el decálogo tiene un significado histórico. En el lenguaje de la ley, remarcaron, “los diez mandamientos es un documento fundacional de nuestro gobierno estatal y nacional”.

Los carteles, que se combinarán con una declaración de contexto de cuatro párrafos que describe como los diez mandamientos “fueron parte prominente en la educación pública por casi tres siglos”, deberá ocupar un sitio preferente en las aulas al inicio del curso del 2025.

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