Según los celebrantes de la vigilia al SCJ, el problema actual de España no radica tanto en las políticas educativas y juveniles laicistas, «cuanto en la secularización de tantos corazones bautizados que, al perder su identidad, dejan de ser luz en la oscuridad para aquellos que no han conocido el Amor». A su juicio, las «peores crisis» de la Historia de España no han sido ni económicas, ni políticas, ni sociales, «sino crisis de sentido, es decir, crisis de amor, por tanto, crisis religiosas».
A través de esta vigilia de oración, los jóvenes han podido descubrir un nuevo significado de la noche, en la que "la amistad de Cristo se manifiesta como la única que puede llenar la soledad de sus corazones y su deseo de plenitud que nunca encontrarán en la droga, el alcohol o el desorden sexual"
Análisis poco congruente con discursos anteriores el de los jóvenes corazonistas. Ya no es Educación para la ciudadanía, asignatura joven donde las haya, la responsable de los males de España, sino que algunos hemos dejado de ser el faro iluminador de los que no han conocido el amor. Años de concienzudo estudio de la Formación del espíritu nacional, en los que no escuché a ningún clérigo quejarse, me llevaron a la conclusión de que vivía en una democracia orgánica, verdad es que me ocupaban más ciertos órganos que algunas demos; estoy seguro que los estudiantes de ciudadanía no van a necesitar ningún faro y alejados de nigromantes, vivirán en libertad y, como mejor les vaiga, su periplo personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario