Retiran el permiso de conducir a un sacerdote por dar positivo tras celebrar cuatro misas
Palmero vino en cada celebración, un litracho en total se había metido el cura por la mañanica, como iba sin desayunar, que éste era de los de antes, de comulgar en ayunas, aunque el hombre estaba acostumbrao, eran ya 20 años haciendo la ruta del moscatel, todo tan aburrido, siempre los mismos meapilas, y así, a partir de la tercera eucaristía, hasta parece que hay más gente en la iglesia y esos carabineros cabrones; ¡hacerle soplar!, la señora Giulietta que lo veía traslenguar, ¡sa chivao!, filla de la mala putaña. D´espaldas y en latín no se daban de cuenta si ibas colocao. Habrá que volver a la liturgia del concilio de Trento.
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