Así empieza este artículo de José Tamayo en El País de hoy:
"Silencios ominosos y condenas inmisericordes. Esa ha sido la actitud del Vaticano y de buena parte de la jerarquía católica durante los últimos 70 años. Silencios ominosos ante masacres y crímenes contra la humanidad y sus responsables. Condenas inmisericordes contra teólogos y teólogas, sacerdotes, obispos, filósofos, escritores -cristianos o no- por ejercer la libertad de expresión y atreverse a disentir; condenas todas ellas contra toda lógica jurídica, que establece que "el pensamiento no delinque". Silencios ominosos sobre personas sanguinarias, ideologías totalitarias y dictaduras militares con las manos manchadas de sangre. Condenas inmisericordes a hombres y mujeres de manos limpias, de honestidad intachable, de ejemplaridad de vida."
2 comentarios:
Si Tamayo fuese Papa, yo sería católico. Un hombre de pies a cabeza, sin perder de vista sus principios ni un instante.
Pues si Tamayo fuese papa, lo pondría con bacalao o frito revuelto con huevos. ejjejeje.
Demoledoras palabras de Tamayo, Josefo.
Bienvenido siempre a la virtualidad, Isaac "Guadiana".
besitos q, como alguien escribió por ahí, los abrazos pegan mucho caló. >;oP
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