lunes, 4 de abril de 2011

ROCUCO RECUPERA EL GUERRACIVILISMO: Presenta como modelo a un soldado católico republicano que sufrió "el ambiente ateo"


Nuestro corresponsal en Monegros, cansado de que no le instalen Gan Escala y poder jugar al Poker Montana, sigue investigando en los digitales en sus periodos de trabajo. Sirva como ejemplo el siguiente extraído de elplural.com


¿No había otro ejemplo para animar a participación en la Jornada Mundial de la Juventud que traerá a Madrid al Papa en agosto de este año? El cardenal Antonio María Rouco Varela ha escogido como modelo a seguir para esos jóvenes a un combatiente de la Guerra Civil llamado Ismael Molinero que tenía fuertes convicciones católicas y deseaba ser sacerdote. Según explica AlfayOmega, la revista del arzobispado de Madrid, Molinero fue "reclutado" por los republicanos en 1937 "con tan sólo 20 años" y "sufrió en el frente el ambiente ateo y contrario a la religión que se estilaba en el lado que le tocó combatir y que ya había experimentado en su propio pueblo". Por si fuera poco, apresado por "el bando nacional", durante su cautiverio "no reveló su condición de católico para no tener ventajas sobre sus compañeros y así ‘sufrir en silencio por Dios y por España’".Ismael sufría en silencio y se aferraba a la medalla de la Virgen Milagrosa (…) y al rosario”, insisten. “Su sufrimiento como soldado terminó tras ser hecho prisionero” por el bando nacional tras la batalla del Alfambra, y fue traslado a un campo de concentración en el que “vivió en silencio total, hasta que lo rompió –ya enfermo de tuberculosis y próximo a su muerte- para confesarse con su capellán (…) a quien reveló la inmensa felicidad que sentía por saber que iba a alcanzar el cielo y su deseo de ser sacerdote si finalmente no moría”.
Allí murió de tuberculosis a los 4 días de la confesión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que la tuberculosis es muy atea. Melastre, creo llegado el momento de invitar al Willi a colaborar en el blog, si os parece bien a todos, claro.

azotacuras dijo...

A mí eso de sufrir en silencio me estaba recordando a las almorranas, que no sé si tenía. Yo sí, así que si Pajarouco quiere le dejo que me use de modelo y ejemplo para la visita del XVI. Me haría mucha ilusión.