DEJAME EN PAZ...

Yo no os obligo a no creer.
Ni os obligo a abortar.
Ni os obligo a usar preservativo en las relaciones sexuales.
Me importa un bledo vuestro modelo de familia.
Si no queréis fecundizaros, no lo hagáis (pero no robéis bebés)
Si queréis tener muchos hijos no pondré objeciones.
Podéis casaros de blanco o de negro, en la catedral o donde queráis, me parece bien.
Os dejaré morir agonizando para preservar vuestra vida hasta el último aliento si así lo queréis.
Podéis ir a misa todos los días que deseéis, confesar vuestros pecados si eso os deja más tranquilos. Respeto los ritos.
Me alegrará que terminada la vida estés en ese particular cielo.
Pero por favor, distinguir lo privado de lo público y no pretendáis que las creencias privadas dominen la vida pública. Esto no es un estado teocrático, las normas religiosas no son normas civiles. Déjame en paz, amor tirano…