domingo, 2 de junio de 2013

El cinismo y la hipocresía de los representantes de las clases dominantes españolas

“El Banco de España abre la puerta a la supresión del salario mínimo” se afirma estos días en titulares periodísticos [1]. Nos lo imaginábamos, porque la puerta estaba abierta de hecho desde hacía meses. No es imposible que el incesante coro de buitres y aves de rapiña y uno de sus lemas dominantes –el salario mínimo dificulta la salida de la crisis: ¡a la hoguera con el!- tenga algún director en la sombra.
Y no solo es eso. El gobernador del Banco de España, Luis Linde, el mismo ciudadano que ha ingresado en el último semestre unos 12.000 euros mensuales (no es imposible que me quede corto), algo así como 17,5 veces el salario mínimo interprofesional, propone también, en su informe anual, acabar con los convenios colectivos, adelantar el retraso de la edad de jubilación a los 67 años y adoptar nuevas medidas que permitan rebajar aún más los salarios de los trabajadores. ¡Dales duro Linde, que son escoria obrera!
El documento de marras lo dice finamente, muy finamente: “Cabría explorar la posibilidad de establecer nuevas fórmulas que permitieran, en casos especiales, la desviación temporal respecto a las condiciones establecidas en la negociación colectiva, o mecanismos excepcionales para evitar que el salario mínimo actúe como una restricción para grupos específicos de trabajadores con mayores dificultades para su empleabilidad”. Hablan así, les enseñan “modales exquisitos” en sus centros de estudios, en sus universidades de élite y en las “revistas internacionales y de prestigio” donde publican sus panfletos ideológicos vendidos como ciencia objetiva, neutral, matematizada y aséptica en acto.

Salvador Lopez Arnal en Rebelión: artículo completo

2 comentarios:

Rafael Arjona dijo...

Son unos ladrones hijos de puta y no va a quedar más solución que acabar con ellos, pero acabar de verdad.

Juan Moreu dijo...

Molón se ha quedado corto. Estos hijos de puta nos están sacando lo peor que llevamos dentro.
Si por levantar mi mano ese engendro se fuera con sus antepasados...pues la levanto y bien alto. Y me quedo tan pancho.
Ahora pregúntate si tú también la levantarías. Pues eso es lo que están consiguiendo.
Y que sigan echando romericos...que me veo a todo el país con el puño en alto.