Javier Tomeo murió ayer a los 80 años de edad en Barcelona. Uno de mis autores favoritos se despide para siempre, aquí quedan sus obras.
Copio un párrafo del libro La Soledad De Los Pirómanos que me viene al pelo para la situación:
"Todas esas precisiones le hicieron reconsiderar mi invitación. Creo que lo del corazón, sobre todo, le impresionó bastante. Tac-tac, tac-tac, y estás vivo. De pronto el tac-tac se acaba, y eso significa que estás muerto y que te has convertido en un recuerdo."
Espasa narrativa. 2001. pág. 22
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