
Tomado de elpais.com
El funeral de Estado por las víctimas del accidente del avión de Germanwings en los Alpes, el pasado 24 de marzo, será una misa católica y no una ceremonia civil o ecuménica, abierta a varias confesiones religiosas. Finalmente, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, ha impuesto su criterio, desatendiendo reiteradas peticiones de la Generalitat de Cataluña y al deseo, expresado discretamente, del Gobierno central. Ambos reclamaban una ceremonia similar a la que se desarrolló en la catedral de Colonia (Alemania), con la intervención del cardenal católico local, Rainer Woelki, y de la presidenta de la Iglesia Evangélica de Westfalia, Annette Kurschus. La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), que agrupa a 2400s congregaciones protestantes con unos dos millones de fieles, rechaza enérgicamente que “este mal llamado funeral de Estado consista en un oficio religioso de una sola confesión”, y recuerda que la responsabilidad de organizar actos institucionales de este tipo no es del cardenal arzobispo, sino de los Gobiernos de España y Cataluña.
“Las instituciones del Estado han tenido una oportunidad única para dar ejemplo de respeto a la diversidad, no solo ante la ciudadanía española y catalana, sino también ante España y el resto del mundo, pero han cedido a las pretensiones anacrónicas de un sector de la Iglesia católica, muy poderoso aún, atrincherado en la nostalgia de un tiempo y una España cuyos cambios se niegan a reconocer”.
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