1-Destruya todo lo que tenga de pornografía
"Destruya todas las revistas porno, videos, discos, y todos los archivos porno en Internet.
2-Tome medidas radicales para reorientar su vida
Ir de compras, tomar una ruta diferente con destino al hogar; romper con cualquier rutina que pudiera llevar al pecado; llevar poco dinero; cancelar suscripciones a periódicos que contengan propagandas de lencería; deshacerse completamente del cable.
3-Busque a un sacerdote que trabaje con usted
Un sacerdote siempre podrá meterle mano y así evitará ver esas cosas que ve.
4- Busque a un amigo responsable
Su amigo debería preguntarle cada semana si usted se ha mantenido libre de pecados sexuales.
5-Comience una vida de lectura diaria de las Sagradas Escrituras
Uno de los pocos métodos efectivos de sacarse estas imágenes pornográficas de la cabeza es pasar cierto tiempo leyendo y memorizando las Sagradas Escrituras cada día.
6-Aprenda a discernir y a combatir los ataques espirituales
"Las adicciones sexuales y la pornografía abren a la persona a la influencia de espíritus malignos.
7-Usted necesitará la gracia de Dios... mucha gracia
"Utilice: agua bendita, crucifijos, medallas de San Benito (bendecidas por un sacerdote con la oración de exorcismo), etc. Estos pueden ser muy efectivos para superar o prevenir los ataques espirituales".
8-Los vicios y las virtudes se fortalecen con la práctica
Si usted observa pornografía, sus vicios se han fortalecido y las virtudes correspondientes de castidad y pureza son muy débiles. Llevará tiempo, pero cuanto más practique la virtud más fácil la misma volverá.
9-Rece
Rece el Rosario con frecuencia. La Madre Santísima va a aplastar la cabeza de la serpiente".
10-Precauciones físicas prácticas
Demasiado alcohol o el uso de drogas aturdirá su conciencia y disminuirá su capacidad de actuar con buen criterio.
11-No se dé por vencido después de una recaída
Si usted cayera en una falta pecaminosa, necesitará estar preparado para un ataque violento de condena.
12-Obtenga la ayuda de su esposa
Su esposa probablemente ya esté enterada de su adicción y se encuentre agobiada por ello.
N.R. Desde luego, se te van las ganas del todo...
1 comentario:
Pues mira que sigo al pie de la letra todos los consejos (del 1 al 11). Pero... el 12 me trae por la calle de la amargura. Resulta que no tengo mujer y, claro, me voy detrás de cualquier braga que no sea de monja (huelen a incienso y me baja la libido). Pero qué hacer cuando no hay lencería al alcance de mi entrepierna? Pues me hago una manola. Si el obispo éste me consiguiera una mujer... yo dejaría de jugar con mi "titolita"...
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