Daniel Pittet tiene 58 años y ha puesto por escrito su experiencia en "Le perdono, padre". Sobrevivir a una infancia rota (Mensajero). En el libro, Pittet narra la influencia de la Iglesia en la Suiza de los años 70, como forma parte de la política aliándose con el partido del Gobierno. Narra cómo su violador le “desgarraba el ano” mientras los sacerdotes que vivían con el padre Allaz aún conscientes de lo que sucedía no lo denunciaban. Vacía su vida, una experiencia desgarradora, en algo más de 200 páginas.
Pittet narra su experiencia, su dolor y su manera de superarlo. Pero, sobre todo, hace el relato de un problema “crónico” de la Iglesia católica: el silencio ante la pederastia. Denuncié a las autoridades lo que pasaba y me dijeron que no me preocupara, que iban a tomar medidas. No sirvió para nada. Después me enteré que le trasladaron a Francia, siguió con su actividad pastoral y violó a más niños”. En total, este exsacerdote ha violado unos 200 niños. Y ha revelado cientos de carretas de fotografías pornográficas de los niños a los que engañaba y chantajeaba con su autoridad.
Gran parte del problema es que los mismos superiores que deberían denunciar los abusos tienen cosas que ocultar -son pedófilos, tienen una amante, hijos secretos, una relación homosexual…-. Ahora mismo en Francia sólo hay un 30% de obispos favorables a que se haga luz y se rompa el silencio, el resto no quiere oír ni hablar de la pederastia. Pero la situación en España no es mejor, en Italia es mucho peor, en Polonia también….”, explica.
1 comentario:
Hay que entender que son fieles seguidores de su patrón. Ya lo decía aquel pendejo cuando proclamaba aquello de DEJAR QUÉ LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MI. Y estos hijoputas lo duplican: son ellos quienes se acercan a los niños. Sin olvidarnos de las monjas que también se acercan a las niñas con avisas intenciones.
Cuadrilla de tarados.
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