Tomado de efe.es
Independientemente del procès y de la situación, y de los encarcelamientos y del 155 y del 21D y de Bélgica y de la A.N. puedo prometer y prometo que Junqueras me parece tonto, claro que eso es una apreciación personal y él podría decir que yo soy idiota y un cretino (es posible). Pero en fin, utilizar como argumento de su pacifismo que él es creyente me parece un tanto sorprendente:
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras aseguró a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela que nunca había participado ni promovido actos violentos en el proceso independentista, dado que es "creyente" y eso va "en contra" de sus principios.
Bien me parece que sus principios estén en contra de la violencia, pero eso ¿qué tiene que ver con ser creyente?. Franco también lo era, y los falangistas y los carlistas y los inquisidores. Por eso que utilizar sus creencias religiosas, de una religión que históricamente ha sido especialmente violenta e intransigente para justificar su pacifismo es pueril.
Soy pacifista porque me gusta la cerveza.
Estoy en contra de la violencia porque soy socio del Barça.
Como conductor de bicicletas estoy contra cualquier forma de violencia.
La violencia, física o verbal, no entra en mis principios porque compro en Amazón.
Etc.
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