jueves, 15 de agosto de 2024

SODALICIO, LEGIONARIOS, JESUITAS, SALESIANOS, ETC. ETC

Tomado de elpais.com

Hasta el siglo pasado se creía que Luis Fernando Figari Rodrigo tenía poderes sobrenaturales y una conexión directa con Dios. Se trataba de un laico consagrado que en 1971 había fundado en Perú un grupo religioso ultraconservador llamado Sodalicio de Vida Cristiana, que se preciaba de enderezar a adolescentes con problemas de conducta y crisis de fe. Pero desde que en el año 2000, un exmiembro de la congregación, José Enrique Escardó Steck, denunció el infierno que se vivía en los centros de retiro, el pedestal que Figari y su cúpula habían construido comenzó a resquebrajarse.

Se supo entonces que valiéndose de una ideología, donde los miembros debían obediencia plena a sus superiores, Figari cometió decenas de abusos sexuales, psicológicos y físicos. Que castigaba a los más jóvenes con un látigo con punta de metal, que les ordenaba dejar sus palmas sobre el fuego durante los segundos suficientes para llenarse de ampollas, que los obligaba a desnudarse y golpearse entre ellos. A algunos otros, los más vulnerables, les practicaba un supuesto ritual para restaurar su pureza que, en realidad, consistía en tener sexo.

A fines de julio del 2023, tras una serie de destapes periodísticos y un pedido de prisión preventiva en contra de Figari —quien desde el 2015 vive exiliado en Roma—, la Santa Sede envió a Lima una misión papal para comprobar la validez de las múltiples denuncias. Tras evaluar el informe de aquella visita, El Vaticano ha resuelto la expulsión del Sodalicio de su máximo líder y fundador, Luis Fernando Figari Rodrigo, de 77 años.

El periodista José Enrique Escardó Steck, el primer denunciante del Sodalicio, ha saludado la decisión del Vaticano, pero también la ha tomado con pinzas. Tras más de dos décadas de lucha, considera que es imprescindible que Figari y su cúpula sean juzgados por la ley de los hombres. “Es una buena señal, pero no sirve si no se somete a Figari y a sus secuaces a la justicia civil. La Iglesia seguiría encubriéndolos. No es el único. Hay muchos otros abusadores que deben seguir el mismo camino”, señala. Como se recuerda, el vicario general del Sodalicio, Germán Doig, quien falleció en el 2001, estuvo a punto de ser beatificado, pero su proceso se interrumpió al conocerse que había abusado sexualmente de menores de edad y adultos.

El Sodalicio de Vida Cristiana cuenta con más de 20.000 seguidores en 25 países.

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