Para que os desasneis un poco, pandilla de crápulas, os hago llegar las reflexiones publicadas en el dia de hoy en el Diario del Altoaragón por nuestro amigo Slocker. Es una pena que hoy no cita a la Virgen de Garabandal ni al enviado del maligno, Elvis Presley.
"Hay fechas por Dios marcadas a los hombres, que jamás podrán quedar en el olvido, su desacralización es el más cruel y aberrante desatino. Su actual dominical asentamiento es negro eslabón en la extendida cadena del actual paganismo. Así es hoy, jueves siguiente a la octava de Pentecostés, sexagésimo día después de la Pascua de Resurrección, fecha intocable; así lo manifestó Dios a su santa vidente Juliana de Corneillon, quien, siguiendo la Voluntad Divina, instigó al Obispo de Lieja Roberto de Torote, a convocar un Concilio (facultad que entonces tenían los obispos), para en este día exaltar al Santísimo Sacramento. Fue el Papa Urbano IV, con la Bula "Transiturus hoc Mundo" el 8 de septiembre de 1264, quien ordenó su proclamación con el mayor esplendor en la Liturgia y que sea la más deslumbrante festividad del año cristiano: Razones falaces, sospechosamente movidas por la dinámica de los tiempos, políticas paganas, conveniencias laborales y lamentables asentimientos eclesiales, han considerado la traslación a la dominica siguiente, día 14, mas no en todos los lugares: Sevilla, Daroca, Granada, etcétera, han sido renuentes a ello. Suficiente razón a estas líneas en su gran confusión. Ávidas del deslumbrante sol con este luminoso día, rechazaron tan demoníaco eclipse, así como apagar los inefables arpegios del más inmenso documento de la Iglesia Católica: "Oficio del Santísimo Sacramento", compuesto por Santo Tomás de Aquino, precisamente para este día. Las solemnísimas estrofas del "Tamtum ergo" ya en el domingo, suenan muy diferentes, acusando el extravío de pasados jueves en tristes añoranzas, su desobediencia a los Cielos, restan de aquellas alegrías, toda esperanza. Ha de ser esta generación, después de más de setecientos años, la que ha de unir a su atroz secularismo, el expolio al cristiano calendario. Hoy estamos viviendo los mayores ultrajes al Santísimo Sacramento: Arrumbados reclinatorios y aposentos en adoración, la praxis tan extendida de la "comunión en la mano", en "comunión" con los hermanos separados, increyentes en la Hostia Santa muy próximos estamos a la herejía protestante. No extrañe pues la hoy tan espiritual y terrible decadencia...
El pasaje evangélico de San Juan (Jn 6/48/59), retumba hoy, junto a su invitación, en su negación, terrible sentencia: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna... Yo le resucitaré en el último día...".
El pasaje evangélico de San Juan (Jn 6/48/59), retumba hoy, junto a su invitación, en su negación, terrible sentencia: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene Vida Eterna... Yo le resucitaré en el último día...".
5 comentarios:
Un poeta Slocker. Más razón que un santo. Con lo bonitas que eran esas procesiones del Corpus Christi, juntas las autoridades civiles, militares y religiosas. Y qué erudito Slocker, jaté, que se ha remontado al mil doscientos y pico, nada menos. Y qué sensible, Slocker, que no le suena igual la estrofa de Santo Tomás de Aquino dicha en domingo que dicha en jueves. Y que ortodoxo (en el sentido literal del recto y la doctrina), Sloquer, avisando de la proximidad de la herejía protestante por esas relajadas costumbres, como son la de no arrodillarse ("arrumbados reclinatorios") y recibir la comunión en la mano. Sí señor Slocker, estamos contigo, ¡las hostias, de rodillas y en la boca!
¿Quién es?, vaya tío más extraordinario, en este luminoso jueves, tienes que subir más, azotacuras, que alegran la mañana, cuando hable del maligno o de la caponata.
A mi, Roberto de Torote me toca el cipote
Y el papa Urbano no os digo lo que me toca...
eso y además los cojones
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