El diablo burlón debe andarse riendo del arzobispo de Canterbury, al que malvadamente ha tendido una trampa. El reverendo Justin Welby descubrió ayer, «furioso» y «avergonzado», que la iglesia Anglicana, de la que es jefe espiritual, tiene inversiones en una importante compañía llamada Wonga. La firma se dedica a conceder pequeños préstamos, a altísimos intereses. Sólo 24 horas antes, Welby había lanzado un ataque frontal contra esa misma empresa, prometiendo que lucharía para competir y acabar con ella. Su proyecto es fomentar la creación de una red de cooperativas de crédito con fines no lucrativos.
«Durante unos minutos me puse furioso», reconoció en la BBC, con una sonrisita que apenas escondía su irritación. «Es muy embarazoso. Tenemos que asegurarnos de que algo así no vuelva a ocurrir».
Y ES QUE LOS TONTOS ABUNDAN EN LAS JERARQUÍAS ECLESIÁSTICAS...
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