El portero del Al Shabab, de la liga de Arabia Saudí, se ha visto en una situación más chocante si cabe. El colegiado del encuentro que su equipo estaba disputando contra el Al Quadisiya detuvo el juego y le obligó a recortarse el pelo por considerar que el peinado era demasiado extravagante para lo que exige la ley islámica.
Pese a que el guardameta, Waleed Abdullah, insistió una y otra vez al colegiado que su peinado era de lo más normal (y lo era, al menos para unos ojos acostumbrados a Neymar, Cristiano, Ballotelli, Vidal y Hamsik), la única manera de poder reanudar el choque fue abrir el maletín del médico y que dos asistentes le recortaran el cabello con dos pequeñas tijeras. Apenas, las puntas, porque no había mucho que cortar.
El wahabismo, la estricta corriente religiosa musulmana que impera en Arabia Saudí, prohibe que se luzcan peinados de diseños raros o con letras, por considerarlos poco apropiados y contrarios a la religión y la tradición.
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