El padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo en México, estaba bien considerado por el papa Juan Pablo II, quien admiraba las posiciones conservadoras de la congregación católica, su lealtad a las enseñanzas de la Iglesia y su eficacia para reclutar a nuevos clérigos. Durante años, el Vaticano desestimó las acusaciones de varios seminaristas de los Legionarios que denunciaban que Maciel les había violado cuando eran más jóvenes, a uno de ellos cuando tenía sólo 12 años. Este fin de semana se ha presentado una investigación interna en los Legionarios de Cristo que ha concluido que Maciel, quien murió en el 2008, abusó de por lo menos sesenta niños.
Los abusos de Maciel, uno de los mayores depredadores sexuales de la Iglesia, son una oscura mancha en el pontificado de Juan Pablo II. Los seminaristas que le acusaron contaron que Maciel les decía que tenía una dispensa de Pío XII para acariciarlos sexualmente, porque así aliviaba una enfermedad estomacal que lo afectaba. La orden siempre defendió a su fundador y consideró que las denuncias eran “calumniosas y humillantes para un incansable e incomprendido trabajador pastoral”. No fue hasta el 2006 que el Vaticano reconoció los horribles crímenes de Maciel, cuando el papa Benedicto XVI le ordenó una vida de penitencia y oración. Ratzinger se resistió a los llamamientos de algunos miembros de la Iglesia que le reclamaron que disolviera la orden, porque creían que sus raíces eran demasiado tóxicas. En lugar de eso, el Vaticano tomó control de los Legionarios de Cristo en el 2010 y empezó un proceso de reformas.
En total, el informe de los Legionarios de Cristo, que ha estudiado el periodo desde su fundación en 1941 hasta la actualidad, dice que 33 sacerdotes de la congregación han abusado de 175 menores de edad, en su gran mayoría niños y adolescentes de entre 11 y 16 años. Al menos un tercio de ellos fueron violados por el mismo Maciel. Después de su muerte, también se supo que había sido padre de varios niños con al menos dos mujeres, a quienes visitaba regularmente y enviaba dinero.
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