El padre Lawrence C. Murphy se pasó por la piedra, según la información del New York Times, a unos 200 niños sordos entre 1963 y 1969. Varios obispos de Wisconsin escribieron al Cardenal Joseph Ratzinger comentándole el caso (aunque créanme: lo más indicado en esta situación es llamar a la policía. Es más rápido y da mejores resultados).
¿Qué contestó Murphy?: que ya estaba mayor, que no andaba para esos trotes, que de aquello habían pasado 25 años, que había defectos de forma en el proceso y que se iba de vacaciones a casa de su hermano en Texas, que en Wisconsin hace frío.
Se estarán preguntando qué pasó. Ya se lo digo yo: nada.
Antiklerical dice: presunto delito de Ratzinger: encubrimiento. Acciones: detener e interrogar al pope.
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