Agosticidad y alevosía

Ha sido un día algo diferente en el hemiciclo. No han faltado los aplausos cerrados de los partidos a sus portavoces en la tarima parlamentaria, o las increpaciones de quienes defendían una posición contraria. Pero la escenografía de un PP y un PSOE unidos defendiendo a ultranza la disciplina fiscal inmersa en la Constitución Española, de manera unánime, es harto extraña. Contra esa imagen conjunta, que le ha parecido desagradable a quienes la han reclamado durante la legislatura que ya culmina, ha clamado por ejemplo el portavoz de Izquierda Unida,Gaspar Llamazares. "Si no lo veo, no lo creo", ha ironizado respecto a ese pacto logrado entre dos partidos siempre enemistados. 

El dirigente de IU ha criticado la "agosticidad y alevosía" que han empleado, a su juicio, los dos grandes partidos en que se polariza la política del país para sacar adelante su propuesta pactada para reformar el artículo 135 de la Carta Magna e incluir los límites al déficit en la Ley Fundamental.

El dedo en la legislatura recortada

"Para lo que nos queda dentro... Rebélense, señorías -ha dicho luciendo en lugar de la pegatina del "No a la guerra" una en la que se leía su petición de "Referéndum"-. Digamos de esta forma que, al margen de la participación, no. Retiren esta reforma. Y si la mantienen, permitan un referéndum", se ha dirigido tanto a la portavoz popular como al socialista, Soraya Sáenz de Santamaría y José Antonio Alonso, respectivamente. Llamazares ponía así el dedo en la llaga del adelanto electoral y las previsiones optimistas del Gobierno de tramitar, en lo que queda de periodo de sesiones hasta que se disuelvan las Cortes Generales el próximo 26 de septiembre, una colección de normas legislativas en la Cámara Baja.

Llamazares ha recriminado a PSOE y PP que "ni siquiera hayan llamado a un ponente de la Constitución, al Partido Comunista" de España y ha argumentado que, merced a la reforma pactada, "se sustituye la soberanía ciudadana por la soberanía de los mercados".