“Los inmigrantes tenían familias más numerosas que las
españolas y además solían padecer un estado de salud peor. Por
añadidura, eran atendidos sin cotizar y sin ser legales con el
empadronamiento como único requisito. Al cabo de unos meses, mi¬llones
de inmigrantes no sólo estaban disfrutando de nuestra Sanidad, sino que
además avisaban a sus parien¬tes de que podían venir a España a
operarse. Los taxistas comenzaron entonces a descubrir pasmados que en
el aeropuerto de Barajas los recién llegados del otro lado del Atlántico
les indicaban como dirección no sólo la calle del hospital, sino hasta
el número de planta. No fue sólo la Sanidad. Las ayudas de comedor y las
becas comenzaron a ser copadas en las escuelas por los hijos de los
inmigrantes, cuyos padres, al menos sobre el papel, siempre ganaban
menos que los españoles. Por pri¬mera vez en la Historia, una nación
pagaba impuestos crecientes para conseguir que se desplomara aún más su
deplorable sistema educa¬tivo y además quedarse sin becas y ayudas de
comedor”.
Cesar Vidal, La Razón, 26 de abril de 2012.
“Los comunistas andaluces no se diferencian en nada de los
comunistas manchegos o asturianos o madrileños. Llevan en sus entrañas
el odio al que triunfa, al que trabaja, al que emerge de la mediocridad.
Quieren los campos ajenos e implantar en Andalucía planes quinquenales.
Y no lo dicen, porque estaría feo, pero alguno sueña con repetir las
experiencias de la Brigada del Amanecer. Y aún así, con el Frente
Popular en la cresta, Sevilla baila, y ríe y canta”.
Alfonso Ussía, La Razón, 26 de abril de 2012.
2 comentarios:
Estos mismos son los que dicen que la apología del terrorismo es delito. Bueno, pues aquí hacen añología del racismo y apología del golpismo.
Y se quedan tan anchos.
Y se fuman una faria...
a
nuestra
salud
.
Vaya pareja de miserables.
Según un estudio de la SEMFyC (Sociedad Epañola de Medicina Familiar y Comunitaria) del 2009 realizado sobre una población de 900.000 habitantes de la Comunidad de Madrid con un 20% de extranjeros, el consumo de recursos sanitarios de estos es muy inferior al de los madrileños. En farmacia consumen 5 veces menos, en consultas y pruebas un huevo menos, en ingresos de hospital la yema del otro huevo menos, además cuando ingresan cuestan menos que los ingresos de los indígenas, a urgencias también van menos, etc...
Sólo hay una prestación que usan más que los autóctonos: La maternidad.
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